Una noche... Una fiesta

Capitulo 3: palabras encarceladas

  Esmeralda Brown

Ayer por la noche llame a mi abuela, me aclaro todas las dudas que estaban presente en mí, pero no quede del todo tranquila, algo en mi me dice que me están ocultando algo, pienso en pasarlo por alto, porque puede que sean inventos míos; ayer por la noche tuve un sueño que no se ha borrado de mi mente. Soñé que despertaba por la noche a buscar un poco de agua, Noah está en la cocina, la escena cambio drásticamente encontrándome encima del mesón, Noah estaba entre mis piernas y nos estábamos besando, no era cualquier tipo de beso, era un beso que reclamaba, lujurioso, y que ansiaba probar los labios uno del otro. 

Quizás este sintiendo cosas por Noah, dicen que los sueños revelan los sentimientos, pero hasta que no esté completamente segura de que siento algo más que amistad por Noah, no le diré nada.  

- ¿Qué te parece si salimos después de clases? - Noah me saca de mi pensamiento. - ¿Qué dices?, hace más de un siglo que no salimos- Noah tenía razón, desde que me aleje de él, fue como que le dimos una pausa a nuestra amistad. 

-me parece bien, ya tomé una decisión, voy a inscribirme el jueves en el grupo de beisbol- lo estuve pensando por la noche, y creo que una buena manera de distraerme y salir de mi zona de confort. 

-me parece estupendo, hablando de deportes, hay alguien a quien quiero presentarte, se llama marco, es mi mejor amigo, él salió de la ciudad, pero viene mañana, y quisiera presentarlos, ya que son mis mejores amigos quisiera que se llevaran bien- no sabía que Noah tuviera un mejor amigo, pensé que era su única mejor amiga. 

-ya me tenías remplazo-dije en un tono de ofendido. 

-no creo que haya alguien en este mundo que pueda remplazarte- cerré mi casillero y le di un golpecito en su brazo. 

El timbre sonó indicándonos que ya debíamos entrar a las respectivas clases, la clase que tenía era química y no la compartía con Noah, a Noah le tocaba física. 

-nos vemos en el comedor linda- me dio un beso en la mejilla y se dio la vuelta para irse a su clase. 

Yo aun no podía moverme me quedé un tiempo más ahí de pie, paralizada por el beso que me había dado, aunque era un beso en la mejilla, el sueño que tuve la noche anterior me despertó unos sentimientos hacia mi mejor amigo, y este beso me hiso sentir mariposas en el estómago, una mano posada en mi hombro me hiso salir de mi estado de shock, me giro para ver al dueño de la mano que está en mi hombro. 

-disculpa no quería molestarte, soy nueva y no sé dónde queda el salón de química, ¿podrías ayudarme? - mis ojos recorrieron a la chica que tenía una sonrisa hermosa, su cabello era muy llamativo, era de color rojo, pero en las puntas era un rojo fuego. 

Puede que su cabello es teñido. 

Si debe serlo, porque nunca había visto un cabello así. 

-claro, yo también voy para esa clase, vamos. - la chica se veía muy simpática y amable. 

-mi nombre es virginia jones, pero puedes decirme dona, no me gusta que me digan virginia- íbamos subiendo las escaleras y dona me seguía el paso. 

-soy esmeralda Brown, y puedes decirme esmeralda-dona rio por mi presentación. 

-me agradas, te parece si nos sentamos juntas en el almuerzo, es mi primer dia y no quiero estar sola, espero y no te moleste. 

-no, si me molesta-la mire a los ojos y dona no dejaba de mirarme, me estaba dando una mirada retadora. 

Estalle a carcajadas, y dona relajo su mirada, y me miro confundida. 

-es broma, puedes sentarte conmigo, si tu mirada matara, ya me hubiera tirado de la escalera. 

-me caes bien, creo que seremos buenas amigas-dijo entrelazando su brazo con el mío. 

Llegamos a la clase de química y aun el profesor no había llegado, dona se sentó a mi lado. 

-y cuéntame de donde eres-pregunte para conocer un poco de ella, ya que el profesor no había entrado al salón. 

-soy...de Texas, mis padres se mudaron a new york por el trabajo-tomo pausa y después continuo-y tú eres de aquí. 

-si yo soy de aquí-fue lo único que alcance a decir ya que el profesor había entrado al salón. 

-hola chicos, soy el profesor Ricart Martínez, este año espero y den todo de ustedes ya que es su último año de clases, soy muy estricto con la entrega de los trabajos, así que espero no tener que reprobar a todo el salón. 

-el año pasado escuche que reprobó a medio salón de último año, por poco y no se gradúan esos chicos por el profesor, tuvieron que recuperar su asignatura, pero ninguno obtuvo una nota alta, todos tuvieron notas bajas pero las suficientes como para pasar su materia- escuche lo que el chico a mi lado le decía a su amigo, ese rumor me asusto, así de malo era el profesor. 

El profesor empezó explicando unos ejercicios de nomenclatura, y luego nos dejó resolviendo los ejercicios de nuestros libros. 

No sé cuánto había pasado, pero solo había resuelto la mitad de los ejercicios, ya era el segundo día y nos estaba poniendo tareas. 

Levanto mi mirada, y todos los chicos están resolviendo los ejercicios, miro a dona y me sorprende ver que ya está terminando el último ejercicio, al parecer ella nota que la estoy mirando y se voltea a verme. 

-se te resultan difícil-asentí-mira cópiate de las que te falten. 

Hice caso a dona y copié las que me faltaban, terminé de copiarlas y dona y yo nos dirigimos al profesor. 

-muy bien chicas, pueden salir de la clase, para la próxima clase deben de traer los 4 ejercicios siguientes realizados. 

Dona y yo salimos del salón y como aún faltaba para que empezara la siguiente clase, nos dirigimos al patio del colegio y nos sentamos en el césped. 

-gracias por ayudarme con lo de química, sino fuera por ti, me hubiera quedado ahí dentro hasta que sonara el timbre. 

-no fue nada, ya había resuelto la mayoría de los ejercicios, si quieres cuando se te complique te puedo explicar cuando quieras. 




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