¡Bienvenidos/as a esta pequeña historia tierna, espero que la puedan disfrutar tanto como yo la escribo para todos, un saludos a todos.!
Aclaracion: Esta historia es original mia, prohibo copia de esta historia o publicacion en otras plataformas, sean amables y aprecien el esfuerzo de los escritores que crean historias para entretenerlos dia a dia.
CAPITULO 1: ¿EH DONDE ESTOY?
"Había una vez la historia de una pequeña flor que vivía bajo la sombra de un árbol rodeado en un hermoso y majestuoso jardín, desde que era un simple botoncito ansiaba crecer y convertirse en una bella flor como el resto de sus vecinas las rosas rojas... a medida que el tiempo pasaba sus pequeñas ramas fueron creciendo más y más, impaciente por la llegada de la primavera en su mente se imaginaba que tipo de flor surgiría entre sus capullos... "Wow soy una manzanilla" dijo con alegría la pequeña flor que por fin floreció en los primeros días de primavera, en cambio sus vecinas flores murmuraban en vez alta "¿qué clase de flor es esa?" "es tan pequeña y fea que nadie te mirara ni te usara de decoración" dijo entre burlas sus crueles vecinas. La pequeña flor al escuchar las duras palabras lloro y lloro de tristeza, sus vecinas flores se burlaban de ella. Eran muy malas..."
—¿Mamá por qué las rosas eran muy mala con la manzanilla?–
—Mmm... Creo que es porque la manzanilla luce diferente a otras rosas.
—Ya veo, si yo fuera esa manzanilla les haría de frente a las rosas y las castigaría por burlarse de mi— la madre al verla a su pequeña tan molesta, soltó una carcajada y rodeo sus brazos a su pequeña.
—Si tu fueras una manzanilla esas rosas estarían perdidas— respondió su madre tocando su nariz.
—Si mama, soy una niña muy fuerte— dijo valientemente la pequeña Vanessa de 4 años
—Aja, bueno mi pequeña ¿continuo con el cuento?, debes dormir y yo mañana temprano debo ir a trabajar—
—¿Tienes que ir al trabajo?, ¿no puedes quedarte una noche más conmigo?—
—Lo sé, yo también quiero quedarme una noche más pero mami tiene un trabajo que la hace viajar por todo el mundo pero te prometo que el fin de semana regresare—
—¿Me lo prometes?—
—Prometo volver el fin de semana y compensar a mi pequeña con un delicioso pastel de flores– hace una cruz en su pecho como juramento.
—Eso está mejor— responde la pequeña con una sonrisa.
—Bien retomaré el cuento—
"Hace frío" dijo la pequeña manzanilla al ver a sus pequeñas hermanas marchitarse en el invierno... pero un día... vio caminar a un apuesto joven de sonrisa brillante llamado Timoteo, portaba una capa dorada con un símbolo del sol como el oro, su larga cabellera la hacía recordar las noches nocturnas y sus ojos parecía albergar un campo verde en un día de primavera, su piel le recordaba la calidez de las playas de mar del plata ......"esa flor es extraña" dijo la pequeña manzanilla confundida jamás en su vida había visto una flor tan gigantesca en su vida y que esta pudiera desplazarse con sus raíces fuera de la tierra, la flor curiosa quería saber más pero por más que intentaba no lograba comunicarse y de repente se le ocurrió una idea y es..."
La madre al darse cuenta que la pequeña se quedó dormida, decidió dejar de leer el cuento y guardarlo para la próxima vez que volvieran a estar juntas, se levanta sigilosamente de la cama cuidando que su pequeña no vuelva a despertar.
Los días de la semana continuaron pasando y la madre de la pequeña Vanessa no regresó. Espero y espero todos los días sentada apoyando su vista en la ventana, su padre con la mirada triste busco la manera de hablar con su hija y darle la trágica noticia. Las semanas pasaron y la pequeña sumida en su terquedad se negaba a creer todo lo que su padre le decía.
—Hija, entiende mami ya no regresara– hablo su afligido padre tratando de contener sus lágrimas.
—No, yo sé que ella volverá, ¡me lo prometió!— molesta se cruzó de brazos.
—Pero cariño, mami se tuvo que ir por que la necesitaban en el cielo—
—¡No es justo dile que baje!— responde molesta.
—Cariño, mami dijo que el gran señor le dio una tarea y esa es la de cuidar a los bebés angelitos– replico su padre.
—Papá... dile que yo también la necesito...— Se aferró a los brazos de su padre y la pequeña comenzó a llorar.
Con el pasar de los años ella fue comprendiendo que su madre había muerto en un fatal accidente de avión mientras trabaja como azafata, su padre un piloto experimentado decidió jubilarse anticipadamente de su trabajo para pasar más tiempo con su pequeña y poder llenar el vacío que su esposa dejó en ambos.
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Llego el gran día, el sol irradia en todo su esplendor, el clima era perfecto para que la primera se mostrará en todo su esplendor, la joven Vanessa de 26 años festeja eufórica al recibir el correo de su examen final que daría la finalización de su carrera como ingeniera civil, camino apresuradamente al ver la señal del semáforo en rojo para los autos, ingresa a la cafetería para comprar su café favorito.
—Un mocca latte por favor—
<<Suena el teléfono móvil>>— la joven toma el teléfono en sus manos mientras paga la cuenta de su bebida caliente.
—¿Hola?—
—Hola cariño, ¿cómo estás?— hablo el padre desde el otro lado del teléfono
—¡Hola papa!, Estoy muy bien, adivina ¿que acaba de suceder hoy?—
—Ammn... ¿ganaste la lotería?—
—No, pero ¡aprobé el último examen final!— grito emocionada asustando a los presentes y ella avergonzada salió de la tienda con su café.
—Estoy orgulloso de ti mi pequeña florecita— respondió su padre.
—Gracias papá... me hubiera gustado que mamá estuviera viva para contarle que cumplí el sueño de mi infancia—
—Lo sé, ella también estaría muy orgullosa de ti— los ojos de Vanesa se humedecen.