CAPITULO 23

-hace unos días me llegaron una carta del convento, te lo iba a dar pero veras se me olvido-mi amigo se notaba un poco   intranquilo.

-no descuida –extiendo mi mano para recibir el sobre de la carta, lo abro y comienzo a leer

De: el padre Florencio

Para: mi niña

Hola mi niña, sabes te hemos extrañado tanto la hermana Lili y yo como veras todo la iglesia está en silencio desde que te fuiste. Te extrañamos mucho, pero sé muy bien que lo haces por dios, eso me inspira a seguir enseñando a futuras y futuros servidores de dios.

Bueno para a aquello no te escribía, veras ha sucedido un caso  especial, tus padres me escribierón no hace mucho, en especial tu padre .declarando que el estar en África sola, es muy peligroso por lo que nos pidió, o mejor dicho nos exigió que enviemos a alguien en compañía tuya.

Actuamos de inmediato mi niña, tu padre es de temer, así que preguntamos a los laicos si alguno quería ir e incluso recurrimos a las jóvenes monga que tienen ya tres años y ninguno asedio a ir por lo que no me quedo más de otra que comunicarme con su padre.

Al decirle que no había nadie disponible, mi niña su padre estaba aún más molesto, hasta que el mismo ofreció a enviar a alguien que conoce, así que aceptamos.

Me dijo que es una personas que conoces y la aprecias mucho, bueno mi niña me alegro ya  no estarás sola ella llegara en unos dos días.

Cuídate mi niña que dios guíes tu paso.

Atte:el padre Florencio

Vuelvo a leer el papel una y otra vez .hasta que me hago la pregunta del millón ¿a quién envió papa? Y ¿con que propósito?, le conozco y sé que no envía a alguien sin antes tener un plan, acaso será lo de la llamada que tuve con mi madre…-hoo estoy perdida-hablo para mí misma

-se encuentra bien señorita san-le noto preocupado a mi amigo

-no te preocupes amigo, solo…solo necesito que me encuentres otra cama para alguien

por favor.

-como diga señorita-le veo salir a Ashanti.

Calculando estoy segura que hoy viene, lo que no se es a qué hora podrá llagar será en la mañana o en la tarde.

-¡amiguísima!, donde estas-escucho esa voz...... esa voz será posible que sea ella.

Salgo lo más rápido encontrándome a una joven esbelta de unos 1.79, pelirroja con unas curvas de infarto y esas piernas ni hablar,con un pantalón gin y una sudadera color celeste y con unas tres maletas a lado de ella, llamando la atención de todos.

-Alexa..-hablo fuerte llamando su atención-hooo estas aquí amiga, dios no lo puedo creer después de tanto tiempo-corro junto a ella abrazándola fuertemente.

-yo te extrañe mas san-juro que las lágrimas quieren salir, pero no las dejo, no quiero que arruine este momento especial.

Nos separamos para mirarnos ambas, después de tanto mirarnos nos comenzábamos de reír como locas.

-veen me justaría hablar contigo pero espero a mis pacientes  así que tendrás que ayudarme-la observo angustiada de que diga que no.

-claro que siiii...acá donde vez-se señala con la mano como una diva-soy especialista atendiendo a los enfermos-y lo último lo dice con una voz sensual, lo que me hace reír

-ya como tu digas

-oye no sabré como tú, pero me defiendo-esta seria.

-está bien te creo ahora vamos para mostrarte donde te quedaras y el lugar donde trabajaremos-le dijo lo último jalándola así mi cabaña, ya me sentía incomoda seguir hablando en medio de todos donde nos observaban con interés.