Usted

Capítulo 4. Encantadora visita

El Ministro estaba aún pensativo procurando evadir lo que había pasado en la rueda de prensa, trataba de pensar en los asuntos de gobierno, pero le era inútil cuando la señorita Rosales no lo abandonaba, ella se había metido en su rebelde pensamiento.

Sintió rabia de ver qué podía ser un asunto irrelevante si él se lo propone, sin embargo nada le era posible al reflejarse en su mente el punto sensible que lo trastornó de la periodista.

—Demonios, ¿cómo puede una mujer que pretenda ganarse un protagonismo en un asunto tan delicado  venir a joderme tan fácil, realmente es atrevida, loca frenética ¿qué puede querer? En realidad no entiendo...

Su monólogo fue interrumpido por la voz del abuelo, que llegó escandalizado al no entender que el ministro dió la orden de no dejarlo pasar

—¡No soy nadie, soy uno de los hombres que paga los impuestos para que muchos de ustedes coman y algunos hasta roben! —decia con alteración el viejo.

El ministro al escuchar semejante grosería de su abuelo, salió de inmediato y lo hizo entrar.

—Abuelo, eres un escandaloso, además estás hasta grosero, si sigues llamando a la gente ladrón tendré que ponerte en arresto.

—¡Hazlo ingrato, es lo único que te falta, solo eres alzado con ancianos y mujeres...¿No es así?!

—¿De qué hablas abuelo? — preguntó impresionado el Ministro — No abuses..

—Soy un viejo indefenso — objetó con inocente dramatismo — igual que ese ángel de mujer que rompió tu absurdo protocolo el día de hoy...pobre chica indefensa....

—¡¿Queee....?! ¡¿Abuelo a eso viniste? ¡indefensa?! — un carcajeo burlón y airado salió de la  boca del Ministro— ¡Abuelo esa mujer es peor que tú!

—¿Ah sí? — preguntó el viejo poniéndose la mano en la barbilla— interesante...¿Y que quiere ese lindo bombón del periodismo? — preguntó el anciano con coqueteo, y el Ministro volteó de repente a mirarlo.

—Eres incorregible, abuelo...no diré absolutamente nada. 

—¿Te gusto? —una pregunta repentina hizo y el ministro se alteró.

—¡¿Abuelo... qué te pasa?! ¡Soy un hombre casado, ¿acaso no lo entiendes?! — el viejo levantó la ceja sin dejar de mirarlo— ¡No puede ser...¿todavía andas con esa ilusión de verme hecho un idiota?!

—Ya eres un idiota, ese bomboncito te puso de malas, dime....¿se metió en tus pensamientos?

—Abuelo, no lo sabes, pero  en la nación hay problemas verdaderamente serios...eres un señor mayor y no sabes todo lo que me digo a mi mismo para no faltarte el respeto....

—Hazlo, puedes faltarme el respeto, pero antes dime ¿Hay algo para mí? —el ministro hizo un profundo y determinado silencio— ¿No piensas decirle nada a este anciano que pocos motivos tiene para vivir? Solo la ilusión de verte feliz me da vida....anda Salomón, dime algo...

—Abuelo eres un manipulador — rió repentinamente el Ministro — olvida esa locura, es una loca que no mide las consecuencias de sus actos, que agradezca que acá valoramos y respetamos a las mujeres, aunque ya la opinión pública empiece a mirarla como una líder...

—¿No lo es acaso?

—Es una atrevida con ganas de llamar la atención, me causa problemas siendo algo tan diminuto, solo porque todo el mundo se fijo en sus palabras...

—¿Y tú Salomón? ¿En qué te fijaste tú...

—¿Abuelo, tú te estás escuchando?

—Ella te hizo bajarte de tu status de hombre poderoso para mirarla de frente y a su mismo nivel, uno en que en ningún problema por más duro que fuera has tenido esa gentileza de atender...Salomón, ella desafió al hombre con alma, no al hombre con poder político...

—Si crees que una mujer así me va a atormentar la vida te equivocas....

—Nooo, estás equivocado tú, te jodió la vida y no te has dado cuenta, tu cara lo dice todo...

—No te entiendo...

El viejo se acercó mucho más a él y mirándolo de frente llevó su mano hasta el hombro de Salomón como siempre lo hacía y le espetó.

—Dime una cosa Salomón...¿la señorita Julieta Rosales del Enfoque de la Información ha abandonado tu pensamiento? —El Ministro hizo un silencio profundo y el viejo rió a placer viéndole el rostro endurecido y preocupado— No lo ha hecho, la admiras aunque la llames como quieres, te aseguro que en ti ella  está....

—Señor aquí ya tenemos reporte de la periodista...—dijo el militar encargado abriendo la puerta  sin darse cuenta de la presencia del anciano— perdón, disculpe señor, me dejé llevar por...

—Una investigación sobre Julieta — espetó el viejo con una inmensa satisfacción — ésto se pone bueno....

—Retirese —dijo de forma obstinada el Ministro mientras recibía la carpeta con los documentos.

—Esa mujer sí que te dislocó en la vida, ojalá se meta también en tu alma...

—Abuelo, esto no es una película, es la realidad, es problema para mí en mi gestión...

—No sabes la alegría que me da que sea real,  Salomón, ahora has lo que tienes que hacer, protegerla, siempre habrá alguien que quiera dañarla después de su exposición ante el mundo...




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