Untouchable

8. Nick...

No podía creer que él lo estuviera diciendo en serio, tampoco creí que vendría porque apenas nos conocíamos y sería por así decirlo demasiado raro.

Habían pasado varias horas desde que Nick dijo que vendría sin avisarme con antelación. No había podido dormir bien en toda la noche porque mi cabeza no paraba de pensar en que en cualquier momento podría aparecer.

Cuando vi en mi reloj que ya eran las ocho de la mañana, me levanté de la cama a duras penas y empecé hacer todo lo que debía hacer en todo el día.

Luego estuve un rato con mi madre cuando de pronto recordé que en una hora había quedado con Mia para tomar un café, así que empecé a prepararme y una vez lista decidí salir de casa porque casi era la hora.

Cuando me estaba acercando al lugar la vi viendo su teléfono.

—¡Mia! —grité emocionada mientras la abrazaba fuerte, logrando que ella soltara una carcajada.

—¡Lex! —ella me abrazó de la misma manera.

Solté una risa mientras nos separábamos, y ella me agarró del brazo, como solíamos hacerlo, para empezar a caminar al bar a donde íbamos siempre. Parecíamos dos señoras, pero eso no nos importaba en lo absoluto.

—¿Te habló Nick? —negué porque quería pensar que estaba en su casa tranquilo durmiendo, pero con el paso del tiempo me sentía nerviosa porque no dudaba que sería capaz de venir a verme.

—No, y ojalá esté durmiendo —ella soltó una pequeña risa mientras llegábamos.

—Ve a sentarte y yo voy a pedir nuestros cafés —asentí y lo bueno es que no había gente, por lo que estaríamos más a gusto, aunque siempre lo estábamos.

De pronto a lo lejos pude ver a alguien con una gorra y gafas de sol acercándose. Nerviosa podía asegurar de quién se trataba cuando lo vi una vez parado enfrente de mí.

—Nick... —susurré sin poder creerme lo que estaban viendo mis ojos.

—¿Qué tan sorprendida estás? —me regaló una pequeña sonrisa mientras se quitaba las gafas de sol, realmente estaba demasiado nerviosa como para entablar una conversación con él.

Sentía que en cualquier momento podría desmayarme porque todo esto era tan surrealista.

—¿Qué haces aquí? —él me vio con una expresión obvia en su rostro.

—Está claro del porqué Solecito —inmediatamente noté como mis mejillas se calentaban dándome a entender de que estaba comenzando a sonrojarme. Por no decir que me estaba poniendo cada vez más nerviosa.

—Nick, ¿has hecho un viaje de a saber cuántas horas solo porque yo estaba mal?

—Obvio, y no me arrepiento —volteé los ojos logrando que él sonriera—. Un abrazo no vendría mal, eh. Fueron horas donde me morí de sueño, pero valieron la pena.

Nerviosa me levanté, y la verdad no estaba muy segura.

Pero él con esa sonrisa tiró de mí ligeramente para estrecharme entre sus brazos.

Wow.

Nunca pensé que algún día pudiera abrazarlo y ahora estaba abrazándolo.

Era demasiado reconfortante, me sentía demasiado bien y en paz.

Le correspondí el abrazo un poco más fuerte porque tenía miedo de que no fuera real.

Tenía miedo de que en nada pudiera despertarme en mi cama.

Nos separamos un poco y él me regaló una sonrisa mientras me daba un beso en la frente.

—Hola Solecito —solté una pequeña risa mientras lo volvía a abrazar logrando que él también riera.

—Estás aquí —susurré y sentí como él me dejaba otro beso en la cabeza mientras me seguía abrazando.

—Obvio, llevamos un mes hablando sin parar y eres importante para mí, bueno, tal vez sea poco tiempo, pero me da igual. Eres una persona importante para mí y odio verte mal —susurró él.

—Nick...

—Lo digo en serio, además, ¿qué más da? Igualmente, tarde o temprano, hubiera aparecido para verte porque tenía muchas ganas —lo miré como si no pudiera creerle, y me sentía demasiado mal porque sabía que lo estaba diciendo de verdad.

—Me sabe mal... —él me miró tapándome la boca con su mano.

—Shhh... Ni siquiera termines la frase, no debes sentirte mal por algo que decidí yo, así que disfruta y ya mujer. Sí que te cuesta, pero por algo estoy aquí y aquí me quedaré unos días —sonreí un poco mientras veía a lo lejos a Mia con un amigo con el que se estaba bien y se divertían demasiado.

Se acercaron con una sonrisa mientras Nick me abraza por los hombros feliz, por mi parte estaba segura de que estaba sonrojada mientras disfrutaba de la cercanía de Nick.

—¿Y si vamos al centro y le enseñamos a Nick un poco todo? Ya hablé con tu madre y no hay hora de llegada, le dije que iríamos al centro —la miré sorprendida porque no me esperaba que mi madre me dejara por tantas horas fuera, pero debía aprovechar.

—Me parece perfecto, así veo todo —dijo Nick con una sonrisa y yo lo vi de reojo.

Realmente era guapo, tenía unos pequeños hoyuelos cuando sonreía y sus ojos eran como el océano, sin duda alguna.

Era alto y estaba segura de que me sacaba al menos dos cabezas, comparada con él, era un enanito.

Pero eso a él no le importó porque seguía abrazándome por los hombros.

—Vamos entonces —Dijo Noah sonriendo, así que los cuatro fuimos hasta la parada del autobús y Mia sacó de su bolso varias mascarillas y nos dio a cada uno una. Sonreí agradecida porque yo era una persona que casi nunca llevaba una encima porque no iba a sitios donde la necesitara.

Estuvimos hablando un poco más hasta que el autobús llegó y subimos mientras Mia se ocupaba de pagar nuestros viajes, Nick quiso pagar el suyo y el mío, Noah quiso pagar el de Mia y el suyo, pero al final Mia fue más rápida.

Al sentarnos, Nick me agarró de la mano mientras se ponía las gafas de sol.

Obvio que ese acto me sorprendió demasiado, pero estaba demasiado feliz de que lo hiciera.

En el trayecto no hablamos mucho la verdad, y yo lo prefería así.

Una vez que llegamos, nos bajamos y Nick seguía agarrándome de la mano sin ningún problema. Sonrojada, me puse a ver todo para que se me pasara el sonrojo, pero dudaba mucho de que eso pudiera pasar.



#7818 en Novela romántica
#1724 en Chick lit

En el texto hay: tristeza, fama, amor

Editado: 15.02.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.