Capitulo 19

Pov Alice

Las palabras de Dominic aún resonaban en mi cabeza mientras me dirigía de vuelta a casa esa noche. Mi corazón palpitaba con fuerza, mezclando una multitud de emociones que me resultaban difíciles de procesar. Él había sido honesto conmigo, y esa honestidad me golpeó con fuerza. No solo porque había revelado su implicación en un mundo oscuro, sino por la profundidad de su vulnerabilidad.
Conducía mi motocicleta a un ritmo más lento de lo habitual, permitiendo que la brisa nocturna me despejara un poco la mente. Las luces de la ciudad parpadeaban a mi alrededor, pero dentro de mí todo era un caos.
Dominic Ivanov no era el hombre que pensé que era. Detrás de esa fachada de empresario exitoso y encantador, había un hombre atrapado en una red de sombras. No podía dejar de pensar en lo que había dicho sobre su pasado, sobre las decisiones que había tomado. ¿Cuántas vidas había afectado? ¿Cuántos daños había causado en su camino hacia la cima?

Mientras aparcaba la moto frente a mi apartamento, un torrente de recuerdos y emociones se agolpaba en mi mente. La imagen de mi familia, los momentos felices antes de que todo se desmoronara, volvían a mí como fantasmas que nunca dejaban de atormentarme. La traición y el dolor que había sentido eran aún frescos, y ahora Dominic se presentaba como alguien con una vida similar, aunque en un contexto diferente.
Entré a mi apartamento y me dejé caer en el sofá. La oscuridad que me rodeaba parecía más intensa que nunca. ¿Qué significaba todo esto? ¿Podía yo realmente arriesgarme a entrar en su mundo, a arriesgar mi corazón y mis emociones por un hombre que estaba tan profundamente inmerso en el peligro?

Tomé mi teléfono, pensando en llamar a alguna de mis amigas para desahogarme, pero dudé. No sabía cómo explicar lo que había vivido esa noche. La conversación con Dominic había sido tan intensa, tan llena de verdad, que sentía que nadie más podría comprender. En lugar de eso, me senté en silencio, tratando de organizar mis pensamientos. Necesitaba entender qué estaba en juego. Dominic había hecho cosas malas, pero también había mostrado un lado vulnerable que pocos habrían tenido el valor de exhibir. ¿Eso significaba que había esperanza para él? ¿Para nosotros?

Las horas pasaron mientras trataba de concentrarme en lo que había aprendido de él. Era un hombre que se había enfrentado a dificultades y había emergido más fuerte, pero a un costo que no sabía si podía aceptar. Su vida estaba marcada por decisiones que, aunque no me afectaran directamente, sin duda repercutirían en nuestra relación.

Finalmente, no pude evitarlo más. Saqué mi computadora portátil y comencé a buscar información sobre su empresa. Quería entender el mundo en el que se movía. No porque fuera una espía, sino porque necesitaba conocer los detalles, las sombras que lo rodeaban.

Después de horas de búsqueda, encontré informes de prensa sobre su compañía. Hablaban de él como un innovador en el sector, un magnate que había logrado mucho, pero había algo en sus ojos, en sus palabras, que me decía que había más detrás de la imagen pública. Las publicaciones eran una cosa, pero sus ojos, cuando habló de su vida, revelaban la batalla interna que enfrentaba.
Cerré la computadora y me recosté en el sofá, sintiendo que el cansancio me invadía. Las preguntas seguían rondando mi mente: ¿Podía confiar en él? ¿Podía abrir mi corazón a alguien que, aunque parecía amable y cariñoso, estaba envuelto en un mundo que tanto había dañado mi vida?

Con cada respiración, la duda se convertía en angustia. En un sentido, sabía que Dominic me quería, que había una conexión genuina entre nosotros. Pero por otro lado, el miedo de perderlo, de que su vida lo atrapara y me arrastrara a la oscuridad, era aterrador.
Finalmente, cerré los ojos y dejé que la fatiga me arrastrara. Necesitaba descansar, y tal vez, al día siguiente, podría aclarar mis pensamientos. Dormí con la esperanza de que las respuestas que buscaba llegarían en algún momento.

Al amanecer, una decisión me aguardaba.