Anny se encuentra en la costa a unos metros del barco su canto atrajo al capitán. Nado cantando llevándolo a la cascada donde se sentó en una roca mientras él pasaba entre los árboles hasta encontrarla. El pirata es alto de piel morena supongo que quemada por el sol, ojos color miel con una extensa cabellera negra suelta, un sombrero negro con una marca de una flor, pantalón negro y con una camisa blanca. Se acercó a la roca mojándose el pantalón hasta arriba de las rodillas y se sentó junto a ella. El atardecer llegara en unos minutos, Anny tenía la vista frente mirando el sol perderse, se estaba preparando para que sus garras comenzaran a salir.
—Debe de ser horrible eso de ser Sirena —su comentario atrajo la atención de Anny, él movió su cabeza de un lado a otro hasta negando pero cuando enfoco su mirada en ella siguió hablando, —Su vacío no es llenado ni con su belleza ni su canto, ni por la cantidad de piratas que maten —soltó una carcajada como si hubiera dicho lo más profundo
Anny lo miraba furiosa esperando que el atardecer llegara ya, el silencio pesaba hasta que volvió hablar.
—¡Estoy casi sordo! —grito al sacar su espada, —Eres tan patética, —Anny se movió rápido pero el logro encajar la espada la parte baja de la espalda.
Anny no pasaba del asombro, ¿Sordo?, ¿Qué significa?, nunca le había sucedido algo como esto debía irse lo más rápido, pero el logro alcanzarla de su cabello
—¿Sabes cuánto pagaran por cada una de las partes de una sirena?, miles de monedas de oro, —soltó otra carcajada
La llevo jalando de su cabello hasta la costa donde esperaban más piratas, su herida brillaba, veneno. Todos reían
Busco por todos lados con la mirada quien pudiera ayudarla pero estaban escondidas. ¿Qué paso con la transformación?, el atardecer estaba tardando en llegar o es que estaba pasando demasiado rápido.
Por donde la paso arrastrando vio muerta una de ellas, ¿Cómo era posible? la habían exhibido de tal forma que se sentía asqueada todas sus entrañas estaban fuera y lo peor no era la única en su camino.
Hoy ellas eran la presa y sabía lo que se sentía estar del otro lado.
-¡SUÉLTAME! -grito tratando de zafarse armándose de valor
Más gritos se escuchaban sin ningún lado en concreto.
La volvió a jalar del cabello hasta que ella quedo altura de su cara.
— ¡Oblígame! —grito en la cara de Anny expulsando su mal aliento
La metió dentro de un cubo de cristal con la mitad de agua. Anny se siente tan impotente. Es seguro que una bruja los ayudaba.
Cantar era una opción tal vez sería su salvación, aunque su voz sonaba triste y melancólica logro que los piratas comenzaran a pelear entre ellos y así las sirenas comenzaron a salir. El atardecer llego y con ello la transformación. Los piratas que la sostenían la dejaron caer destruyendo el cristal, Anny solo recibió algunos rasguños. Todos trataban de huir de su final.
Siempre. No dudes que puedes encontrarte a alguien más cruel