Una sirena para un capitán

CAPITULO 6

—Ven —América hablo autoritario y le extendió su mano

Anny lo miro levantando la ceja. A ella nadie le daba órdenes. América sabía lo que se aproximaba al ver su expresión.

—Dame tu mano, —recalcó América con voz más suave intentando esta vez por la paz , —No debes estar vestida así frente a varios hombres -sonrió mirándola de arriba abajo sus ropas

Anny miro que traía una camisa luego miro a América que no tiene nada puesto y al dárse cuenta que traía su camisa en un movimiento intento quitársela pero antes de que lo lograra América la volvió a tapar y la cargo como si fuera un costal mientras ella grita golpeando su espalda.

Entro al camarote principal y la dejo caer sobre una pequeña cama y se regreso para cerrar la puerta con seguro.

Anny corrió a la puerta e intento abrirla sin éxito, ¿Cómo los humanos podían ser listos y a la vez tan tontos?. Algo brillante llamo su atención y así miro a su alrededor para comienzar a tocar y mirar los objetos con curiosidad. El camarote de América está lleno desde joyas hasta libros y mapas de diferentes colores, es como entrar en una tienda de cosas antiguas.

América se movió por el lugar hasta encontrar el cofre que buscaba se encontraba junto a la cama. Saco toda la ropa de mujer pero solo encontró vestidos, no le parecía buena idea, siguió buscando hasta encontrar un pantalón que le llegaría arriba de los tobillos holgado y un corset negro con listones blancos junto con una camisa, por el momento estaría descalza.

—Ponte esto —dijo América señalando la ropa sobre la cama

Anny lo regreso a mirar y luego la ropa.

—¡No me pondré eso!, —miro la ropa con horror —¡Es de humanos!

—Si tu no te cambias lo haré yo con tanto gusto -afirmó mientras salia

Todos estaban alrededor esperando cuando América salio.

—¡Se acabo el espectáculo, muévanse es hora de irnos! —América grito levantando su brazo dirigiéndose al timón

—¡Si Capitán! —gritaron en un eco sonoro

La noche llego y el azul oscuro se extendió a todos los horizontes.

La mayoría ya dormía. América atoro el mástil para que no se moviera mientras dos piratas más cuidaban.

El día a pasado rápido que olvide quien está en mi camarote bajo las escaleras recuerdo lo que pasa al atardecer, sacó mi espada ya listo para atacar y entro sin tocar pero al verla todo cambia, Anny esta sentada en el suelo con varios mapas extendidos lo raro es que se encontra llorando, ¿Acaso no se transforma? entro cauteloso.

—¿Pasa algo? —Pregunto preocupado y con cautela

Ella lo mira con sus ojos cristalinos, se limpio con su camisa. Qun no se cambiaba.

—No puedo evitar llorar, lo hago casi por todo

América se acerco y la abrazo

—¿Q_ue ha_ces? —Anny tartamudeando tratando de alejarse

América la cargo llevondola a su cama y se sentó teniendo sobre sus piernas a Anny,

Recostó su cabeza en el pecho de América podía escuchas como su corazón latía, sentía su calor. Ella era un ser frio muchas veces cruel esto se sentía extraño. 
América estiro su brazo alcanzando una cobija y fue testigo de como ella cerro los ojos con una expresión tranquila y permitió que la acariciara su cabello por primera vez. Esto es extraño pensó América.
 



#35237 en Novela romántica

En el texto hay: sirenas, amor-odio, pirata

Editado: 10.09.2020

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