Una monja es mi mate (saga N°1)

CAPITULO 4

Antes de continuar con la lectura me disculpo por las faltas que tiene. como vera no he tenido un poco de tiempo libre para poder corregirlo.

Gracias por su compresión 

 

 

 

 

Poco a poco me voy quedando dormida….

 

-le comunico a aquellos extranjeros podrá recibir ayuda con la recepcionista los que no tengan a nadie esperando-poco a poco voy abriendo mis ojitos valla que me dormí todo el viaje, y por lo visto soy la última en salir agarró mi bolso dirigiendo a las últimas personas llegando al final de un pasadizo, observando a la Moza una morena alta de unos ojos marrones oscuro con un cuerpo…, valla las sudafricanas son hermosas, me acerco a ella para que me dé un poco de orientación.

-discúlpame señorita me diría porque camino debo tomar para llegar a la salida - Ella me mira de cabeza hasta los pies, si se estará pensando ¿está que ase aquí? lo veo dudar en responderme un poco, así que solo le hablaré en su idioma .

-(no se preocupe puede contestarme en su lenguaje yo la puedo entender)-y sí que está más sorprendida , o yo creo que exagera,  desde pequeña mis padres me consiguieron varios profesores de diferente idioma entre ellos el español, árabe, rumano,…entre otros , y pues el idioma de este pueblo recién hace un año atrás me dedique a prenderlo al principio me fue difícil pero yo soy buena con los idiomas .mis padres pensaron que tenía una niña prefecta pero todo acabo cuando les mencione la peor noticia de su vida si ya lo saben.

-(discúlpame es solo que no es común de un extranjero hablar tan corrido nuestro idioma)

-(no se preocupe)

-bueno solo siga las señales de salida las moradas que ven afuera puestas son para los turistas, ellas la guiaran hacía la salida, que tenga un buen día)

-igualmente-me alejo de ella siguiendo las indicaciones de las señales llegando a la salida, la hermana me dijo que un hombre de la tribu me iba a estar esperando, pero no miro a nadie será que me equivocado de vuelo, lo dudo mucho…bueno

-usted es la hermana samanta -valla que asusto me giró para mirarle es un hombre de edad con poco cabello al lado superior, alto un metro ochenta y siete por lo menos.

- me ha asustado pensé que me quería secuestrar –le dijo al hombre de forma graciosa, asiéndole sonreír.

 Me guía hacia la salida dirigiéndonos a un carro de los tiempos de Hitler , nos subimos a la parte superior , dándole las indicaciones al conductor a nuestro siguiente paradero.

 

 




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