Una loba Engañada

Capítulo 7 ¡Estoy dispuesta a ayudarte!

 

Los segundos en que esa pregunta retumbó en mi mente parecieron eternos e interminables.

En mi semblante se había formado una pregunta silente en dirección hacía Nick no obstante este sólo permaneció en su estupor por breves segundos, pero después me insistió con voz llena de imploración y angustia:

— ¡Por favor mi luna ve al refugio!

— ¡Pero!

— ¡Pero nada, por favor Sami te ruego hagas lo que te estoy pidiendo! —Dijo esto aún más angustiado, pero yo no podía ir a protegerme mientras él y la manada corrían peligro. Además, no sé porque, pero me sentía muy inquieta respecto a ese "él “que había venido a buscarme, estaba a punto de rehusarme definitivamente cuando Ian me miró con su rostro lleno de ira por primera en su vida y se dirigió hacia mí:

—¡Tía por favor haz lo que mi tío te está pidiendo!¡Por la madre luna no quiero pasar otros trescientos años sin conocer a mi lobo ni a mi mate, eso no tendría estilo ni sería cool!

A pesar de que la forma en que había pronunciado sus palabras era un poco risible, no lo era la intensidad ni seriedad con la cual las había pronunciado así que en contra de mi voluntad y mi deseo intenso de descubrir quién me buscaba y porque me dirigí al refugio con los cachorros y demás lobas sin entrenamiento en combate.

 

Cuando llegué al refugio todos tenían la preocupación y angustia plasmada en sus semblantes y no pude evitar recordar la primera ocasión en que viví la misma experiencia en la manada Dorada.

 Había pensado ingenuamente que nadie saldría herido y había pensado igual que la manada Real era impenetrable e igual me había equivocado, después de todo ¿cómo podría pensar que no nos podían herir si lograron entrar en nuestra manada a pesar de sus puertas secretas por el hechizo de protección?

 Mi corazón era un mar de dudas, en algún punto Kila se acercó a mí y tomó mis manos para infundirme ánimo, no dijo nada, pero su mirada valió por mil palabras, estaba a punto de agradecerle cuando se escucharon unos gritos que helaron la piel de todos los que lo escuchamos.

 

Estaba tan anonadada por lo que habían escuchado mis oídos que me paré en automático sin saber lo que estaba haciendo e intenté abrir la puerta y enfrentarme lo que sea que estuviera allá fuera, pero los demás me lo impidieron.  Poniéndose en medio y jalándome, trataron entre todos de impedirlo, pero eso sólo me impaciento más y sin darme cuenta había lanzado un fuerte rugido lanzando a todos en el piso.

Por un breve segundo me alegré al verme libre pero después al percatarme de la mirada terrorífica de todos los que me acompañaban me di cuenta de mi error, ellos también estaban angustiados y yo como su luna en vez de ayudarlos, solo había aumentado vertiginosamente su temor.

 

Alpha Nick

 

Se supone que un alpha y menos uno real no debe saber lo que es el miedo, pero era precisamente ese el sentimiento el me embargaba y amenazaba con paralizar mi corazón cuando Samuel me informó que quien nos estaba atacando era él, como era de esperar ya se había enterado del regreso de Sami y volvía por ella, sólo que está vez no sería como la anterior, estaba vez estaba preparado y no dejaría que nada ni nadie me la arrebatara de nuevo, no pasaría trescientos años sin ella.

 

Mis guerreros y yo nos enfrentamos a las tropas de vampiros que teníamos en frente, aún no podía comprender como había burlado el encantamiento de protección de nuestras entradas, pero eso sería lo menos acabaría con su vida de una vez por todas. Luché y enfrente a todas las sanguijuelas que tenía a mi paso, el olor a sangre ya inundaba todo el ambiente y ya los cadáveres de los apestosos chupasangres se iban amontonando.

 

 Un signo de alerta se instaló en mi cabeza cuando busqué y busqué al maldito y no lo encontré ni había rastro de su repugnante olor, entonces me percaté de un sobre que estaba sobre uno de los árboles, me extrañó muchísimo pero lo tomé y me quedé impactado al leer su contenido: “En la guerra y en el amor todo se vale, así que estuve dispuesto a pagar con la vida de algunos de mis hombres, todo para que ella supiera de mí, porque conociéndote como te conozco estoy más que seguro de que no le habrás hablado de mí. ¡Ahhhh, después de tanto tiempo y sigues decepcionándome".

 

Tras leer sus palabras no pude evitar sentirme como un auténtico imbécil y lanzar un muy aterrador gruñido, el más fuerte de toda mi vida, él muy malnacido me había puesto una trampa y yo había caído magistralmente en ella, mi Sami ya se preguntaba quién era él.

 

 

Hace dos horas que la batalla había finalizado, y tenía a Nick abrazándome muy fuerte en nuestra cama, el temor de perderlo o que le pasara algo tanto a él como a la manada había sido tan aterrador que había echado a un lado mi deseo de saber la identidad de la persona que me buscaba y todo lo demás.  Lo importante era que él y toda la manada, mi manada estaba bien. Ya tendría tiempo de enterarme de todo lo que necesitaba saber.

— ¡Oye, prométeme que nunca me dejarás! —Le dije con la voz tonta de una loba profundamente enamorada.




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