Untouchable

2. Eres una irresponsable

2 de diciembre del 2022

Hoy era un nuevo día, día donde solo me apetecía quedarme en casa, pero estaba segura de que tendría que hacer varias cosas, por no decir que debía ir a andar con Mia, porque sí, las dos habíamos decidido hacer ejercicio. Así que todos los días íbamos a andar, pero nos la pasábamos riendo y hablando de cualquier cosa, pero también andábamos. A veces también se nos unía Sarah, pero hoy no podría por sus clases.

Era algo que quería seguir haciendo, porque estaba bien hacer ejercicio. No iba a negarlo, una parte de mí quería hacerlo para verme bien. Me costó mucho aceptarme.

Desde hace tiempo tenía bastantes complejos, pero solía guardarlos para mí, sabía que mis amigas solían decirme que estaba bien, pero yo no me sentía así ni mucho menos.

Odiaba mi cuerpo, y solía culparme por ello, ¿por qué no podía ser igual que las chicas de las portadas?

Era algo horrible odiar tu cuerpo, a veces solía verme en el espejo y odiaba verme, porque encontraba tantas imperfecciones, que me daban ganas de llorar cada vez que me miraba en el espejo.

Hubo una vez que me senté al frente del espejo, y empecé a escribir todas las cosas que no me gustaban de mí, cuando terminé las lágrimas no paraban de salir de mis ojos mientras miraba todo lo que había escrito.

Me sentía demasiado decepcionada conmigo misma, y no era fácil poder cambiar eso, llevaba años intentándolo. Tampoco es que pudiera contárselo a alguien, porque lo único que dirían, "Es que eres perfecta", o "Estás muy bien cómo estás".

Era obvio que no estaba bien como estaba, yo no me sentía bien como estaba. Sabía perfectamente que me lo decían para verme bien, pero eso a mí no me servía cuando llevaba años viéndome decepcionada.

Sabía que esos pensamientos me harían demasiado mal, al igual que guardarlo todo, pero no era una persona que contara todos sus problemas, prefería guardármelos.

Era consciente de que eso estaba demasiado mal, pero era algo que llevaba haciendo desde hace tiempo y era algo que no quería cambiar. Mis problemas podía resolverlos yo sola, y si no, pues siempre podría evadir mis problemas.

¿Estaba mal lo que estaba haciendo? Sí.

¿Estaba intentando cambiarlo? Sí, pero siempre preferiría guardármelo, antes que contárselo a alguien.

Si contara todos mis problemas o mis inseguridades, la gente podría aprovecharse de eso, no digo que todos sean así, pero era precavida, el dolor me había hecho precavida.

Intentaba no dar mucha información, porque como ya dije eran mis problemas y quería que siguieran así.

Era una persona demasiado complicada, no era de abrirme, pero una vez que lo hacía daba lo mejor de mí para esa amistad o esa relación.

Pero volviendo al tema, estaba segura de que Mia me mataría cuando supiera que no estaba trabajando en el manuscrito para poder mandarlo a algunas editoriales.

Seguramente ella sería muy capaz de sermonearme por irresponsable. Mia era una chica demasiado responsable, aunque no lo pareciera, siempre le gustaba tenerlo todo en su día y si podía adelantar el trabajo, mejor para ella.

—¡Cariño! ¡Mia te espera abajo! —salí de mi habitación ya lista con mi mochila mientras cerraba la puerta, sonreí al ver a mis perros. Sí, tenía perros y eran lo mejor que podía tener, los amaba demasiado.

Me despedí de mi madre y de mi hermana, debía reconocer que no tenía ganas de salir a caminar, pero si lo pensaba estaría con Mia y ella siempre sabía cómo hacerme reír. Así que salí de mi casa y bajé las escaleras para llegar a la puerta y ver a Mia fumando mientras me esperaba. Salí y la miré arqueando la ceja, logrando que ella me regalara una pequeña sonrisa.

—Lo necesitaba, en serio. Te juro que no lo hubiera encendido si no estuviera estresada —asentí soltando un pequeño suspiro y las dos empezamos a caminar en silencio— ¿Qué tal va el manuscrito? —sabía que me preguntaría, la verdad es que había pensado evadir el tema, pero con ella eso era un poco improbable.

—Ahí va, al igual que todas mis historias —ella me miró, mientras yo le regalaba una pequeña sonrisa.

—¿Nada? —solté un pequeño suspiro.

—Es que, es algo raro. Quiero escribir, pero tengo tantas historias que no sé cuál escribir, así que tal vez creo que lo mejor sería escribir No Pude Salvarnos y ya tenerlo listo para cuando sea el día. Aunque debería volver a ver cuando abrían la Convocatoria, o al menos hasta que día era —ella asintió con una sonrisa mientras apagaba su cigarrillo y seguíamos caminando.

Mia tampoco había ido a la Universidad por unos problemas, así que las dos empezaríamos el año que viene junto a Cass, porque le había interesado demasiado venir a la Universidad de nuestra ciudad, así que también habíamos pensado en ahorrar para vivir las cuatro juntas, así podríamos ayudarnos entre todas, ya que estudiaríamos lo mismo. Y ya cuando pudiera Hayley, pues se uniría a nosotras.

—No te preocupes Lex, seguro que lo consigues. Tengo un presentimiento de que publicarás el libro, serás una escritora exitosa, tendrás tu editorial y como tu mejor amiga te ayudaré en todo lo que necesites. Ya te lo dije, en las buenas y en las malas —asentí con una pequeña sonrisa mientras ella me abrazaba por los hombros.

Mia era una increíble amiga, estuvo en todo mi momento a mi lado y no me dejó nunca caer, al igual que su hermana claramente.

Aunque tal vez si caí, pero ellas lo desconocían, no quería preocuparlas. Ellas tenían ya bastantes problemas como para que yo fuera a añadirles más.

—¿Y si no lo consigo? —le dije a media voz, ella se puso enfrente de mí y me agarró con cuidado de los hombros. Ella solía animarme demasiado cuando yo lo daba todo por perdido.

—Escúchame atentamente Lex, porque no pienso repetírtelo una vez más, bueno sí, pero al menos hoy no. Eres una muy buena escritora, si no no tendrías tanto apoyo. Eres increíble y mucha gente puede confirmarlo. Eres talentosa y sé muy bien que llegaras demasiado lejos Lex, pero primero debes confiar en ti y en tu talento, porque lo tienes, aunque lo niegues muchas veces. Tienes un increíble talento, además amas escribir, así que demuéstrale al mundo lo increíble que eres.



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En el texto hay: tristeza, fama, amor

Editado: 15.02.2024

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