Una loba Abandonada

Capítulo 6 ¡Pequeños misterios!

 

 

Una semana ha pasado desde que el Alpha casi me estrangulaba y desde que me despedí de Emerson. ¿pueden creer que él fue la persona con la que me tropecé aquel día fatídico de mi casi muerte? Sentí morir de vergüenza, siempre le tocaba verme en situaciones vergonzosas y humillantes, a pesar de que me moría por verlo, definitivamente no era en esas situaciones. Así que me dispuse a escapar de su presencia, pero él me detuvo halándome de un brazo, abrazándome muy fuerte, como si sintiera todo mi dolor y humillación.

 

Es increíble lo que un simple gesto si es puro puede hacer, con su abrazo Emerson estaba sanando mi alma herida y limpiándola de toda la humillación que acaba de padecer.

 

Después salimos al patio, ubicado en la parte trasera de la mansión, me dejé guiar por él, hablamos de todo y de nada, me di cuenta que su intención era que olvidara el mal momento que pasé y definitivamente lo logró. Me dijo que volvería a su manada. Como Beta tenía muchas obligaciones que atender.

 

Entristecí mucho al oír eso, sentí como mi corazón era inundado nuevamente por la tristeza, pero mi corazón palpitó de alegría cuando me dijo:

—Volveré por ti en unas semanas y te llevaré a mi manada, claro si me aceptas —Dijo nervioso.

Yo no pude contestar de la emoción, la alegría corría por todo mi ser, pero pronto lo recordé: “el Alpha nunca me dejará partir, debo pagar con mi vida el pecado de mis padres”, así se lo expresé a lo que él sólo replicó:

—¿Me aceptas o no?

 Miles dudas pasaron por mi cabeza, él no era mi mate.

—Sí, pero es una oportunidad para escapar de este infierno—Dijo Cielo.

—¿Qué, por qué sólo me hablas en ocasiones como estas?,

—Calla, no es momento para charlas, dile a ese bombón que nos iremos con él.

—¡Siii! —Le grité y vi como sus ojos se oscurecían y se dibujaba una gran sonrisa en su rostro. ¡me aseguró que volvería por mí, aunque dejó en completo misterio como lo lograría!

 

No sabía si había tomado la decisión correcta o si me arrepentiría en el futuro, pero por el momento, mi loco corazón rebosaba de felicidad y tanto Cielo como yo estábamos extasiadas de felicidad.

 

 

Carlos

 

Después de asustar de muerte a mi amiga y de aconsejarle sobre su nuevo pretendiente, me dirigí al bosque a correr un poco, acababa de tener mi primera transformación y mi lobo Max, sólo quería correr, de hecho, sólo había parado la primera vez para que la Piogis conociera a Max y vaya que me había divertido en la presentación.

Nunca olvidaré su cara de terror y pavor cuando vio mis colmillos, aunque luego me arrepentí un poco y más cuando amenazó castigarme con delatarme a mi abuela, quien, a pesar de sus cientos de años, conservaba una apariencia de una mujer de 30 años gracias a sus genes de lobo. Dejó de ser guerrera cuando mis padres murieron en batalla con una manada enemiga, como una forma de protegerse, ya que, si ella también moría, quedaría completamente sólo en el mundo.

 

Fue muy duro cuando perdí a mis padres, a pesar de que era apenas un niño, sentí un fuerte dolor instalarse en mi pecho cuando comprendí que mis padres nunca volverían ni estarían conmigo jamás, esa había sido la principal razón del inicio de mi amistad con Sami.

 

Mi abuela y la Piogis era todo lo que tenía, por ser huérfano y pobre no era muy popular que digamos en la manada. Tenía la esperanza de ser alguien por ellas, sobre todo por Sami quien sobrevive a las muchas privaciones y castigos del Alpha por algo que habían cometido sus padres.

 

¡Sí, perder a tu pareja designada era el peor dolor que podía padecer un lobo! ¿Pero acaso era ella responsable por los actos y decisiones de sus padres?

 

A veces me daba ganas de asesinar al Alpha, era muy bueno con todos, pero con la Piogis era lucifer mismo, no sólo vivía en una casucha indigna hasta para un insecto, sino que también era su esclava y el blanco de las humillaciones y afrentas de toda la manada. Gracias a la diosa luna no la habían agredido sexualmente, por considerarla como un demonio además de que el Alpha prohibió que cualquiera en la manada tuviera contacto alguno con ella, mi abuela y yo solo la podíamos ayudar a escondidas.

 

Estaba disfrutando de la cálida brisa del bosque, y de la mágica sensación de la tierra bajo mis patas, cuando de repente el más agradable olor invadió mis fosas nasales, era mi olor favorito, olía a tierra mojada y menta.

—¡MATE! —Gritó Max mientras corría para conocer a nuestra pareja, oculté mi olor para llegar a ella y luego dejar salir mi olor y sorprenderla, moría por ver su rostro, pero el sorprendido fui yo, ¿por qué madre luna?

 

Afortunadamente ella estaba muy concentrada que no se percató de mi presencia, mejor pensé, porque ella nunca me aceptaría y aún no tenía el valor para aceptar su rechazo, porque estaba seguro que lo haría, así que hice lo único que podía hacer en ese momento correr y huir de mi pareja.

 

Tres semanas han pasado desde que me despedí de Emerson y estoy muy ansiosa por volver a verlo y ser libre de la pesadilla que es mi vida.

 

Milagrosamente la "bruja" no me había reclamado ni vuelto a pegar, al parecer la golpiza que le dieron en la batalla afectó sus neuronas, fuera cual fuera la razón estaba muy agradecida.

 

En la manada aún se sentía el temor sembrado por los lobos invasores, el miedo se podía oler a kilómetros en todos sin excepción y más cuando llegó la noticia de que también habían atacado a otras manadas, aunque afortunadamente no habían asesinado a nadie, sólo mataron cuando nos atacaron y todos nos preguntamos ¿Por qué?

 

Los refuerzos en la manada y en los entrenamientos se habían elevado al cubo, todos entrenaban arduamente y con esmero.




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