Under The Mantle of Chaos

⛈️ | Capítulo 4

La Mansión Embrujada

───────[🌈]───────

El aula estaba en completo silencio cuando la profesora de química terminó de escribir las calificaciones en el pizarrón. Nico y Noah intercambiaron miradas tensas al ver un enorme cero junto a sus nombres.

-Esto no puede ser real -murmuró Nico, incrédulo.

-Es real, y estamos en problemas -respondió Noah, resignado.

La profesora de química se acercó con el ceño fruncido.
-Lockhart, Ferrer, si quieren aprobar esta clase tendrán que sumar puntos extracurriculares. Aún hay oportunidad, pero deberán unirse a algún club.

Nico resopló, cruzándose de brazos.
-¿Y si no queremos?

-Entonces pueden despedirse de sus vacaciones de verano -contestó la profesora sin titubear.

Noah asintió, práctico como siempre.
-Está bien, nos uniremos a un club.

Unas horas después, los dos amigos se encontraban frente a una puerta decorada con posters de fantasmas y ovnis. Nico echó un vistazo al interior y resopló.
-¿Un club de cazadores de fantasmas? Esto es ridículo.

-Es el único club que aceptó nuestra solicitud tan tarde -respondió Noah, mientras llenaba el formulario.

Dentro, los esperaba un grupo peculiar: cuatro chicos con gafas, mochilas llenas de aparatos extraños, y una actitud excesivamente entusiasta. Uno de ellos, un chico alto y delgado llamado Martin, se acercó para darles la bienvenida.

-¡Por fin tenemos nuevos reclutas! Esta noche será su primera misión: explorar una mansión abandonada en las afueras de la ciudad.

Nico arqueó una ceja.
-¿Estamos hablando de fantasmas reales o solo vamos a asustarnos con nuestras propias sombras?

Martin ignoró la pregunta y continuó, emocionado.
-Dicen que ese lugar está embrujado. Se escuchan ruidos, luces extrañas, y nadie se atreve a acercarse. ¡Vamos a documentarlo todo!

Noah suspiró, dudando.
-¿No es peligroso?

Martin sonrió con confianza.
-¡No si seguimos las reglas!

-Esto será divertido -dijo Nico, sarcástico.

Cuando llegaron a las afueras de la ciudad, la mansión se alzaba imponente frente a ellos. La mansión completamente abandonada: ventanas rotas, una fachada desgastada, y un aire inquietante que parecía repeler a cualquiera que se acercara.

-Es como un cliché de película de terror -comentó Nico, mientras observaba el lugar.

Martin sacó una cámara y comenzó a grabar.
-Esto es perfecto. Nos haremos famosos si capturamos algo paranormal aquí.

Noah se quedó en silencio, observando la mansión. Había algo extraño en ella, algo que le provocaba un escalofrío inexplicable.

De repente, un suave maullido rompió el silencio. Un gato blanco apareció entre los arbustos, observándolos con ojos brillantes.

-¡Miren eso! -exclamó Nico, señalando al animal-. ¿Un gato fantasma?

El gato los miró fijamente y comenzó a caminar hacia la mansión, deteniéndose ocasionalmente como si esperara que lo siguieran.

-¿Eso no es raro? -preguntó uno de los chicos del club, nervioso.

-Raro sería no seguirlo -dijo Nico, divertido, mientras avanzaba tras el animal.

Noah intentó detenerlo.
-Nico, espera. Esto no es una buena idea.

-Relájate, papá. Es solo un gato -respondió Nico, antes de continuar.

Los demás, incluyendo Noah, terminaron siguiéndolo.

Dentro de la mansión, el aire era pesado y frío. Aunque por fuera parecía en ruinas, el interior tenía una energía distinta. Los pasillos estaban oscuros, y las sombras parecían moverse con vida propia.

-¿Alguien más siente que nos están observando? -preguntó uno de los chicos del club, apretando su linterna con fuerza.

Nico sonrió, tratando de aligerar el ambiente.
-Tranquilos, chicos. Si aparece un fantasma, yo me encargo de gritar primero.

El grupo se adentró más, siguiendo al gato, que se movía con confianza por los pasillos. De repente, un ruido fuerte resonó detrás de ellos, haciendo que todos se detuvieran en seco.

-¿Qué fue eso? -preguntó Martin, temblando.

El grupo parecía estar sumergido en ellos mismo, mientras noah sentía que ya había estado ahí.

-Oye, ¿estás bien? -preguntó Nico, dándole un leve golpe en el brazo.
-Sí, es solo que... siento que he estado aquí antes -murmuró Noah, con la mirada perdida.

Nico levantó una ceja, intrigado.
-¿Cómo que antes? ¿Ya visitaste esta mansión?

-No lo sé... -Noah negó con la cabeza, como si intentara sacudirse la sensación.

Miró hacia abajo, Pero no era lo que llamó la atención de Noah. Fue el suelo.

-Esto no puede ser posible... -murmuró, deteniéndose en seco.

El diseño del mosaico, las formas geométricas entrelazadas, todo era inconfundible. Había caminado por ese suelo antes.

-¿Qué pasa ahora? -preguntó Nico, ajustando la correa de su mochila.

-Este lugar... lo conozco -respondió Noah, mientras sus pasos lo guiaban por el pasillo principal.

Los cuadros en las paredes eran antiguos, pero cada uno parecía contar una historia. Noah reconoció un retrato en particular: una mujer de cabello oscuro, con una expresión serena, sosteniendo un libro.

-Yo he visto esto antes -susurró, acercándose al cuadro.

Nico lo observaba en silencio, empezando a notar que su amigo no estaba bromeando.
-¿Estás seguro? Porque esto me parece la típica escena de película de terror.

Noah ignoró el comentario, sus ojos recorrieron el lugar con una mezcla de asombro y desconcierto. Cada detalle, desde las molduras del techo hasta las lámparas, despertaba una sensación de déjà vu.

De repente, un eco rompió el silencio.

-Noah...

La voz era suave, pero clara. Provenía de algún lugar en el interior de la mansión. Noah sintió un escalofrío recorrer su cuerpo.

-¿Lo escuchaste? -preguntó, girándose hacia Nico.

-¿Escuchar qué? -respondió Nico, levantando las manos.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.