Urban Dream, Vol. 1: El sueño de una ciudad

Arco Del Hogar De Fleta. Capítulo 11

Para la hora de la cena, Bincy volvió a casa sin haber encontrado ni una sola pista acerca del joven prófugo de su millonario padre. Como era de esperarse, no volvió de muy buen humor.

De ser por él, se hubiera quedado en la calle hasta encontrarlo, aunque se tardase una semana, pero sabía que su madre iba a regañarlo si hacía tal cosa, y más aún si no llegaba para cenar. Si lo castigaba, no podría salir a buscar a Aiden y todo iría de mal en peor.

—¿Y bien? ¿Diste con él? Según la policía, no hubo rastros del chico todavía —informó su padre, leyendo el diario.

—Busqué durante todo el día, aun con la foto que me mandaste, ¿y qué crees? ¡Nada de nada!

—Ya, ya —sonrió su madre, complacida por ver a su muchacho de vuelta en casa—. No te exasperes, mañana será otro día. Seguro lo encuentras después de clases.

—No puedo no exasperarme —replicó él poniendo cara de asco y sacando la lengua—. No voy a estar conforme conmigo hasta que lo encuentre. ¡Lo prometo! —Señaló hacia un punto invisible en la pared.

—De acuerdo, de acuerdo, dramático —rio ella—. Pero que no te afecte mucho. Tu amiga vino a cenar hoy, tal vez te ayude a sacarte el mal humor. Debe estar en tu habitación ahora.

Al oír esto, Bincy entró en pánico y dio un par de pasos hacia atrás.

—No me... No me digas que te refieres a...

—¡¡¡Bin!!!

Eso fue lo último que oyó el muchacho antes de que su "amiga" Debbie Byron le saltara encima y lo envolviera por detrás en sus brazos.

—¡Suéltame!

—¡Bin, te extrañé mucho! —suspiró Debbie, eufórica.

—¡Si nos vimos hace unas horas en la escuela!

—¡Es que esas horas se me hicieron eternas! No tienes idea de cuánto sufrí —le susurró al oído, haciéndose la trágica.

—¡Mamá! —llamó Bincy, ignorando por completo a Debbie—. ¡¿Por qué dejaste que esta psicópata entrara en casa?! —reclamó, aún con la chica colgándole de la espalda.

Cecily soltó una risa tapada por su mano izquierda y se encogió de hombros.

—Vamos. Vayan a sentarse que en menos de cinco minutos estará la comida.

<<Por fin>>, pensó Arthur, el padre de Bincy, aliviado. <<Qué ruido hacen estos tres... ¡Con comida en sus bocas seguro podré leer tranquilo mi periódico!>>.



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En el texto hay: adolescentes, emociones, original

Editado: 13.08.2025

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