Una Llamada De Amor Para El Ceo

PARTE 05

 

—¿Puedes pagarlo?

 

Se supone que mujeres con clase, las mujeres que se pudren en dinero, se comportan de manera altanera y con una altives como si fueran las reinas de Inglaterra.

 

No puedo me es tan difícil ser de esa forma, pero si no lo hago, al final solo seguiré siendo la burla de todos, alce el mentón y sujete la tarjeta en el bolsillo derecho de mi pantalón, sentía que alguien golpeo mi hombro y siguió de frente, solo pude ver su espalda ancha. Pensaba ella.

 

No hubo una disculpa, un no fue mi intención, nada solo lo vio marcharse, pudo cerciorarse de los puños cerrados que caminaba con la espalda   ligeramente inclinada hacia adelante, lo veía caminar entre la gente, no era la única afectada por aquel sujeto.

 

>>Ya le dije que este lugar no es para gente como usted—Dejo de ver a aquel hombre para dirigir su mirada incrédula a la dependienta de la estética a la que había acudido en el centro comercial.

 

—¿Qué dices? Repitelo por favor, quiero  confirmar si escuchè lo que escuchè.

 

—Encima sorda, sabe que no me haga perder el tiempo— Le cerró las puertas en la cara, ella entrecerro los ojos, se sentía tan ofendida, burlada y humillada, especialmente porque veía con la dichosa mujercita cuchicheaba con otra chica mirando hacia su dirección y riendo por lo bajo.

 

—Una humillación más, una humillación menos, vamos Natalia, tómalo como una lección, debo dejar de ofenderme por estas cosas, solo que no luzco como esas tipas,  parece que lugar a donde vayas, te tratan como vistas.

 

Se retiró, mientras buscaba alguna que luzca elegante fuera del centro comercial, encontró uno además que venía con una modelo de un cabello rojo intenso realmente hermosa que llamo mucho la atención, lucía un vestido dorado muy brillante y estaba sonrriendo, se veia a ella misma, lastima que la sonrisa la habia perdido desde aquel dia..

 

—Buenas tardes, ¿Podrían atenderme?

 

—Claro que si hermosa, ¡Dios mío!  Has venido al lugar correcto, solo mira ese cabello grita auxilio por donde lo vieras — Mientras la observa de arriba a abajo, ponía un dedo sobre su mentón como analizándola—Si me dejaras haría magia cariño, pero aquí siempre es lo que la cliente quiera, ¿Un corte? ¿Tinte? ¿Peinado?

 

—¿Se puede todo? —Hacía mucho tiempo que alguien no la contagiaba con su sonrisa, con su alegría, con su manera de tratarla, COMO A UNO IGUAL

 

—Tengo un color en mente que

 

—Quiero rojo, así como la chica de esta foto.—Señalando hacia la puerta, donde segundos antes habia visto aquel anuncio que le llamo tanto la atenciòn.

 

—Ella es Alexa, nuestra modelo favorita, claro que podemos hacerte algo así, además tienes las facciones finas, tienes un cuello precioso y esos ojos niña que ojos ¿Son naturales?

 

Y así siguió conversando, mientras ella dejaba que él hiciera magia como Antuhant le llamaba, mientras esperaba bajo la lámpara de secado, empezó a hojear las revistas de sociales que tenía cerca, pronto arruga la página, su mirada estaba puesta sobre una foto de su ex junto a un hombre mayor, se notaba el parecido, estaba sonriendo frente a lente del fotógrafo en esas cenas que solo se dan el jet set de la ciudad.

 

—Ven muñequita, vamos a terminar este acto de magia—Arranco la hoja y la guardo en su bolsillo.

 

HORAS DESPUÉS

 

—Déjame tomarte una foto, puedo decir que eres mi mejor trabajo, lástima no te tome un antes.

 

—Tranquilo que eso queda en mi cabeza—Claro que iba a quedar , a la Natalia del pasado, todos habían tratado como si fuera invisible, como si fuera peor que a la nada, el tapate se murió, ahora es Ladeska Afer, una chiquilla de veinte tres años, con un título de asistente de dirección, manejo de redes sociales   e idiomas. No sabe qué puesto le podrían dar, pero le va a demostrar al mundo que la maldad no siempre tiene que triunfar.

 

—Puedo pagarte para que me enseñes a arreglarme ¿Qué dices?

 

—Con la plata baila el mono ¿Cierto?

 

—No sé a qué te refieres.

 

—Que eres como todos, pensando que todo lo que tocas se puede comprar, me has caído bien muñeca, pareces un pececito dorado a punto de meterte en una pecera con tiburones. Por mi trabajo, es fácil estudiar a las personas, pero tranquila, soy como una tumba, es parte de mi negocio, si supieras cuantas viejas ricachonas vienen a desahogarse justo en esta silla donde estas sentada— Tomándola de los hombros mientras Natalia se observaba al espejo, no podía sola con todo lo que se le venía



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En el texto hay: celos, amor, venganza

Editado: 20.05.2023

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