Una Demonia para un Ángel y Un Ángel para la Demonia

CAPÍTULO 5

Isis.

—Déjame ayudarte—. Niego. —Por favor—. Se agacha a mi altura, sus ojos son tan hipnotizantés y tan lindos que me pierdo en ellos literalmente.

Demonios que me pasa porque no puedo articular las palabras que quiero.

—Calma Isis respira, ¿por que su luz será tan enceguecedor y tan cálida?, debí golpearme fuerte—.

—Cielos estás sangrando en verdad lo siento.

—En verdad estoy sangrando—. Obvio estoy sangrando, pero si mi sangre sale negra estoy en graves problemas.

—Si déjame llevarte a enfermería—. Niego.

—Vallolet vamos al baño, tranquilo de seguro no es nada—. Sonrió, espera que por que le estoy sonriendo a un chico, tomo a Vallolet de la mano y la arrastro a los baños creo, al entrar cierro. —Vallolet cuando me veas sonriendole a un chico recuérdame porque estamos aquí.

—Pues lo haré, pero ni yo sé ¿por qué estamos aquí?

—Creo que es por dos chicos a los que le lavaron el cerebro.

—¡Ah es por eso!

—Si, no puedo ver la herida será profunda.

—Déjame revisarla, agáchate—. Sonrió Vallolet es un poco más baja que yo. —Ya se cerró no tienes nada solo la sangre en tu cabello.

—Y como le diré que no tengo una herida, si me pregunta claro.

—Eso lo podemos solucionar.

—¿Como?

—Déjamelo a mi creo que tengo un pequeño botiquín ya sabes cómo es papá.

—Lo sé—. Sonrió.

—No te burles—. Niego y levanto las manos en son de paz.

Vallolet quiere ser cirujana y yo pues aún no me decido si administración de empresa o finanzas las dos me gustan.

—Ya, sobrevivirás como humana y así el lindo chico no sospechara que ya sanaste—. La miro.

—No me causa gracia tu comentario, anda ya nos hemos retrasado mucho—. Salimos del baño.

—¿Estas bien? —Giro hacia la voz.

—Diosa Luna que me amas tanto aparta este chico antes que lo pulverice.

Vallolet me da un codazo.

—El golpe fue así tan fuerte—. Mira la pequeña venda que sale por mi cabello.

—Estoy bien te lo dije no fue nada.

—Pero tienes una..

—¡Que estoy bien! Si nos disculpas estamos buscando nuestros casilleros—. Debo permanecer lejos de este chico, siento algo raro, de pronto siento paz y luego siento irá.

Emprendo marcha hacia los casilleros.

—Las ayudó.

—Si por que ¿no? —Habla Vallolet antes que articule alguna palabra. —Tenia que descobrarmelas por las que me has hecho—. Susurra.

—Cual es el número de los casilleros.

—Son estos—. Dice Vallolet enseñándole la hoja.

—Mmm esos están por aquí—. Nos guía a lo largo del pasillo. —Son esos, ¿que clase tienen? —Lo miro de forma inexpresiva. —Soy de último año también.

—Esos es genial nos toca ciencia política—. Ruedo los ojos guardo todo y saco lo que usaré.

—Son de por aquí.

—Si somos de la man.. digo de un pueblo cercano—. Me doy una palmada mental.

—Podemos ir al salón faltan tres minutos para que empiece la clase, luego hacen vida social—. Digo algo molesta.

—Si a veces pierdo la noción del tiempo—. Caminamos al salón. —Por cierto soy Nirek ¿cual es tu nombre?—. Mi corazón se acelera por su mirada tan profunda.

—Soy Vallolet y ella es Isis.

—Es un gusto conocerlos cuando quieran ayuda yo con mucho gusto las ayudo—. Que pretende este chico. —Pasen señoritas.

—No me digas también tienes está clase —digo con sacarcasmo.

—Sí, de hecho—. Sonríe mostrando sus dientes relucientes.

Que hermosa sonrisa tiene es tan atrayente.

—Por favor Isis reacciona—. Miro los puestos vacíos, me asiento en uno y Vallolet lo hace al lado.

Un minuto más y llegamos tarde, el profe entra por la puerta y todos toman asiento.

—Buenos días chicos hoy tenemos dos nuevas integrantes, señoritas serían tan amables de presentarse—. el profe mira a Vallolet.

—Mi nombre es Vallolet es un gusto estudiar con ustedes—. En verdad haremos esto.

—Mi nombre es Isis para mi también es un placer conocerlos—. Vuelvo a sentarme.

—Bueno empecemos la clase de hoy como les dije la semana pasada hoy empezaremos con temas nuevos...

Mientras el profe hablaba un olor inunda mis fosas nasales, era tan agradable que sentía que volaba en una nube...

Nirek.

Volverme parte de la comunidad humana no me era tan fácil, pero con los días me adapte solo esperaba conocer a la demonio esa, espere pacientemente, con los días hice amigos y aunque trataba de no llamar la atención eso era imposible. Claro que lo único que no iba hacer era caer en las tentaciones mundanas y eso lo estaba haciendo, no iba a ceder a nada.

El día se había llegado al fin sabría de ella y debía convertirme en su amigo, esa era la mejor forma que se me había ocurrido para poder estar pendiente de ella. En cuanto vi su luz está era muy rara, nunca la había visto en ningún ser, pero tal vez se deba a que su madre es parte humana y su padre es licántropo, esta luz que ella emanaba era blanca con partes negras y destellos rojos, en sí es muy rara y única.

No quise que se golpeara, pero de alguna forma paso, aunque trate de ayudarla ella no me dio la oportunidad, luego de esperarlas fuera del baño las acompañe y luego las lleve al salón, todas las clases la tenemos juntas era lo mejor para mantenerla vigilada.

Después de clase las lleve a la cafetería aunque al parecer ella prefería estar a kilómetros de mi.

—Y que me cuentan de ustedes.

—Nada—. Dice ella tosca.

—No mucho, el pueblito de donde venimos es muy tranquilo, no Isis—. Sus ojos conectan con los míos, en ellos puedo vislumbrar un destello de luz y fuego.

De inmediato vuelve su mirada a la bandeja.

—¡He!, Bueno..

—Nirek aquí estás—. Dice Pilar ella es una bruja aunque lo esconde muy bien. —¿Y estas quienes son?

—Ellas son nuevas.

—¡Oh estás siendo él guía! —Asiento. —No crees que deberia hacerlo otro tienes poco tiempo aquí.




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