Valiente Guerrera

CAPÍTULO 1

En el campo, a las afueras de la aldea, galopa un joven intrépido a toda velocidad en dirección al centro de la aldea. En la aldea, otro joven proveniente de las afueras de la tribu, caminaba por la calle principal, detrás de él tres hombres galopaban a gran velocidad, el amigo de ese joven lo aparto de en frente del camino para que no se lastimara.

Los hombres de a caballo le dijeron por qué no se quitó del camino cuando le gritaron, y el joven les respondió:

- ¡Y ustedes se creen los dueños de la calle!

Su amigo le detuvo para no causar más problemas, dándose la vuelta para marcharse, uno de los hombres de a caballo apunto al joven con una flecha… su amigo se percató de que apuntaban en dirección al joven y en el momento que el hombre disparo la flecha, su amigo lo empujo, agarro la flecha en el aire con su mano y se la volvió a regresar al hombre que la disparo con la misma fuerza y agilidad como si se hubiera disparado con un arco.

El hombre de a caballo la esquiva cayendo del caballo, viendo esto, los amigos del hombre estaban a punto de atropellarlos con los caballos, cuando apareció el joven que galopaba por el campo interponiéndose en su camino:

- ¿Así es como se comportan los guardas del Jefe de la Tribu?

- Los guardas del Jefe yo soy uno de ellos – respondió el hombre que se cayó del caballo mientras se ponía de pie y levantando la mirada observo que el que le hablaba era el Futuro Heredero de la Tribu: Yaocihuatl, el hombre se disculpó por su atrevimiento y Yaocihuatl les dijo que se largaran de ahí.

El amigo del joven llamado Cuauhtli, noto que Yaocihuatl era alguien importante, aunque no sabía quién era, Yaocihuatl se volvió para hablarle a los jóvenes:

- Los dejare ir, ya que los guardas causaron el problema, pero no habrá una segunda vez – Diciendo estas palabras Yaocihuatl se retiró del lugar cabalgando en su caballo, mientras que Cuauhtli lo observa alejarse con misterio.

Después de que Yaocihuatl dejara su caballo en el establo se fue a su tienda, al llegar se cambió de ropa, se puso un vestido color azul cielo que resalta su piel morena y sus ojos color miel, se hizo una trenza de medio lado en su larga cabellera negro puro y puso una flor de margarita en su oreja y esto es porque Yaocihuatl en realidad es una joven de 17 años, que se disfraza como hombre para poder actuar como realmente es sin que la gente la critique solo por ser mujer…

Yaocihuatl fue a la tienda de su prima y mejor amiga Atzin, Segunda Heredera de la Tribu, hija única del Jefe, ella es un año menor que Yaocihuatl, son similares físicamente pero Atzin es más pequeña y siempre usa 2 trenzas en su cabello, ella es tierna, amable, delicada, recatada, con buenos modales, todo lo contrario a su prima, ella es la hija ejemplar que toda familia desea, pero sus diferencias no son impedimento para su amistad y hermandad. Entrando a la tienda Yaocihuatl asusta a su prima por espalda haciendo que se sobresaltara casi cayendo de la silla.

- ¡Yaocihuatl! – dice mientras se acomoda en la silla - ya deja de asustarme.

- JAJAJAJA perdona – se sienta a la orilla de la mesa y nota que ella está haciendo un traje de hombre – mmm ¿Para quién será este lindo y cuidadosamente elaborado traje?

- ¡Yaocihuatl! – dice avergonzada – deja de burlarte de mí.

- No me burlo, ya sé que es para Tlacaélel – le guiña un ojo, ganándose un golpe sin fuerza en la rodilla por parte de su prima.

Yaocihuatl y Atzin escucharon a las siervas hablando sobre algo, ambas se acercan para escuchar mejor detrás del telón de la tienda:

- Nuestros guerreros están jugando en la cancha central contra los guerreros del oeste…

- ¿Esto será una especie de tregua o algo así?...

- ¿Con los guerreros del oeste? – dijo Atzin en un susurro.

- Tengo que ir – empieza a recoger unas cosas.

- ¿Qué? Espera Yaocihuatl ¿qué es lo pretendes hacer?

- Nada solo iré a ver ¿por qué no vienes conmigo? seguro que Tlacaélel estará ahí – la toma de la mano y se la lleva corriendo hacia la cancha.

En la cancha se encuentran jugando los guerreros del este contra los del oeste. Los hombres del oeste llevan 13 goles y los del este 9 (este partido está basado en el fútbol maya conocido como tlachtli o ullamaliztli), Yaocihuatl y Atzin llegan a la cancha:

- Mira, allá esta Tlacaélel – le señala Yaocihuatl a su prima.

- Es el capitán del equipo ¿no?

- Eso parece.

Mientras ellas observan, uno de los hombres del oeste intercepto a Tlacaélel, al punto de que se torció la pierna, deteniendo así el partido mientras lo auxiliaban. Atzin acompaño a Tlacaélel al doctor mientras que Yaocihuatl los siguió por detrás.

En la tienda del doctor, Yaocihuatl escucho que Tlacaélel ya no podría seguir jugando por la lesión, lo cual era un problema porque no avía nadie que lo relevara, por lo que se dijo a sí misma:

- Si no ganamos esta competencia será un problema para nosotros – aprovecho que todos estaban distraídos para agarrar el traje y la máscara que Tlacaélel estaba usando y se dirigió a la cancha.

En el observador privado de la cancha un representante de las tierras del oeste y el Jefe de la Tribu Lenca discutían sobre el partido:

- Parece que nadie quiere relevar al joven lesionado – dijo el representante.

- Solo se están preparando para continuar el juego – respondió el Jefe – no se preocupe le prometo que este partido será de su agrado.

- JAJAJA eso espero, pero ya que estamos aquí, creo que deberíamos negociar algún tipo acuerdo.

- ¿Un acuerdo?

- Si, como, por ejemplo: una alianza matrimonial, entre las dos tribus – dice con malicia – lo que más buscamos ahora es la paz entre nuestras tribus y estoy seguro de que alguna de sus hijas podría ser la elegida.

- Solo tengo una hija.

- Oh sí, pero según escuche ella no es la Futura Heredera de la Tribu, así que no hay ningún impedimento al respecto.




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