Una Luna Para El Principe

2. Ojos Dorados.

Llegar al hospital fue rápido, para nuestra suerte, Rhys, nuestro médico y amigo se encontraba hasta ahora ingresando al hospital.

—¡Rhys!—Le gritó y logró llamar su atención—. La encontramos en el bosque inconsciente.

La cara de preocupación en Rhys fue evidente. Pidió de inmediato una camilla y apenas la trajeron Ross la puso en ella. Salieron corriendo hacia la parte interna del hospital y me senté en una de sus sillas a comerme lo que me preparo Noah, mientras me miraba en la dirección en la que se acaban de ir.

Rhys era un omega. Un amigo que conocí después de Noah y era lo que llamaríamos comida de emergencia para molestarlo cuando teníamos nuestras aventuras, también es nuestro médico cuando suceden accidentes.

—¿Nos quedaremos acá?—Ross se sienta a mi lado mientras agarra un poco de comida.

—Sí, esperemos que Rhys nos cuente qué sucedió, seguro el rey deseara interrogarnos apenas le informen que nos encontramos a una omega en el bosque.

Ambos nos quedamos terminando nuestros bocadillos mientras la espera se hacía eterna. No entendía porque las revisiones médicas demoran tanto, pero ya se me había acabado la comida cuando Rhys aparece por fin.

—Casi que no sales ¿Todo está bien? Quiero ir a ver qué harán para cenar, se breve.

—Deberias revisarte ese estómago tuyo, siempre estas pensando en comida—Eso es mentira, algunas veces pensaba en pelear—. La chica está bien, inconsciente todavía, pero se pondrá bien ¿Dónde la encontraron?

—En el bosque sola y tirada—. Rhys se pone a pensar y prefiero llevar mi atención a otro lugar.

Piensa mucho.

En eso la puerta del hospital se abre, dejando ver a mi padre ingresar. Ya había aparecido el gran rey de la manada. Sí me visto con ropa de carne ¿Me podré comer? Seguro sabrá delicioso la carne y más si Noah la cocina para mí, puedo decirle a…

—¡Claude!—Me quejo y levantó la mirada hacia mi padre.

—¿Sí? ¿Por qué gritas?—No estaba sordo, así que no era necesario gritarme.

—Te estoy hablando y seguramente estás pensando en carne—Solo un poco.

La carne era mi comida favorita, así que a veces pensaba en ella y me daba hambre, como en estos momentos.

—Te estas perdiendo de nuevo—Me avisa Ross y solo parpadeo un poco.

—Dime que sucede ¿Encontraste una esposa?—Sabía que no venía a hablar de eso, pero aun así dedicaba tiempo a recordarlo para que pareciera que estoy interesado.

—No, quiero saber que sucedió.

Yo también quisiera saber que estaba pasando, ni siquiera recordaba porque estaba sentado en el hospital. Me miró un poco los brazos y las piernas, pero no encuentro herida alguna que pueda explicar mi visita aquí. Observó a Ross y ahí recuerdo la chica que había encontrado, eso explicaba mi motivo de estar aquí.

—No se, la encontramos y la trajimos—Debería despertar pronto y salir del hospital.

Seguro la llegada de un nuevo omega sería una excelente idea para realizar una gran fiesta como bienvenida ¿Hacerla mi amiga? Sería excelente.

—¿No ha despertado, Doctor?—Mi padre mira a Rhys que no duda en sonrojarse.

—No, no sabemos si despierte pronto, pero le podemos avisar cuando lo haga—Los omegas eran raros.

Algunos de los omegas que conocía acostumbraban a sonrojarse con la presencia de un alfa cerca y mostrar actitudes que no logro comprender por completo. Me levanto por fin de la silla y salgo del hospital por fin. Tal vez sea un buen momento para ir a preguntar por la cena o ver si puedo ayudar en algo.

Sí, seguro Noah necesita mi ayuda.

Llegué a la cocina y lo encontré mirando las verduras. Me acerqué y le sonreí.

—Noah—Canturrie.

—No, todavía no está la comida y tampoco necesito ayuda para probarla—Hice un puchero y me senté.

Agarré uno de los cuchillos y empecé a darle vueltas sobre la mesa. 

—Has un plato con mucha carne para la cena—Noah me quita el cuchillo y me queda mirando.

—Sí, deja mis cuchillos quietos que no son para que juegues—Le vuelve a poner con el resto—. Escuche que tú y él guardia ese, encontraron a una bella dama.

No podía asegurar si era bella, ya que no pude verle el rostro por lo sucio que se encontraba. Tal vez cuando despierte pueda ir y verla, aunque no me interesa si es hermosa, solo lo que le sucedió y si quería volverse mi amiga, aunque todos siempre quieren ser mis amigos.

—Deberías preguntarle a Rhys y hacerle algo para cuando despierte—Noah se me queda mirando un momento antes de parpadear varias veces.

—A veces se te ocurren ideas geniales, Majestad—Hice una mueca y Noah busco su teléfono seguro para escribirle a Rhys.

Me levante y mire la nevera. Había varias cosas que podía comerme en estos momentos, así que saqué unas cuentas, pero antes de que pudiera hacerlo, Noah me las quita de las manos y las vuelve a guardar.

—¡Noah!—Quería comer un bocadillo antes.




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