Valencia, el sol y la luna

cap19

Valencia se puso de pie para irse de allí cual damisela ofendida, algo que no le salió muy bien porque se enredó con la manta y con Kongo terminando en el suelo, ante la risa contenida inútilmente por Ricky.

Valencia se levantó de un salto, furiosa como avergonzada, sentía como si todo conspirara a su alrededor. Recogió la manta y tiró sobre la hamaca la misma, sin importar que Ricky estuviese allí, realmente estaba muy enojada y no tenía el mínimo interés en soportarlo.

- Cálmate, te vas arrugar si te enojas tanto.

- Al que voy arrugar a sopapos es a vos si no me dejas de molestar-dijo girando y enfrentándolo con la rabia desbordando en su mirada.

- Bueno parece que: "santa Valencia" se destapó, esta Valencia me gusta.

- Te avise-contestó Valencia yendo encima de él, lo tomó de la remera acercándolo, sin que Ricky ofreciera resistencia.

- ¡Dale!, tenés todo el derecho a hacerlo, sácate las ganas, me lo merezco- esos ojos, su respiración, su cercanía era demasiado, lo soltó y salió corriendo hacia la nada seguida por Kongo y Ricky.

La casa del árbol fue su refugio, ya no daba más, lloró ocultando su rostro en uno de los almohadones. Ricky subió lentamente la escalera para evitar ponerla más nerviosa, se sentó en un rincón en silencio. Posiblemente contó hasta mil antes de decir:

-Debería pedirte perdón, por lo que hice...pero no puedo...porque quise hacerlo...

Valencia levantó lentamente su cabeza del almohadón sin abrir sus ojos y se recostó sobre la pared, tomando aire y conteniendo quizás el grito que hubiese querido dar. Abrió sus ojos y quizás por primera vez lo vio, a pesar de la penumbra, como Ricky deseaba mostrarse, sin ningún disfraz de "súper chico", tal vez ella se había quitado su propio disfraz.

-Ricky...de verdad...ahora no.

El entrelazó sus dedos y balanceó la cabeza.

- ¿Cuándo entonces?,¿cuándo ya no esté? -le tembló la voz solo pronunciarlo.

-No digas boludeces...

-Valencia, no vengo acá a dar lástima, ni que me tengas pena...pero sabes, sabes que...

-Basta Ricky, si no quieres que te tenga lástima, no la provoques-dijo poniéndose de pie para irse de allí.

- Valencia, escuché a mis padres hablar con el médico...no provoco lástima...solo que...solo que...tengo miedo-escondió su rostro entre sus manos y como si el mundo se derrumbara entre ambos, el llanto se apoderó de él, un llanto atrapado, silencioso...imposible no desear protegerlo.

 




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