II PARTE

Para Emily y Daniel, no fue el fin.

Pasaron solo dos días hasta que se volvieron a ver en la estación del autobús, se sentaron en sus lugares y hablaron sobre su vida mientras llegaban a su destino, justo como la primera vez.

Emily y Daniel se conocían desde niños, habían pasado la mayor parte del tiempo juntos e incluso llegaron a ir a la misma escuela; hasta que el momento de crecer llegó y era hora de definir su futuro.

Emily había decidido estudiar en una universidad en su ciudad y cerca de su casa y así poder estar cerca de las personas que amaba, especialmente de Daniel.

Al contrario, Daniel eligió el camino lejos de todos, la oportunidad de estudiar durante 6 meses fuera de su país había aparecido para él y sin dudarlo, aceptó, aún siendo difícil para el alejarse del amor de su vida, Emily.

Para ambos había sido difícil esos largos meses, pero finalmente lo superaron y ahora estaban ahí, juntos de nuevo; podrían haber crecido y madurado, pero aún seguían siendo los mejores amigos y para Emily y Daniel, eso se sentía bien.

—Me alegro tanto de que hayas regresado —dijo ella mirándolo con amor.

Una sonrisa apareció en el rostro de Daniel y tomando la mano de ella, respondió.

—Y a mí, me hace muy feliz verte de nuevo.

Emily lo miró por unos segundos y luego lo abrazó, temiendo qué si lo soltaba se iría de nuevo.

—No quiero que te vuelvas a ir nunca, por favor —Susurro en sus brazos—. No podría soportarlo de nuevo.

Cuándo dijo esto, Daniel cerró sus ojos y la abrazó más fuerte contra él.

—Siempre estaré contigo Emily.

Se quedaron así por un momento más hasta que llegaron a su parada, ambos se separaron y Daniel fue el primero que se levantó y luego le tendió una mano a Emily para ayudarla y ella sin vacilar aceptó; ambos tomados de la mano bajaron del autobús y caminaron hasta el porche de la casa de ella.

—Gracias —dijo Emily, sonriendo.

—De nada —respondió él.

Se miraron unos segundos hasta que Daniel se acercó para besar su mejilla a modo de despedida.

Soltaron sus manos y Emily caminó hasta la puerta de su casa para entrar.

—¡Emily! —Daniel la llamó.

Ella se volvió para mirarlo de nuevo.

—Espero que este no sea el fin.

Dijo el, repitiendo aquella misma línea qué había dicho cuando se re encontraron.

—Tal vez —dijo ella.

Sonrió por última vez y entró a su casa cerrando la puerta detrás de ella

Entró a su casa, cerrando la puerta detrás de ella, dejando al chico con una gran sonrisa en su rostro, justo como la primera vez.