Arco De Los Trabajos Del Señor Melvin. Capítulo 26

Apenas se despidieron de Leah y Melvin, estos dos les informaron sobre sus horarios en la tienda. Mañana tendrían que estar allí a primera hora.

Caminando hacia casa, Aiden se puso a pensar y ató un par de clavos sueltos.

<<Mi nombre es Gianpaolo>>, había dicho el padre de Fleta mientras cenaban, porque su hija había hecho el esfuerzo de impedirle revelarlo hasta entonces.

<<Somos Gianpaolo y Olette Pace, si de algo sirve>>. Esos fueron los nombres falsos que Fleta le había dado a aquel policía ayer.

Lo había deducido antes, pero no había llegado a asimilarlo ya que Fleta, desde debajo de la mesa, lo amenazó, y la noticia del trabajo lo hizo olvidarse hasta el momento.

—¡No lo creo! —Saltó de repente, conteniendo su risa.

—¿Qué cosa? —preguntó Fleta, arqueando una ceja.

—¡Gianpaolo Pace! —dijo, moviendo las manos de manera exagerada, como si estuviera acomodando algo grande.

<<Oh, no>>, maldijo Fleta. <<Se dio cuenta>>.

—¡Gianpaolo y Olette Pace! —repitió, eufórico.

—Cállate —ordenó ella, avergonzada—, esos nombres te salvaron el pellejo, así que...

—¡Si Gianpaolo Pace es el nombre de tu papá, e hiciste tanto escándalo cuando me lo contó, entonces Olette debe ser el nombre de tu mamá!

—¡¿Y qué con eso?! —replicó la otra, con los hombros tensos y las mejillas coloradas.

Aiden soltó una risotada.

—Perdona, es que fue extremadamente cursi —explicó entre risas.

—Cállate, maldito. —La sonrisa malvada, tensa, le temblaba. Apretó un puño en señal de advertencia.

—Es que es muy gracioso —dijo, aún riendo—. Ay, Fleta, eres una dramática de lo peor.

La muchacha soltó un poco sonoro gruñido.

Fleta regresó a casa enojada y roja, y Aiden, risón y con dos chichones en la cabeza.