Universos paralelos

Capítulo 4

Danrelle

Aprovecharía el viaje para captar algún lugar con connotaciones paranormales. El éxito en las redes era la constancia, no podía darme el lujo de vacacionar así sin más. Debería hacer un poco de investigación y tal vez los lugareños podrían darme algún dato. Bajé a almorzar en el restaurante del hotel, quizá alguno de los empleados me ayudaba.

Me senté a esperar la comida y envié a las historias un fragmento de mi última investigación. La verdad era que me había resultado muy rara la forma en que me había llegado la información, puesto que estaba en una librería cuando me abordó alguien que me reconoció de las redes. Se trataba de un hombre joven de unos veinticinco años. Me citó en un restaurante y me esperó allí con su novia. Sus nombres eran Edgar y Marie. Ambos parecían saber de primera mano toda la historia, y aunque no tenía inconsistencias, tampoco podía probarlo. Pero como primicia, sin duda llamaba la atención.

— Su almuerzo, señorita — me dijo el camarero.

— Gracias. ¿Te puedo hacer una pregunta?

— Por supuesto.

— ¿Sabes de alguien que pueda darme información sobre sucesos sobrenaturales?

— ¿A qué se refiere?

— Fantasmas, extraterrestres, el chupacabras...

El camarero se rio nerviosamente.

— No sabría decirle.

— No hay problema, gracias.

El hombre se alejó y yo me quedé en compañía de mi pato a la naranja. Antes de cortar el bocado, hice unas fotos, del plato y la bebida, junto a una vista panorámica del restaurante y armé un collage para mis stories, con una leyenda de "Nueva investigación abierta" y un sticker de pregunta "¿Qué piensas al respecto?".

Comencé a comer mientras consideraba por dónde comenzaría y sin querer mis pensamientos derivaron en la casa de mis abuelos que pronto vendería. Quizá podría visitarla antes de hacer la transacción; después de todo, allí había vivido los primeros años de mi vida. No quería caer en emociones negativas, después de todo, si mi madre los dejó fue por algo.

Mamá decía que mis abuelos no deseaban que me tuviera y que le vivían reclamando mi existencia y por eso se fue. Pero también me dijo que no sabía quién era mi padre y, sin embargo, cuando ella murió, él me encontró y sabía de mí y me dijo que mi madre nunca le permitió acercarse. De todas maneras, no tenía una relación cercana con él. Lo veía en las navidades, pues estaba casado y tenía tres hijos, menores que yo.

Terminé mi almuerzo y me preparé para salir.

— Señorita.

— ¿Sí?

El camarero me tendía un papel con algo escrito.

— Es sobre lo que me preguntó. Tenga un buen día.

Se alejó y yo salí del hotel. En el papel había un número telefónico y el nombre de una mujer.

***

Ayax

— La chica volvió a publicar sobre nosotros.

— Iremos solos, no podemos seguir esperando a Samin. Adelanta todo.

— Ahora mismo.

No podía creer que me viera en esta situación. Como si no fuera suficiente tener que rodearme de gente en la que no confiaba y tener que erigir una sede desde cero, además tendría que ocuparme de una niña que no tenía idea de nada.

Leven consiguió un vuelo desde Hobart, en poco más de dos horas. Por lo que en la tarde ya estuve en la capital del país. Nos instalamos en el mismo hotel y en el mismo piso que la chica del cabello púrpura.

— Busquémosla, quiero terminar con esto cuanto antes.

Luego de tocar algunas veces y no oír ningún ruido, comprendimos que la chica no estaba en su cuarto del hotel.

— Ve a ver qué puedes averiguar — gruñí mientras me dirigía a la habitación que habíamos reservado para mí.

Me recosté en la cama a pensar, quizá incluso podría dormir, seguramente la chica no volvería hasta el horario de la cena. Tomé el móvil y observé el Instagram de "Kayla", podría amenazarla para que bajara la nota sobre la guerra entre vampiros. Leven podría usar su don para hacerla olvidar. Pero también, el ponerla en autos de lo que podría pasar si se ponía en nuestra contra, podría producir algún efecto en ella, incluso podríamos usarla a nuestro favor en algún momento. Otra posibilidad sería ofrecerle dinero, puesto que estos creadores de contenidos se movían por su conveniencia económica. Sí, seguramente eso haría. Sería más fácil que amenazarla o hablarle respecto a quienes somos y dónde podría terminar su carrera y su vida.

Leven tocó la puerta.

— Pasa.

— La chica almorzó y salió. Aparentemente, andaba buscando lugares en los cuales realizar alguna investigación.

— ¿Acaso no estaba aquí por la muerte de su abuelo?

— Supongo que querrá matar dos pájaros de un tiro.

— Es probable que no fueran tan cercanos.

— Quizá. Al parecer, desde que llegó solo viene a las comidas y a dormir, por lo que podemos deducir que la encontraremos en la cena.

— Pues bien, descansa.

Él salió y me dejó solo.

***

Danrelle

Como a las cuatro de la tarde, después de visitar el museo de arte, me dirigí a la dirección que la mujer me había dado. Ella se llamaba Eiline y era tarotista. Su consulta estaba algo alejada del centro de la ciudad, tomé un taxi para llegar hasta allí.

La casa no tenía ninguna cartelería ni nada que dijera que no era un hogar normal, pero al entrar, parecía otra dimensión. Las paredes estaban pintadas de color azul marino, ornamentadas con cuadros también azules, pero con dibujos simétricos en color dorado. Las figuras eran de mandalas y ángeles. Había allí dos sillones blancos con dorado ataviados con almohadones, una mesa redonda con una bola de cristal y contra las paredes muebles delgados recargados de adornos y velas encendidas. Completando el cuadro exótico, el aroma abrumador de incienso.

Eiline, en contraste con la sala, vestía de manera muy moderna y lo único que la delataba como tarotista era un pañuelo en su cabeza, de color blanco. Era rubia y de ojos celestes, delgada y algo más baja que yo.




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