Una loba Abandonada

Capítulo 11¡ Liberada Sorpresivamente!

 

Recuperé la conciencia lentamente, con un fuerte dolor de cabeza, sentía que todo me daba vueltas y me costaba mantener los ojos abiertos.

 

El hilo de sangre que salía de mi cabeza se encargó de recordarme todo lo que había sucedido, las imágenes bailaban en cámara lenta en mi memoria.

Lágrimas de frustración y tristeza inundaban mis mejillas. Tenía la certeza de que ya había amanecido, lo sabía porque rayos del sol atravesaban la pequeña y putrefacta bodega donde estaba.

Intenté hacer conexión con Cielo, pero fue inútil, y entonces mi angustia se elevó vertiginosamente, no quería perder a mi loba justo cuando acababa de tener mi transformación, no entendía porque no me contestaba.

Intenté levantarme del suelo donde estaba, pero fuertes cadenas hechas de plata, en mis manos y mis pies me lo impedían, dejaría de ser una mujer loba o moriría, la plata nos debilitaría rápidamente, sonreí y lloré de amargura ante las opciones que tenía, lo siento Cielo y mis gemidos se incrementaron e inundaron toda la bodega al recordar que ya no podía escucharme y tal vez nunca más lo hiciera.

 

Si alguien me hubiera dicho que después de correr llena de felicidad, estaría atada, terriblemente asustada y en peligro de muerte, sin lugar a dudas no lo hubiera creído, pero era justamente lo que estaba sucediendo. Mi vida no sólo era una cruel pesadilla, sino que también estaba llena de ironías.

Y lamentablemente para mí, la ironía de mi vida parecía haber llegado a su fin.

 

 

Corina

 

No pude dormir en toda la noche, el enojo y la angustia dominaban todo mi cuerpo, ayer había vuelto a la manada por el próximo matrimonio de mi madre, por lo que mi plan contra la sirvienta estaba pospuesto hasta nuevo aviso, debía concentrar todas mis energías para ayudar a mi madre a preparar la boda sobrenatural del siglo, si, no sólo los humanos son vanidosos los licántropos también lo somos.

 

Me fascinaba ver a mi madre tan feliz, como un niño cuando obtiene su juguete favorito y a la vez me llenaba de esperanza, si ella pudo al fin lograr lo que quería después de tantos años, yo también podía lograr que mi Emerson se fijara en mí y fuera exclusivamente mío.

 

 ¡Ojalá la próxima boda sea la mía con mi amor! Mi regreso iba muy bien, extrañé considerablemente todo el poco tiempo que estuve fuera, estaba alegre y muy relajada hasta que vi a la sirvientita, la muy tonta a pesar de vestir en harapos no dejaba de verse bella, su visible alegría me enfureció y decidí averiguar el motivo de dicha felicidad, ya que tenía un letrero invisible en la frente que decía: "soy la loba más feliz de todas"

 

Pero la muy tonta intentó engañarme como si no pudiera oler su mentira, al leer el misterio de la carta que tan celosamente guardaba, sentí cada fibra de mí ser arder de rabia y enojo, la muy estúpida planeaba escaparse con mi Emerson, ¿pero que veía mi amorcito en ella?, si tenía un cuerpo de infarto y un rostro angelical, pero no debe ni puede ser superficial,

—Ja, ja, ¿en serio? —Dijo mi subconsciente, pero lo ignoré. Mi furia era tanta que mi loba tomó el control y yo encantada se lo cedí, empecé a golpearla como tantas otras veces, pero para mi sorpresa y horror la sirvientita se defendió y aprovechó mi desconcierto para llevarme ventaja y ganarme, ¡sí, me estaba dando la mega paliza de mi vida, al parecer ha estado practicando!

 

Todos mis intentos por golpearla fueron esquivados, ¡no puede ser, no sólo me quiere quitar a mi lobito sino que encima me despelleja viva!, pensé, por gracia de la madre luna mi madre y su asistente Mondira aparecieron justo cuando ya no aguantaba ni un golpe más y no sólo me la arrebataron de encima sino que también la golpearon fuertemente con una roca en la cabeza, pensé que moriría ante semejante golpe, pero solo quedó inconsciente; caramba era obvio que su transformación la había favorecido notablemente. En combate muchos me habían herido, pero nunca dominado como la sirvienta. Aunque afectaba y realizaba tremendo agujero en mi autoestima, debía reconocer que la tonta me había vencido, si ahora estaba libre de su ataque era por la ayuda de mi madre, maldita ahora cómo explicaría que una simple huerfanita sin preparación alguna me había vencido descaradamente.

 

Dejé de pensar en mi orgullo un momento, ahora tenía un problema mayor: ¿Qué haría con la sirvienta?

Mi madre se acercó, pareció leer mi incertidumbre, porque rápidamente se hizo cargo de la situación. Entre las tres la llevamos a una bodega abandonada cerca del río, esa bodega siempre estaba en planes de arreglarse, pero por un motivo u otro siempre se dejaba tal como estaba, en completa ruina y habitada por ratas, decidimos llevarla ahí para que nadie escucharía sus gritos cuando se despertara. Mi madre había sugerido sutilmente "liberarnos de ella", ¡y si la odiaba, había bailado y tonteando con mi Emerson y sobre todo quería escapar con él, sin contar de la paliza que tan gentilmente me había brindado, pero no quería matarla!

A pesar de que la he maltratado y golpeado toda su vida, no quería su muerte o más bien provocarla.

 

La dejamos custodiada con unos de los guardias de confianza de mi madre, es decir unos de sus aliados corruptos que para ser honestos no se veía nada mal, pero tenía un aire macabro y siniestro, la dejamos custodiada por si las moscas, aunque era más que imposible que se librara de las cadenas de plata con la dejemos encadenada, ¡sí, perder a su loba sería el castigo justo y perfecto por osar golpearme y tener la osadía de atreverse a pensar en escapar con mi amorcito!

 

Estaba por salir de mi habitación cuando mi madre entró y me miró inquisitivamente.

—¿Entonces ya la enviaremos a ver a la madre luna? —Observé la frialdad con la que mi madre dijo esas palabras y sentí un frío recorrer mi espina dorsal, miles ideas inundaron mi cabeza, por lo que con impaciencia insistió:




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