Poco a poco fui perdiendo la esperanza de que Matt despertara y creo que los médicos también, ya que han pasado 6 meses y él no da señal de vida alguna.
Los doctores nos han dicho que él no va a despertar y que cuando la madre de Matt este lista lo desconectarán y todo habrá acabado.
Ella por obvias razones aún guarda la esperanza de que él despierte y por lo tanto no deja que lo desconecten. Toda su familia mantiene muy triste y la pobre Laura falta a clases, no come bien,incluso a veces no lo hace, mantiene deprimida y llorando...y yo, de mí puedo decir que aunque por fuera me vea muy bien por dentro estoy rota en miles de fragmentos, destrozada desde el corazón hasta el alma...ya ni siquiera sé si tengo alma o si ya se fue con Matt, me siento vacía como si lo único que hubiera en mí fuera un horrible abismo sin fin, un precipicio sin salida donde todo es oscuridad y la poca luz que había se desvanece sin darme cuenta.
Los meses anteriores el dolor era mi único compañero, Ian se la pasó intentando hacerme sonreir, pero todos sus esfuerzos fueron en vano ya que la soledad con la que estaba mi alma ocupaba todo lo que hubiera en mí.
La felicidad desapareció como si el viento se la hubiera llevado y nunca fuera a regresar, los días eran eternos como contar el agua o la arena o incluso eternos como las lágrimas he llorado por Matt, que salen de mis ojos y se deslizan por mis mejillas perdiendose en un abismo hasta llegar al suelo y simplemente ser olvidadas...
Cada día la fe y la esperanza se agotaban lentamente y el hecho de perderlo y no volverlo a ver me encierra en una pesadilla de la que me es imposible escapar, cada momento que pasamos juntos se reproduce en mi cabeza repetidas veces y cada noche es el mismo sueño...Una despedida, Matt y yo felices hasta que simplemente algo lo aleja de mí y se lo lleva donde soy incapaz de encontrarlo, todo a mi alrededor se vuelve negro y de repente lo veo, está indefenso, se sostiene con una mano para no caer al precipicio, corro hasta él, sus gritos de ayuda me destrozan, no puede verme, no lo puedo ayudar, mis manos lo atraviesan, no lo puedo tocar, su mano se desliza poco a poco hasta que él ya no se puede sostener y cae al abismo mientras yo veo y no puedo hacer nada, estoy sola hasta que vuelvo a ver algo al fondo, una caja que mientras más me acerco se vuelve un ataúd, llego hasta él y miro dentro, ahí está él, Matt, mi Matt, las lágrimas empiezan a salir sin control y luego despierto...
La realidad no es muy diferente a ese sueño, quizás Matt ya haya muerto y solo es capaz de respirar por todos esos aparatos que tiene conectados, la esperanza se acaba y cada día es más gris, más negro, el color de la vida se acaba y todo se vuelve opaco, en mi corta vida he llorado miles de veces cuando las personas que amo me abandonan, se van, se mueren, cuando las pierdo para siempre, ellas se van y no tienen que pasar por este terrible dolor, este sufrimiento que consume, que no me deja en paz nunca, ellos se van y no sienten nada, pero los que nos quedamos, tenemos que soportar todas las consecuencias, todo lo malo, la soledad, la tristeza, las noches sin dormir, las noches en las que lloramos hasta quedarnos dormidos, los días grises, el vacío en nuestro interior, miles de recuerdos con esas personas que preferirias no tener, poder olvidar, ser libre y así poder evitar todo eso que te mata lentamente y de que te es imposible escapar, esa pesadilla...
He llegado a pensar de que no merezco ser amada, cada persona que está a mi lado la muerte me la arrebata, en estos meses he caído en un estado de depresión y no es algo que pasó de un dia para otro, me he estado hundiendo poco a poco, una parte de mí se va con cada persona, cuando mi padre murió se llevo una parte de mi alma, lo mismo con mi madre y ahora con Matt, me he hundido muy hondo que creo que no puedo hundirme más, ¿Acaso tengo algo mal?...No lo sé, quizás mi lugar está entre la música, la soledad, la tristeza y la compañía de los libros, talvez la que debería morir soy yo, por que ¿Qué sentido tiene la vida si no puedes amar ni ser amado?¿como puedo vivir en un mundo gris?¿en un abismo?¿como voy a vivir sin ser feliz?¿sin poder sonreir?...Es imposible.
-Camila-dice alguien sacandome de mis pensamientos.
Al mirar a esa persona descubro que es Ian y le brindo una falsa sonrisa, mientras me limpio rápidamente las lágrimas que recorren mi rostro.
-Dime.
-Hoy es sábado y no voy a estar ya que voy a visitar a mi familia- al escucharlo decir eso las lágrimas vuelven a surgir.
-Claro, yo voy a ir al hospital. Que te vaya bien.
-No puedes pasarte todos los días en el hospital Camila.
-¿Y que quieres que haga, que salga de fiesta y me divierta con mis amigos mientras una de las personas más importantes de mi vida está en un hospital inconsciente? No, Ian no entiendes.
-Entonces explicame, yo te voy a apoyar y ayudar a superar esto.
-Hay personas con las que conectas con solo una mirada, una sonrisa o simplemente con sentir el tacto de esa persona, con Matt era así, yo lo miraba y sabía que no era una coincidencia o casualidad el habernos conocido sino que era algo que tenía que suceder, la vida me lo habia puesto en el camino para que yo volviera a sonreír, nos teniamos que conocer, luego de esos momentos que pasé con él soy incapaz de tener una vida en la que él no exista, no me puedo imaginar un mañana o un futuro sin él.
-Claro...ya me tengo que ir, por favor no llores más y vuelve temprano.
Asiento con la cabeza en forma de respuesta para luego alistarme e ir al hospital.
Cuando llego solo está la señora McConaughey así que luego de saludarla entro en la habitación de Matt.
-Hola Matt, soy yo nuevamente... te extraño, extraño hablar contigo, escuchar tu voz, ver tus hermosos ojos, tener esas pláticas sinceras y divertidas hasta quedarnos dormidos, ver la estrellas y formar figuras con ellas...