Una nueva oportunidad para la voluntaria -Tnoftv

Capítulo VIII

El carruaje de los Duques de Mensis tuvo un largo y tedioso recorrido. Lord Arlos había quedado rendido en las faldas de su tía, mientras que Lady Rubín se apoyó en el hombro de su padre. Pasada la media noche, los Duques despertaron a los niños, quienes adormilados no querían salir del carruaje. La Duquesa ordenó al mayordomo que arreglara una habitación para su sobrino y pidió que Quizi lo atendiera personalmente por estos tres días. El Duque, que era un padre cariñoso y fuerte, cargó a su hija somnolienta hasta su recámara para que, posteriormente, las sirvientas le ayudaran a cambiarse. Los días de práctica habían dejado exhausta a Sky y el momento de vivir en carne propia el desprecio del príncipe fue duro de soportar, aun para ella que no tenía sentimientos hacia él.

El Duque estaba insatisfecho con el compromiso, pero cuando el Rey comunicó la oferta de enlazamiento él no pudo negarse porque sabía que su hija se había enamorado del dichoso príncipe; y, siendo sincero, educado como lo fue, no era una mala opción.

El hombre con mayor estatus del Reino después del Norem y un prodigio en todo lo que se proponía. No había quejas u observaciones hacia él, sería el yerno perfecto. Pronto eso cambio, surgieron rumores que no eran nada favorables para su hija, la hacían ver como una chica miserable que mendigaba la atención del Príncipe Heredero.

Su pequeña no se quejaba y tampoco decía nada al respecto, cuando le preguntaban por el príncipe, ella sonreía alegremente, cambiaba su humor, sentía que era una bendición haberse comprometido con él. Sin embargo, el Duque comenzó a tener en reserva su opinión. Su mujer podía taparse los ojos con una venda, ella al igual que su hija podían seguir anhelando ese ansiado título. Pero era un hombre de honor y siempre velaría por ellas, aun si no estaban dispuestas a cooperar y no entendieran sus acciones.

Al presenciar el baile, por primera vez observó directamente a ese muchacho del que solo había escuchado. El Duque, un hombre hecho y derecho, descubrió lo que había tras los ojos del príncipe. "Ese niño está jugando, no sabe lo que quiere y tampoco le daré tiempo para pensarlo".

Lo meditó toda la noche y lo habló con la Duquesa, discutieron, pero ella también había estado presente, ella mujer que ha vivido, mujer que ha visto y sentido una mirada de cariño y amor, ya no podía seguir sosteniendo anhelos personales y egoístas. ¿Pero había problema con eso, quién dicta que se debe cansar enamorados? Todos en la fiesta se habían percatado, que Lady Vera Rubín hija de los Duques de Mensis no tenía el favor del Príncipe Heredero.

En la mañana ajetreada, después del desayuno en familia, el Duque llamó a Lady Rubín a su despacho de la forma más encubierta posible. Sky entró a la habitación favorita del Duque, saludándolo nuevamente. Imaginó que sería llamada para explicar lo que había ocurrido en la noche pasada y quizás ser regañada por su madre por no permanecer a lado del Príncipe, pero el Duque ya tenía las palabras exactas para todo y quería dejar al margen a la Duquesa.

—Vera Rubín, ¿usted cree que el Príncipe es esencial en su vida? —preguntó el Duque.

Sky arrugó su frente y tomó asiento, al parecer tendría una charla seria y argumentativa.

—Para nada, padre. Ni el príncipe ni ningún hombre tiene porqué ser esencial en mi vida. Excepto usted, por supuesto —sonrió con cariño. Él Duque se sintió orgulloso. ¿Acaso esas pueden ser las palabras de una engreída, superflua e infantil hija? Claro que no, su niña ciertamente ha madurado.

—Entonces, ¿tiene alguna objeción si solicitamos formalmente la ruptura del compromiso al Norem?

"¡¿Esto pasó en la novela?! ¿Qué está sucediendo? Acaso... si es decisión de los personajes originarios de la novela, ¿habrá forma de cambiar mi final? Si es posible... ¡Entonces, intentémoslo!"

Sky se asombró, el Duque desde su sillón tenía los ojos fijos en ella y la observaba con una mirada determinada y poderosa; en cambio, él vio el rostro confundido y meditabundo de su hija, pero ella respondió al final con seguridad y decisión —No tengo ninguna objeción, más bien, de verdad, le estoy muy agradecida por eso, yo jamás podría habérselo pedido.

—Rubín... —musitó el padre con un pañuelo listo para recibir las lágrimas. El dolor que sentía su hija era el suyo también.

—Pero, es muy probable que esto no funcione. Así que no se preocupe si resulta de esa manera. Mientras no ponga un pie en la iglesia muchas cosas pueden pasar.

"En realidad, si el hilo argumental no se interrumpe yo no me casaría tampoco con el Príncipe porque estaría muerta; sin embargo, me alegra que el padre de Rubín se preocupe por ella".

—Eso era todo, ¿verdad? —Dijo Sky.

—Otra cosa, no le digamos nada a tu madre de esto —dijo el Duque.

—Comprendo. Será un secreto —Lady Rubín levantó su meñique y su padre hizo lo mismo. —Pienso llevar a Arlos al pueblo de Caibos, me ayudará con el proyecto.

—¿Estás segura? Tu primo es un poco insoportable —comentó el Duque.

—Puedo manejarlo —rio Sky.

—Entonces, solo regresen temprano —concluyó el Duque. Se acercó a su hija y le besó la frente con ternura.

"No entregaré a mi hija a nadie que no reconozca su valor".

Aún para alguien que ostentaba el título y poder de un Duque, la vía ordinaria para una solicitud como la que tenían en mente no estaba exonerada de trámites. Eso era otro procedimiento formal que tenía que entablarse administrativamente por lo que iba a ser un dolor de cabeza; primero, por las hojas confidenciales que tenía que rellenar, la contracautela para el honor del príncipe y sobre todo seleccionar al más cauteloso y prudente letrado que lleve a cabo la resolución de la "promesa" matrimonial.

Mientras tanto, Reene había preparado el carruaje con los víveres necesarios. Arlos ya se encontraba dentro y al llegar la renovada Sky, partieron inmediatamente. Como la duración de viaje era un poco larga, intensificó la conversación con su insensible primo, quien no era tan mal compañía, algo mordaz al hablar sí, pero tolerable, ya que eran familia.



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En el texto hay: reinos, universitaria, transmigrar

Editado: 22.09.2021

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