13. ¿Y si hice algo mal?

30 de abril del 2023

Los días transcurrían con demasiada rapidez, no me quejaba porque estaba demasiado emocionada por la sorpresa que me tendrían preparada. Aunque estaba claro que odiaba las sorpresas, pero siendo ellos, haría una excepción.

Hace unos días mis padres y yo tuvimos una conversación demasiado seria, ellos se irían a vivir a Rumanía, habían encontrado una hermosa casa en la ciudad donde mi padre había nacido y estaba un poco alejada de todo, algo que a los dos les gusto demasiado.

Yo la verdad no me esperaba esa noticia, yo quería entrar a mi carrera, pero papá me dijo que me ayudaría con todo lo que necesitara, era obvio que odiaba eso, porque no me gustaba que tuvieran que gastar tanto en mí. Así que tendría que empezar a trabajar en verano para poder ayudarles un poco más con todo.

Sería raro no verles todos los días, pero debía buscarme la vida porque tampoco podía pasarme toda la vida encima de ellos.

Menos mal que tenía algunos ahorros.

Se irían unos días después de mi cumpleaños, el problema es que yo no tenía dónde quedarme, aunque Mia según ella se ocupó de todo. Me quedaría con ella y su familia, al menos hasta que encontráramos un sitio para vivir. Me sentía mal, porque tampoco quería ser una molestia, pero su madre había insistido demasiado en que me quedara con ellas.

Así que una vez todo resuelto estuve ayudando a mi madre con todo lo de la mudanza, sería un viaje demasiado largo sin duda alguna.

Ahora me encontraba descansando en el sofá mientras veía el techo y pensaba en todo lo que estaba cambiando mi vida. Era todo tan rápido que no me daba tiempo para asimilar todos estos cambios tan repentinos.

Las cosas iban bien o al menos eso creía yo, la verdad es que no tenía ni idea de cómo me sentía.

No podía decir que me sentía mal porque estaría mintiendo, era algo realmente raro, pero podía soportarlo, así que decidí como todos los días ir a correr. Era raro porque ahora si no iba a correr un día me sentía demasiado rara, todo culpa de Nick que hizo que me acostumbrara a correr. Solíamos hacerlo juntos, sé que suena demasiado raro, pero avisábamos cuando ya estábamos listos por mensaje y una vez enviado empezábamos a correr.

La verdad es que era algo realmente lindo porque luego nos llamábamos y hablábamos de todo lo que se nos ocurriera. Nunca se terminaba los temas de conversación con él, algo realmente bueno no iba a mentir.

Así que sin nada que perder empecé a prepararme para ir a correr, incluso debía reconocer que me hacía sentir demasiado bien, independientemente de si estaba corriendo o andando.

Me hacía bien salir a la calle a que me diera el aire, y no me importaba ir sola, es más, a veces así lo prefería porque podía pensar en mis cosas y despejarme la mente.

Las cosas con Luke ya ni sabía cómo estaban yendo, era algo realmente raro y por mucho que lo intentara nunca sería suficiente. Así que no sabía qué más hacer para que nada de esto acabara, aunque no negaré que a veces creía que lo mejor para los dos era separarnos definitivamente, que cada uno tomara caminos separados.

Pero por mucho que pensara de esa manera, había algo en mí que me lo impedía, llevábamos tantos años juntos a distancia, que una parte de mí no quería renunciar a eso.

Era como si esa pequeña cosa me atará a una versión donde fui feliz, como si a pesar del cambio quisiera volver a ese tiempo, pero eso era imposible.

La gente estaba en constante cambio y ese también era mi caso, estaba cambiando para estar bien, porque según me había dicho todo el mundo, también merecía ser feliz después de todo.

Así que debía empezar a creérmelo, tenía amigos que querían verme bien, que querían verme cumpliendo todos mis sueños, así que debía empezar a cuidarme, a pesar de que fuera un trabajo realmente difícil, debía intentarlo.

Seguiría luchando para que las cosas entre Luke y yo fueran bien, pero él solía ponérmelo demasiado difícil.

¿Y si hice algo mal?

No lo sabía porque la comunicación entre nosotros no era una de las mejores y aunque lo quisiera, me estaba cansado de hablarle a alguien que me hablaba una vez a las dos semanas. ¿Era justo para mí?

¿Era justo para mí que algunas de mis amistades a distancia me dejaran de hablar sin motivo alguno? Sé que cometí errores, pero estaba intentando remediarlo de alguna forma.

Lo estaba intentando porque por una vez me merecía sanar y ser feliz, o eso me decía Nick.

Era algo raro, pero lo que sentía por Nick era totalmente diferente a lo que sentía por Luke, y ahí entendí a la perfección lo que mi padre me dijo, pero me negaba a creer porque no quería lastimar a Luke, ¿pero y si estaba lastimando a Nick?

¿Y si con mis acciones inconscientemente estaba dañando a Nick? ¿Acaso él se merecía eso? Claro que no, él se merecía lo mejor del mundo y no una persona como yo.

Cuando ya estuve lista, me puse mis cascos y empecé a correr sin importarme nada más. Estaba disfrutando de todo esto, estaba disfrutando realmente. Era ese tiempo que nadie podría quitarme, un tiempo donde solo me preocupaba por mí sin importar nada.

Al terminar saqué mi teléfono para ver que me estaba llamando Nick, con una sonrisa le respondí.

—Buenos días Solecito —sonreí aún más mientras caminaba por las calles.

—Buenos días idiota —él soltó una pequeña risa, por lo que pude escuchar, también se encontraba en la calle por el ruido de los coches.

—¿Dormiste bien?

—Sí, ¿y tú?

—Demasiado bien, la verdad. ¿Sabes una cosa? Te extraño —volteé los ojos divertida.

—Hablamos todos los días sin falta Nick, es imposible que lo hagas —lo escuché soltar un bufido logrando que me mordiera el labio para evitar reírme.

Era demasiado gracioso cuando se lo proponía.

—No es lo mismo lista, espero poder ir pronto a verte y así podamos hacer maratón de Disney —me gustaba demasiado esa idea.