Una dosis de sanación

CAPITULO 2

“ Atracción o diversión”

LUCAS

El ruido de la alarma suena haciendo que suelte un gruñido en desaprobación ya que estoy que me muero del sueño pero no puedo darme el lujo de seguir durmiendo ya que tengo que hacer ejercicio.

El cuerpo delgado de la chica desnuda que se encuentra dormida al lado de mi cama se queja en medio de la bruma del sueño.

Me levanto para apagar el despertador e iniciar mi día dejando a la chica que desconozco envuelta en las sabanas de mi cama.

Ingreso al baño para despejar mi mente y tratar de alejar la resaca que tengo luego de haber tomado en la fiesta del idiota de Elliot la noche anterior.

No me acuerdo siquiera como termine acostándome con la chica que se encuentra en mi cama pero no me interesa saberlo.

Cepillo mis dientes para darme un ducha helada y despertarme por completo.

Estoy que me muero del frio pero de inmediato me enfundo en una sudadera y una camisa con un par de tenis para poder salir a correr.

Guardo las llaves de mi apartamento en los bolsillos de mi sudadera y salgo del edificio donde vivo.

El frio de la madrugada me hace colocar la piel de gallina ya que son aproximadamente las cinco de la mañana.

La idea de volver a mi apartamento pasa por mi cabeza pero al final no dejo que me acobarde así que me echo a correr un par de kilómetros por las calles de San Francisco.

En toda la semana no he podido sacarme de la cabeza a la princesita que salve.

Ninguna chica había captando tanto mi atención como ella.

No es una chica muy alta pero tampoco demasiado baja me llega justo a los hombros.

Tiene un rostro tierno y un cabello castaño que llega por su cintura, una morena simpática honestamente.

En lo particular no es una chica que capte mi atención o que sean de mi tipo pero en medio de la ira que tenia no podía apartar mi vista de ella.

Emma se llama si mal no recuerdo.

No se si  era el frio de producto de la lluvia o de lo desafiante que es la chica que no he parado de pensar en ella.

Media hora después llego a mi lugar feliz el gimnasio donde me mato dos o tres horas dependiendo del día que tenga donde ha sido mi polo a tierra para ciertas cosas en las que he estado trabajando

Cuando ingreso el idiota de Elliot, mi viejo amigo se encuentra dándole ordenes a un par de novatas que están por iniciar su rutina mientras toma un sorbo de un vaso de plástico donde puedo jura que tiene café para poder mantenerse despierto.

Espero unos minutos mientras se desocupada para poder saludarlo con un apretón de mano.

— Te desapareciste anoche, que tal Nicole en la cama? Pensé que no ibas a llegar por estar con ella en la mañana — masculla con una sonrisa burlona Elliot a lo que me encojo de hombros en un gesto despreocupado

— Aceptable — resuelvo para ahorrarme medio hora hablando sobre como me folle a la chica la noche anterior.

— Aceptable? Ella es una perra en la cama amigo!!

— Lo normal, no exageres y como vas con el par de rubias de anoche.

Cambio de tema para ver sus ojos iluminándose ante mi comentario.

— Fui al cielo y volví. Esas rubias estaban magnificas amigo.

El hijo de puta no sabe ni como parar de alardear.

La mirada de Elliot se pierde unos segundos al ver a una de las chicas novatas haciendo unas sentadillas y aprovecho para hacerle un además con la mano e irme a entrenar.

Luego de dos horas donde me encuentro hecho un mar de sudor y haber llegado al fallo en la ultima repetición de los ejercicios me encuentro de camino a mi apartamento.

No veo la hora de llegar a casa y hacerme algo de comer ya que muero de hambre así que los últimos metros que me faltan por llegar me echo a correr para acelerar el paso.

Una vez que llego al apartamento el olor de tocino cocinándose llena mis fosas nasales ocasionando que sonría.

Camino de prisa a la cocina para ver el rubio de mi hermano Leo que esta cursando su ultimo año de preparatoria en la misma escuela privada que cursa la chica loca que me encuentre en la calle.

Mi hermano sirve un par de huevos revueltos con tocino y tostadas en un plato así que aprovecho para agarrar el plato una vez que lo termina de servir.

— Lucas! Eso es mío — se queja enojado a lo que sonrió.

— Era tuyo — contesto para acomodarme en la barra del desayuno de la cocina— Gracias, por la comida hermano — menciono con una tostada en el aire para darle una mordida a lo que rueda los ojos al cielo.

— Eres un imbécil, agradece que hice comida para los dos — suelta para comenzar a servir en otro plato el resto de huevos revueltos que había quedado en el salten — La perra con que te acostaste anoche se fue hace un rato — menciona para caminar hacia mi lado y tomar asiento a la par mía.

— Genial! Menos trabajo para mi.

No tengo que esperar a que se despierte y preparate desayuno.

— Se nota que fue una buena fiesta y noche de sexo — dice en tono burlesco a lo que ruedo los ojos — Si el Coronel White se entera que sigues en fiestas te mata.

— Tiene meses que no viene al apartamento, relájate.

— Con el Corel White nunca se sabe así que contrólate.

— Deja el miedo con el coronel White y trae de vuelta al chico fiestero del fin de semana pasado — murmuro para terminar de comer y levantarme de mi puesto — Me voy a duchar, tengo que estar en una hora en el trabajo.

— Me llevas a clases — dice a lo que niego de inmediato — Camina.

— Lucas!! —  Chilla pero vuelvo a negar.

— Ni siquiera te has duchado y te demoras una eternidad Leo.

— Vamos! Si te queda de ida a mi escuela.

— No lose, lo pensare en la ducha.

Media hora después nos encontramos en un trancón de mierda camino a la escuela de mi hermano.

Definitivamente estos favoreces me salen caros.




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