Tengo una compañía sin fin.
Si, sorprendente, pero cierto.
Una compañía invisible.
Una compañía que me hace sentir en soledad, pero es mi compañía, aun así.
Me gustaría tener más compañía.
Pero me conformo con lo que tengo por ahora.
Me gustaría tener una compañía real, pero por ahora pareciera que solo soy yo, mis pensamientos y yo.
Mientras miles de personas de todo el mundo me conocen sin conocerme.
Mientras miles de personas de mi entorno me conocen por compromiso.
Conozco a tantas personas, pero ninguna me conoce a mí.
Ninguna quiere conocerme a mí.
Y yo no pienso suplicar porque mis compañías sean reales.
No pienso suplicar para que alguien me conozca.
Ya conozco mi lugar en la vida de las personas.
Y no lo pienso cambiar.
Por ahora…