Una monja es mi mate (saga N°1)

CAPITULO 14

 

 

En el momento en que puse un pie en áfrica, me he sentido extraño, no lo dejo notar a Amir mi inquietud, sino le daría razones de sobras o ideas de sobras, nos dirigíamos a la tribu de la manada principal donde se encuentra el Alpha. su manera de pensar es muy primitivos pero cada quien vela la seguridad de su manada, así como yo me preocupo de todos ellos. Por eso debemos averiguar por qué hay roges en áfrica, lo que parece muy extraño, quien en su sano juicio viene atacar a las tribus de África, sabiendo que están a mi cuidado.

 

Uno de los hombres se me acerca informándonos que ya estamos llegando, divisando así las cabañas unas 23 cabañas, me supongo que las más grande ha de ser del jefe, aunque es de noche, todos los hombres lobos tenemos un olfato, vista y oídos tres veces más sensible que un humano.

Nos bajamos del auto seguidos por Amir, a medidas que caminamos los hombres de la tribu se inclinan en señal de respeto. Caminamos de largo cercándonos a Alpha de la manada, un hombre lobo de sus 367 años, recién hace un año atrás que encontró su luna, encontrándose ya en estado y teniendo su futuro sucesor.

-Alpha Eduar es un placer tenerlo de visita en nuestra tribu, me supongo que ha venido por los acontecimientos que está sucediendo.

-Alpha Kikey, me alegra verlo después de tiempo, ya sabe mi motivo por lo que me encuentro aquí, espero que apoye con nosotros para saber la causa de los rogues.

 

Después de las presentaciones el Alpha me presento a su luna, de cinco meses o más por lo que veo. Causando en mi nostalgia, pero no muestro señal de fastidio, de ¿por qué a mí? de todos de los Alpha soy el único solo, acaso la diosa luna me odia para no encontrarla. Nos muestran el lugar donde me quedare y a todos mis hombres.

 

 

En la mañana por lo que veo todos están muy animados por mi llegada, aunque yo no lo veo mucha importancia.

-vamos despierta dormilón-lo ignoro y sigo con mi sueño-vamos gran Alpha, los niños están emocionados, para que miren al gran Alpha de los Alpha, no querrás dar mal impresión, durmiendo asta tarde, o dirán que eres flojo.

-“está cerca lo puedo sentir”

Escucho a mi lobo hablar por lo que me resulta extraño levantándome de golpe en la cama, haciendo que Amir me mire angustiado, él sabe tanto como yo, que en cualquier momento puede liberarse la bestia.

 

-Amir no te separes de mí, siempre sígueme-le doy la orden, asintiendo en repuesta-algo extraño va a pasar, a cualquier forma tienes que encontrar la manera de controlarme, si es posible avisa a los hombres y de la tribu los más fuerte para que estén preparados-me dirijo hacia la salida, observando desaparecer a mi amigo, agradezco que haya venido conmigo. Solo poco de los hombres saben de mi condición, los de la tribu zulo también lo saben hace 70 años atrás ellos presenciaron a la bestia tomar control de mí, muchos salieron heridos por mi culpa ojala que hoy no salga, no quiero causar temor a estos niños y que conozcan mi verdadera personalidad.

 

 

 

 

 

 

 




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