una estrella muerta.

el fin del mundo.

creo que nadie entiende cómo me siento.

mi madre dice que a mi edad, todo se siente como el fin del mundo.

también dice que los amigos no existen,

y que querer ser músico, actor, pintor, escritor, es una pérdida de tiempo.

pensé que era estúpida

pero eventualmente, observé que esa era una ideología colectiva...

entonces, en un recóndito lugar de mi inocencia, empiezo a cuestionar

mamá, ¿a que edad ya no se puede soñar?

observo y observo,

y nadie ama,

nadie desea,

nadie baila,

nadie canta,

nadie lee,

a esas personas, tan monótonas...

tan muertas,

¿me pregunto cuál fue el instante en el que dejaron de creer en las hadas, en los cuentos y en los sueños hechos realidad?

mamá, ¿a que edad te rompen el corazón?

mami, dime por favor, 

¿cuántas veces me decepcionarán para decir que los amigos no existen?

¿qué le hicieron a todo el mundo, que está tan gris?

¿cómo fue que dejaron de soñar?

no limitaré mi vida por los estándares de la miseria.

no permitiré que corrompan mi alma soñadora

mamá, les voy a enseñar a todos

cómo amar,

cómo desear,

cómo bailar,

cómo cantar,

cómo leer.

a todas esas personas monótonas y muertas,

cómo ser felices.

Y te prometo

que aunque me rompan el corazón mil veces,

seguiré soñando para que me lo rompan otra vez

porque prefiero llorar,

a dejar de creer.

mamá, me siento cómo si fuese el fin del mundo. 



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En el texto hay: problemas adolescentes, poesias, diario real

Editado: 20.09.2018

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