— No sé si lo que me están contando es cierto, o no. Pero lo único que sé, es que seguimos teniendo a un secuestrador de niños ahí fuera, en el bosque, y que ustedes dos me están dando motivos para detenerles por obstrucción a la justicia y tomadura de pelo. — aclaro la inspectora algo histérica y cansada de nuestras explicaciones sin sentido alguno para ella. Nosotros ya no podíamos hacer gran cosa; ya le habíamos enseñado y dicho, todo lo que debíamos y podíamos decirle. Ahora quedaba en sus manos quedaba investigar o no todo esto. — Se pueden ir. Ya es suficiente por hoy
Nos levantamos de las sillas, y nos despedimos de ella.
Tras salir de la comisaría, mi hermano y yo nos dimos una vuelta por el pueblo, mientras hablábamos sobre todo lo que estaba ocurriendo.
— Oye hermano… Suponiendo que quien estaba detrás de todo lo ocurrido en Meat Ground siga vivo… ¿Crees que vendrá a matarnos? Porque te recuerdo que, lo único que hice fue golpearle con una tubería en la nuca — pensar que ese loco psicópata despiadado nos podría estar buscando, con único objetivo de acabar con nuestras vidas, me aterrorizaba.
— No… No lo sé. Además, te recuerdo que aún no sabemos dónde se encuentran Jess, Anthony y Rony. Por no hablar que empiezo a poner en duda que, los cuerpos de esos niños que vimos quemándose en la hoguera, fueran reales. ¿Y si eso también forma parte de…? Ya sabes.
— Sí, puede ser… No sé — me toco un poco la cabeza. — Pero si todo es así… ¿Dónde diantres están?
***
Tras estar un rato escondido, sin escuchar más aquellas extrañas voces y pasos, ni ver ningún tipo de peligro en la zona; Locke se incorporó de nuevo y se decidió a salir de allí cuanto antes. A correr lejos de allí, bosque a través.
Corrió tan rápido como pudo, entre altos árboles que se levantaban sobre su cabeza, hasta llegar a lo que parecía ser una costa. Pudo ver el agua del mar chocar contra la arena, además de encontrarse con otra parte del avión; la cabina. Estaba bastante destruida. Y habían varias piezas del avión dispersas por toda la zona de la costa, por donde estaba caminando.
Empezaba a sentir sed y hambre. Además, le empezaba a quedar bastante claro que, la ayuda posiblemente tardaría unos cuantos días, semanas o incluso meses en llegar. Y que a partir de ahora, sería cuestión de supervivencia y, con suerte, encontrar a sus amigos.
Por otro lado; a pocos metros de donde él estaba, se encontraba el capitán Azyer Brown. Quien buscando entre los restos del avión, encontró el hacha de emergencia y otras provisiones, que le han ayudado a hacer un pequeño campamento individual.
Locke divisa el humo que se levanta ante sus ojos; parece estar cerca y tras pasar lo que parece ser la cabina del avión. Por lo que empieza a caminar en esa dirección, esperando encontrar a algún superviviente más, o si dios quiere, a sus amigos o a su novio.
¿Y sí la isla en donde nuestros protagonistas se encuentran, no es exactamente una isla?
De eso, tanto ellos como nosotros, nos iremos dando cuenta más adelante.
***
El pueblo de Aramja se encuentra al norte de Madrid. Bastante cerca del aeropuerto. Se trata de un pueblo sencillo, con un centro educativo, en donde niños pueden ingresar desde preescolar y terminar bachillerato. Cuenta con una única avenida principal, que recorre todo el pueblo de extremo a extremo, y de donde salen el restos de calles secundarias. También cuenta con una pequeña comisaría, en donde trabajan la inspectora Georgia Brown y el jefe de policía Jack Will con todo su equipo. Además de un centro comercial situado frente a la plaza central, y el sitio protagonista de todos los extraños hechos, que se han dado a conocer en Aramja durante las últimas semanas; el bosque Dim.
Se dice que allí, en el bosque Dim, es donde los asesinos en serie esconden los cuerpos de sus víctimas, y en donde si pasas demasiado tiempo a solas, corres el riesgo de volverte lo suficientemente loco, como para empezar escuchar voces que te pueden llevar a hacer cosas muy malas; como por ejemplo, quitarte la vida alguno. También se dice que, en el bosque Dim se encuentran todas las respuestas necesarias, para poner fin a todo lo que ocurre en el pueblo. ¿Será algo de esto verdad?
***
Iden caminaba como podía, dado que estaba llevando a su hermano a rastras, cogido del hombro, a donde fuese que se estuvieran dirigiendo.
— Iden ¿Tienes claro a dónde vamos? — a Saimon le estaba costando hablar, por los intensos dolores de sus costillas rotas. — Porque a lo mejor sería bueno esperar a que amanezca. Por lo que, sugiero que hagamos algún fuego.
— Me parece bien. Aunque respondiendo a tu pregunta… No. No tenía muy claro a dónde nos estábamos dirigiendo. Solo estaba buscando algún sitio con agua. Algún tipo de riachuelo o similar — deja a su hermano con mucho cuidado en el frío suelo, apoyandolo en unas piedras repletas de musgo que habían entre dos grande árboles. Luego se toma unos segundos para recuperar algo de aliento, antes de volver a hablar e irse a por algo de leña. — Procura no moverte, ni hacer ninguna tontería mientras vuelvo ¿Vale?
— ¿Y a dónde piensas qué voy a ir con este dolor de costillas? — Saimon se hace el ofendido, y se acomoda un poco en el sitio que su hermano le había puesto.