Una nueva oportunidad

Capítulo 6

Evelin se maldijo a sí misma mientras trataba de salir del trance en que terminó al tropezar como una tonta y caer sobre el hombre que la salvó. Evelin trató de alejarse, pero aquello fue mucho, pero, su mano resbaló con la lona que había caído a su derecha y esta vez no besó por accidente a aquel hombre, sino que su frente terminó golpeando la nariz del hombre.

— ¡Oh, por Dios, lo siento tanto! — Esta vez la chica se puso en pie — me… me resbalé, no fue mi intención, lo siento muchísimo.

El hombre se incorporó mientras yo me quedaba de rodillas aun entre sus piernas. El hombre que tenía su nariz cubierta dejó ver la sangre que había comenzado a caer de sus fosas nasales debido al golpe.

— ¡Por el amor de Dios lo siento tanto! — la chica trató de tocar al hombre que la apartó — déjeme ayudarlo yo…

— No — aquel hombre se puso en pie con frustración — no necesito para nada que me ayude, solo… quédese en la sala mientras termino todo. ¿Está bien?

— Yo… lo siento.

— No diga más que lo siente, solo obedezca — el hombre sonrió ligeramente —. Creo que podría romperme el cuello si sigue a mi lado, señorita.

Alan se alejó de la mujer que había caído tontamente sobre él, comprendía perfectamente que estuviera nerviosa y ansiosa, pero debía ser más cuidadosa. Si sus hijas hubiesen visto aquella escena con ambos en el suelo, habrían pensado cosas que sin lugar a dudas lo complicarían todo.

Alan llegó al estante en el área de lavado, tomó un par de mantas y un juego de sábanas limpias antes de volver al pasillo donde seguía la mujer que había hecho a su nariz sangrar. La mujer lo miró con remordimientos mientras este pasó a su lado. Alan suspiró mientras ella lo seguía una vez más dentro del pequeño cuarto que le sedería.

Alan se movió con prisas mientras arreglaba la cama, miró hacia la ventana donde una gruesa cortina fue ligeramente removida para luego ser colocada de vuelta a su lugar.

— Hace frío fuera, pero el aislante de la ventana está en excelente lugar, así que no se preocupe — el hombre la miró —. Te traeré una maleta con un par de ropas, de las que han dejado algunos clientes. Espero que no te moleste, no tengo mucho más aquí, así que…

— ¡Oh, está muy bien! Usted me ha ayudado mucho y yo… —La chica suspiró — parece que solo doy problemas.

— Los accidentes ocurren, en especial cuando se va la luz. Las ventanas están cubiertas para evitar el frío, así que esta casa se vuelve imposible cuando se apaga la luz.—El hombre tocó su nariz —. Además, me he golpeado antes, no se preocupe.

— La cama le quedó excelente — Evelin dijo señalando el trabajo que Alan había hecho con pericia —. ¿Lo ha hecho muy bien?

— Es mi trabajo, vivo aquí desde que nací y mi padre me ha enseñado a manejar un hotel familiar desde siempre, así que ya se ha hecho costumbre.

— Eso es genial, su familia le ha dado un bonito regalo — Evelin pensó en que sus padres solo le habían usado para conseguir una buena vida, se sintió triste, así que alejó aquellos pensamientos mirando al hombre frente a ella — sé que no quiere que le dé las gracias, señor…

— Alan — pidió el hombre — dígame, Alan, no necesita ser cortés — el hombre asintió — y sí, no quiero que me agradezcas.

— Cómo no hacerlo me ha salvado la vida — respondió la chica —. Pero no se preocupe, quiero pagarle con algo mejor que unas simples palabras — Evelin sonrió —. ¿Puedo ser su aprendiz? Me gustaría trabajar para usted, señor … Alan.

— ¿Quieres trabajar aquí? — señaló alrededor —. ¿En el hotel?

— Sí, creo que podría ayudarle con la casa, sus hijas y el hotel — Evelin sonrió — soy realmente hábil — la chica extendió la mano — ¿Me aceptaría usted?




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