Una obra de amor- J.Jk

Una obra de amor

Todo empezó hace unas pocas semanas, y si, si tengo el atrevimiento de escribir de esto aunque me duela en lo más profundo de mi corazón. Siempre la lapicera y el papel fueron mis únicas maneras de descargarme, pero por primera vez hablaré de esto, siento que si no lo hago, dejaré que el dolor me consuma y me terminé muriendo en él, aquí va. Ah Jungkook te estás poniendo nervioso. 

Bien, escúchame todo fue más o menos así. 

Había una chica, si una chica hermosa y encantadora, deberían haberla conocido. Ella se había enamorado perdidamente de mi, no entendía como, ni por que, es decir ¿Por que alguien se fijaría en un desastre como yo? ¿Quien perdería tiempo de su vida en mi? Debía estar demente para querer meterse en un mundo lleno de tormentas como él mío, loca de verdad si pensaba que tendría una oportunidad conmigo en ese entonces. 

Ah, odio tanto decirlo, fui un completo idiota. 

La conocí en clase de literatura, había una competencia de quien hacía la mejor obra para el grupo de teatro ganaba un premio y podía entrar en las competencias nacionales e internacionales. Realmente no me interesaba, pero a Yoona le encantaba esa idea y más si tenía que escribir de amor, y por amor se refiere a mi. 
Recuerdo tan bien ese día, Yoona se levantó de su banco y se acercó a mi, me pregunto mi nombre, cosa que me sorprendió, nadie hablaba conmigo porque sabía que no contestaba pero ella se atrevió a hablarme.  

No, no, No, no estas entendiendo, yo no era mala persona, sólo me aburría la gente de mi clase, por lo que sólo me juntaba con los hermanos de Yoona. 

Volviendo a la historia, Yoona se presento. 

—Hola, soy Kim Yoona, ¿Te molesta si escribo sobre ti? —su mirada era dulce pero no me deje ablandar por ella. La mire y tome las cosas de mi banco para levantar me y salir de ahí, justo a tiempo ya que el timbre había tocado. 

Fui duró con ella, pero no quería que nadie escribiera sobre mi, menos para un maldito libreto escolar, obviamente no haría eso, no la dejaría. 
Ella nunca se detuvo, a pesar de que la ignorara en cada palabra que decía cuando me hablaba, ella seguís diciendo otra más, no se rendía y lo único que hacía era dejarla como una inútil hablando sola. 

No quería nada con Yoona, no quería que Jin o Nam me vieran con ella, eso podría haber afectado nuestra amistad, o eso pensé, estaba tan equivocado. 

Los días seguían pasando y la note observándome mientras me ejercitaba en el gimnasio de la escuela. Me tomé dos segundos en mirarla y ver como agachó la cabeza para seguir escribiendo, en ese mismo instante me acerqué a ella con enojo, era una maldita acosadora.  

—¡¿Qué demonios haces?! —pregunte tomando su libreta de una forma bastante brusca, hice que se asustara, ella pensó que iba a golpearla, por más que me gustara hacer eso en ese momento, no podía, ella era la hermana de mis dos amigos, no la lastimaría.  Deje de observar como se cubría su cabeza con sus brazos en una posición asustada, para observar la libreta, ¡Ella estaba escribiendo sobre mi! Arranqué las hojas y las rompí en su cara para que le quedará claro que no tenía que jugar conmigo, si yo le decía "no" era "No".  

—Jung...kook —las lágrimas de sus ojos no me detuvieron para leer la siguiente página, ahí estaban sus sentimientos, bien escrito decía "Creo que me he enamorado de Jungkook, mis hermanos van a matarme". Me reí al leer eso, ¿En serio creía que tenía una sola oportunidad conmigo? Claro que no. Me di vuelta con su libreta en la mano y la tiré a la basura. 

—No vuelvas a molestarme, porque no te mataran tus hermanos, te mataré yo —la amenace y ella asintió para levantarse y correr lejos de mi presencia. 

Le conté esto a Nam y a Jin, ellos se rieron de los sentimientos de su pobre hermanita, yo también me reí con ellos. Era muy ingenua, muy frágil, muy perfecta... 

Gracias a ese día dejó de molestarme, por dentro festeje, realmente estaba contento con mi resultado, al fin había alejado a Yoona de mi, pero había algo dentro de mi que se sentía incómodo al ver que ya no me miraba, que ya no me molestaba. Me había acostumbrado a su maldito acoso. 

Ahora quien la observaba todo el tiempo era yo, y era inevitable, donde yo estaba, ella estaba y pensé que lo hacía a propósito pero no era así, ella siempre estaba acompañada de otra chica, mi hermano siempre hablaba sobre ella en casa, nunca me dijo su nombre y no pretendía saberlo, sólo me importaba Yoona. 

Unas semanas después ya se me hacía inevitable no poder verla, necesitaba saber que estaba haciendo, necesitaba que ella me prestara atención por alguna razón, la necesitaba conmigo. Ese día levanté la cabeza de mi banco, sólo ella quedaba en el salón, estaba limpiando todas sus hojas hechas un bollo en el suelo, Yoona no tenía inspiración para la obra que tanto quería entregar y eso era mi culpa. 

—¿Necesitas ayuda? —me levanté a intentar ayudarla pero la asuste. Ella me miró con miedo, después de tanto me había mirado, pero no de la misma forma. 

—Jeon... —ahora me llamaba por mi apellido, como si fuera un desconocido—. No —quito su vista de mi, pasó tan rápido como quitar un cuchillo que duele dentro de tu piel.  

Tome mis cosas y me aleje de ahí. El día comenzó a llover, o como diría mi Hyung, "A llorar, el día está llorando". Moví mi cabeza de un lado otro, me estaba mojando pero no me importaba, estaba más concentrado en la charla de Yoona que a que me cayera un montón de gotas en la cara. 
Me senté a mojarme en una banca fuera de la escuela, estaba esperando a uno de mis más nuevos amigos cuando la vi pasar frente a mi con su mochila en la espalda. Me quedé observando la un largo tiempo, me había levantado con la intención de acercarme a ella y disculparme pero su pie tropezó, la tomé en mis brazos y la ayude a pararse, ella sonrió al verme. 

—Jungkook... —hablo, recuerdo mi sorpresa al haber escuchado mi nombre otra vez en sus labios—. Gracias.  

—Ten mas cuidado —me iba a alejar de ella pero tiro de mi brazo, algo en mi se incomodaba frente a ella y me hacía actuar de forma fría cuando realmente no quería. 

—Hay algo que debo decirte —gire sólo mi cabeza para verla y mantuve mi rostro serio, en ese momento sólo quería que Jimin llegará pronto con su auto, pero al verme así empapado, dudaba que me dejara subir, tampoco lo hizo, pero aún no llega ese momento, aún estaba con Yoona. 

—Rápido —voltee y puse ambas manos en mi bolsillo. Ella asintió y sonrió, luego cambio su expresión a una totalmente seria. Había tanta emoción en ella, se notaba a kilómetros de distancia. 

—Tu... Me gustas —alce mis cejas en sorpresa al escuchar su declaración, pero ahí estaba ese estúpido sentimiento de incomodidad, ella me ponía así. 

—No te creo —me cruce de brazos, y le pregunté —. ¿Como puedo gustarte si nunca hemos hablado? —en ese momento estaba tan intrigado por eso, era tan estúpido sentir algo por alguien como yo. 

—No hace falta que hablemos para que él sentimiento este ahí, tu me gustas Jungkook —repitió y se acerco más a mi. 

—Sigo sin creerte —baje la cabeza, no quería ver si lloraba. 

—Entonces comprueba lo —levante mi cabeza y Sonreí, en ese momento se me ocurrió una loca idea y como nunca pienso más de dos veces, lo hice. 

—Lo haré —rápidamente puse mi mano en su mejilla y vi sus ojos. Mi corazón latía a mil por hora, pegue mis labios a los de ella y cerré los ojos. Yoona se sorprendió, no se esperaba que la besara. Me aleje lentamente y le sonreí. Una bocina sonó detrás de mi, Jimin había llegado. Yoona me miró confundida y reí a carcajadas mientras me subía al auto. Su cara era de confusión, había tristeza en ella. 

A los pocos días me llegaron los regaños de sus hermanos, no me importaron porque ellos no sabían la confusión que había dentro de mi, quería a Yoona, ¿Quién sabe por que? Se sentía bien que alguien sintiera algo por ti cuando tu mismo te desprecias. 

Jin sabía de esto, él dijo que la invitará a salir para comprobar mis sentimientos, que pasará más tiempo con ella pero que no la lastimara porque Namjoon se enojaría mucho conmigo y podría darme la paliza de mi vida, aún espero que me golpee por lo que pasó. 

Pase más tiempo con ella y volvió a preguntarme si podía escribir sobre mi, está vez acepte. Debían haber visto su hermosa sonrisa al escuchar un "si" de mi parte. 
Comenzó a escribir sobre mi y a contarme más cosas sobre su vida, me contó sobre su mejor amiga, dijo que era parte del club de teatro, el mismo club donde se metió mi hermano para poder acercarse a una chica, el tonto no sabe nada de como invitarla a salir, nunca había invitado a alguien antes y es mayor que yo. 

Comencé a saber todo sobre la vida de Yoona y ella sobre la mia. Finalmente me sentía con valor de invitarla a salir, realmente quería una relación con ella. 

—¡Jungkook-ah! —grito detrás de mi, voltee a verla con felicidad, ella corría a mi. Abrí mis brazos para recibirlos en ellos. Como extraño eso, como extraño que corra a mi cuando sale de su clase. 

—Belleza, ¿Qué te trae a mis brazos de vuelta? —pronuncie sabiendo que ella le gustaba que le hablará así. No me importaba que todos estuvieran mirando como nos abrazábamos, realmente me gustaba que Yoona encontrará refugio en mis brazos, por esa misma razón, no me importaba los demás. 

—Saque diez —se alejó y me miro—. Prometiste que si aprobaba me darías un premio —sonrió y sus mejillas tomaron un color rosa—. Me merezco más de un premio por sacar un diez —me reí abiertamente mirándola y negué después chasqueando mi lengua—. Lo prometiste —se alejó dos pasos y se cruzó de brazos. 

—Aish... —suspire y mire la hora en mi reloj—. Te daré un premio ahora y otro en la noche —me acerqué a ella y tome su cara en mis manos para besarla, no la besaba desde aquella vez en la lluvia por esa misma razón hice que el besos durará más, hasta que finalmente me quedé sin aire, ¿para qué rayos necesitaba respirar si podía morir en sus labios?  

—Kookie —se alejó y cubrió sus labios con sus manos, sonreí al verla nerviosa y confundida, era la mujer que quería en mi vida. 

—Te veo en la noche, saldremos a cenar —le dije mientras daba pasos en reversa. 

—¡¿Es una cita?! —pregunto gritando, todo el mundo en esa escuela se había enterado. Negué mirando el suelo evitando reírme de los nervios pero no sirvió. Levanté mi cabeza y asentí. 

—¡Lo es! —grite y finalmente reí para darme vuelta y correr a casa. 

Esa misma noche fui bien vestido, recuerdo que había pasado toda la tarde pensando en como declararme, estaba nervioso pero de todas formas lo haría, era lo que realmente quería. 

En esa mesa, sentado frente a ella, me imaginé como sería nuestra vida juntos, como sería llevarla a la cama y despertar con su hermoso rostro cada mañana, lo imaginé todo, no se me escapó ningún detalle. 
Comimos juntos y no deje que en ningún momento se sintiera incómoda conmigo, comencé a hacerle chistes sólo para escucharla sonreír y me sentía bien cada vez que lo lograba. 
Todo era perfecto hasta que mi celular sonó, era mi Hyun, el quería que fuera a casa, me necesitaba, al parecer había pasado algo muy malo por como lloraba. 
Recuerdo que me levanté de la mesa y le expliqué a Yoona el porque tenía que irme, ella asintió algo triste, así que volví a tomar su rostro y está vez la bese como nunca había besado a alguien, la bese con pasión, con amor, con locura... 
Cuando finalmente me aleje, eché a correr a casa, quería saber que pasaba con mi Hyung, había algo mal en su voz, odiaba escucharlo llorar. 

Finalmente llegue a casa, agotado y con poco aire en mi pecho, sentía ese dolor en mi cuello de haber respirado tan mal cuando corría, pero eso no era lo importante, ahora importaba él. 
Al parecer era que la había visto con alguien más, alguien le había mandado fotos a él de como la chica que le gustaba estaba con otro chico, y lo reconocí inmediatamente, era amigo de Yoona, se llamaba Baekhyun. 
Tarde un largo rato en calmarlo, hasta que algún se durmió en el sillón. 

Tome mi celular y vi llamadas perdidas de la familia Kim, llame a Jin porque tenía mejor trato con él que con Nam. Lo llame para preguntarle por Yoona y las llamadas pero el me respondió llorando, escuché como alguien más tomaba el celular, por su voz sabía que era Nam. Comenzó a gritarme y no entendía, el como y el por que, no entendía nada, hasta que lo dijo. 

—Yoona está muerta —deje de caminar para detenerme en seco. 

—Mentira... acabo de... Nam, no me mientas —hablé con lágrimas amenazantes en mis ojos—. Nam no me mientas... 

—No estoy mintiendo —eso fue todo, me derrumbe de rodillas al suelo con el celular aún pegado en mi oreja—. La atropellaron antes de llegar a casa —para ese entonces tuve que poner mi mano sobre mi pecho, sentía como el dolor se extendía, mi corazón quería salirse para morir también. 

Pase una horrible semana echándome la culpa de dejarla, no tendría que haberla dejado, podría haberla traído conmigo pero no lo hice, no hice nada. 

Los días se hacían más lentos, y las horas eran interminables en la escuela, no había minuto en donde no mirara el banco vacío de Yoona, la quería de vuelta. 

Mire la hoja del concurso pegada en mi habitación, Yoona soñaba con ganar pero ya no podía hacerlo, Asique tome la decisión de que lo haría yo, así fue como me encerré en mi habitación a escribir por horas, días... sólo escribiendo "una obra de amor" así la llame, porque ella obró en mi con tanto amor que me cambio completamente. Ella había logrado que me enamorara, logró lo imposible, por esa misma razón, cumpliría su sueño.  

Esa misma semana termine de escribir la obra contando todo lo que habíamos hecho juntos, con todo lo que te he contado, pero no le puse el final de mi amor, le puse el final que había imaginado juntos en esa última cena. Finalmente la entregue, pero no le puse mi nombre, no quería llevarme el crédito, Asique la entregue como "anónima", tampoco le puse nombre a los personajes, porque me daba envidia que alguien mencionara  a Yoona con la misma ternura que lo hacía yo. 
A los pocos días me enteré que mi obra salió ganadora, ese mismo día corrí a la tumba de Yoona y le conté todo a esa piedra de lapida, sabía que ella estaría feliz de lo que logre gracias a ella. 
Las audiciones para los personajes ya estaban hechos, y me alegraba tanto de que Sun, su mejor amiga, interpretará a Yoona. Sun no me conocía, pero yo sabía todo de ella pero ella no me conocía en lo más mínimo, Yoona nunca le contó de mi y yo nunca le conté de ella a mi hermano. 

Aaah es así como lo perdí todo, la vida me arrebató lo que me trajo amor y la odie, odie vivir sabiendo que ella ya no lo hacía, me odie a mi mismo sabiendo que aún estaba vivo. Me odie. 
Cuando creí que nunca más saldría de mi pozo depresivo, llega Jin con una libreta y la deja en mi banco. Recuerdo que la tomé en mis manos y comencé a leer lo que Yoona escribió de mi. Todo el mundo debería leer esa nota, me hacía quedar como el príncipe azul de su historia cuando yo me sentía el monstruo de la suya. Yoona con sus palabras me hizo ver el mundo de otra manera, ella me amaba más que a nada y lo dejó claro con sus acciones y con sus palabras, por lo tanto, si hoy estoy con vida y contándote esto, es por ella.  

Ahora ve y comparte mi historia, ¿Por qué te la he contado? Porque si muero no quiero que está historia muera conmigo. No te quedes con esto, cuéntaselo a alguien más y dile lo imbécil que fui por dejarla ir. 

Oh se me olvidaba, gracias por escucharme, lamentó si perdiste tu tiempo conmigo. 

—Amo las historias, y no creo que seas un imbécil, no ahora —el chico que tanta atención me había prestado,  sonrió. 

—Aún así, gracias —mire la hora en mi reloj—. Iré a verla —este asintió y se levantó para caminar de nuevo a su carrito de flores. No recuerdo como empecé a contarle todo, sólo sé que se sentó junto a mi y me dijo "¿Tienes una historia para mi?" Y lo mire extrañado, ¿Qué clase de persona pregunta eso? De igual manera estaba agradecido por las flores que me dio y porque gracias a él, sentía un peso menos en mi pecho. 

—¿Te parece raro Yoona? —pregunte mirando su lapida otra vez y deje las flores ahí—. Él te las dejo para ti —sonreí y me acosté en la tierra junto a su tumba. Llámeme loco pero este es mi lugar feliz—. No recuerdo su nombre, creo que era Kim... así como tu —cerré mis ojos y lo recordé—. Kim Taehyung —suspire y abrí mis ojos otra vez para ver su nombre escrito en la piedra, acerqué mi mano hasta ella y la acaricie—. Nunca pude declararme como se debe y eso no me deja vivir en paz, debí decírtelo antes, pero ahora... ya es muy tarde —mis lágrimas comenzaron a regar la tierra y mi mano a seguir acariciando la lapida, esto no remplazaba para nada el vacío que sentía de su partida. Aún así lo diría o me quedaría con eso para siempre—. Te amo Yoona... Te amo —me levanté del suelo y me incline para poner mis manos sobre mis piernas, limpie las lágrimas de mis ojos con mi suéter. 
Hoy se hará la presentación de la obra en la escuela por primera vez, debo ir y fingir que esa es mi realidad y no está, debo seguir y imaginar un final feliz, no uno triste y desgarrado como lo era este para mi.  
 



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En el texto hay: taehyung, bts, jungkook

Editado: 19.02.2020

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