Juntos se alejan de la pista y llegan hasta la puerta por la cual salen hacia el jardín frontal y una vez que se encuentran alejados del bullicio, él detiene su andar haciendo que Ishtar lo mire.
– ¡Me estoy comportando como un adolescente!–musita para sí mismo a manera de reproche.
– Continua así, por favor, me agrada de verdad– responde ella uniendo sus labios a los de él sin darle tempo a continuar reprochándose sus acciones.
– No sé qué es lo que me has hecho pero quiero verte nuevamente, conocerte mejor, no quiero que nuestro encuentro se limite a esta fiesta, a este momento–expresa con absoluta sinceridad mirándola a los ojos, Ishtar sonríe dulcemente haciendo que el corazón del joven lata con mayor fuerza.
– ¿Enamorado?–inquiere elevando una ceja.
– No me atrevería llamarlo de esa manera pero si estoy convencido que me provocas algo muy fuerte, no puedo darle un nombre porque sería demasiado precipitado, dejemos que el tiempo nos haga saber de qué se trata.
– ¿Lo dices de verdad? Soy tan solo una niña– responde con tono inocente.
– Lo sé pero puedo hacer una excepción por tratarse por una niña tan cautivadora–replica siguiéndole el juego, ella sonríe complacida ante esa respuesta.
– Dame tu teléfono– solicita sin borrar la sonrisa de su rostro, él sin comprender lo desbloquea y se lo entrega, la joven digita rápidamente un numero y se lo devuelve–. Ahora podrás llamarme o mandarme mensajes cuando lo desees, debo irme.
– ¿Qué ocurre?– cuestiona lleno de desconcierto ante el cambio repentino en la actitud relajada de la joven.
– No puedo explicarlo, debo volver ahora a mi casa–responde sin poder controlar la angustia que se ha apoderado de su corazón de manera tan repentina, no comprende de que se trata pero una gran necesidad por volver a su hogar la ha invadido por completo.
– Puedo llevarte sin problemas, mi automóvil se encuentra cerca– ofrece sujetándola de la cintura y besándola nuevamente.
– Admito que es una propuesta tentadora pero debo declinarla, en otro momento será, ahora traje mi automóvil, únicamente informaré a mi amiga que debo irme– responde besando rápidamente los labios del joven.
Sin esperar respuesta por parte de Enzo, Ishtar se aleja rápidamente, dirigiéndose al interior de la casa en busca de su amiga, dejando atrás a Enzo tratando de controlar lo que siente. Una vez que la joven ha ingresado a la casa nuevamente, él mira la pantalla de su teléfono que mantenía en su mano y sonríe al percatarse de que ella registró el numero como: “Niña”, presiona la opción para editar el contacto agregándole la palabra: “Mi”, guarda los cambios realizados y después el teléfono en su bolsillo.
Mientras tanto en el interior de la casa, Ishtar consigue ubicar a su amiga, Aina se encuentra en compañía de Mathew. Se encuentran unidos en un beso por lo que Ishtar se siente terrible por interrumpir, como mejor amiga de Aina, conoce perfectamente los sentimientos de la joven por Mathew y en ese momento su amiga cumplía uno de sus sueños; sin embargo, realmente necesita informarle que debe marcharse o Aina se preocuparía mucho, « Lamento mucho interrumpir pero es necesario». Piensa llegando hasta donde se encuentran los jóvenes.
– Me disculpo por interrumpirlos–expresa llamando la atención de ambos–. Aina, debo volver a casa.
– ¿Qué te sucede, angelito? Pareces muy afectada, ¿Te ha hecho algo mi primo? Si te ha hecho sentir mal o algo, dímelo y ahora mismo lo pondré en su lugar, nadie puede herir a mi angelito frente a mi sin que intervenga–indica Mathew con absoluta seriedad, realmente aprecia a Ishtar y permitir que la lastimen es un imposible.
– Gracias Mathy, eres muy amable pero en realidad tu primo es un encanto, lo que sucede es algo mas, realmente es urgente que regrese a casa, no puedo explicar más.
–Mathew tiene razón, Is, te ves muy afectada, de esa manera no puedes conducir, yo te llevaré–indica Aina sumamente preocupada por su amiga.
–No es necesario, Aina, he traído mi automóvil, lo que menos deseo es molestarte, continúen divirtiéndose–replica Ishtar tratando de relajarse; sin embargo, le resulta imposible, algo ha inquietado su corazón y ni siquiera es capaz de comprenderlo.
–Disuadirme no es posible, sabes que no te dejaría sola, ¿Podemos dejar el automóvil de Ishtar aquí?–pregunta Aina dirigiéndose a Mathew.
– Mi casa es su casa, no se preocupen, aquí se encuentra seguro, mañana pueden recogerlo, o yo puedo llevarlo a donde me digan, sin problema.
–Gracias, vamos, lo lamento, Math, ¿Hablamos en otro momento?–inquiere Aina mirando a Mathew los ojos.
– No hay problema, mi muñeca linda, yo comprendo y por supuesto que hablaremos, conduce con cuidado– responde regalándole un suave beso en los labios a la joven–. Espero que todo se encuentre bien.
– Yo también, Mathy–expresa Ishtar, que su inquietud no sea nada, es su deseo más grande en ese momento–. Vamos, Aina.
Juntas salen y se encaminan hasta el vehículo de Aina, en cuanto llegan a este, Aina sube rápidamente al asiento del piloto, Ishtar se dispone a abrir la puerta para poder subir en el asiento del copiloto cuando alguien le gana. La joven se encuentra tan llena de preocupación que ni siquiera se percató de la presencia de esa persona hasta el momento en el que le abre la puerta.
–Espero que todo se encuentre bien, niña bonita–indica Enzo dejando un rápido beso en los labios de la joven, quien sonríe con dulzura al mirar los ojos del hombre frente a ella.
– Gracias, guapo– responde para acto seguido subir al asiento del copiloto, Enzo cierra la puerta del vehículo y se aleja, permitiendo que Aina pueda conducir.
La joven se incorpora al tráfico con cuidado, que por suerte a esa hora, es bastante ligero lo que les permite avanzar a una buena velocidad, sabe perfectamente bien que su amiga se encuentra demasiado preocupada, por lo que decide ir lo más rápido posible para que lo que sea que tiene a Ishtar de esa manera, se resuelva cuánto antes.
– ¿Qué es lo que sucedió? Todo estaba tan bien–expresa Aina de pronto llamando la atención de Ishtar.
–Eso no lo sé, Aina, sé que te parecerá una locura pero mi corazón me dice que debo estar en casa, lamento haberte hecho salir de esta manera solamente por un presentimiento, especialmente cuando todo estaba saliendo tan bien con Mathew.
– No te preocupes, Is, ya pronto llegaremos a tu casa; además, Mathew es muy lindo, me pidió que fuera su novia y yo he aceptado, no debes preocuparte por eso, tú haz cautivado al primo de Math– comenta intentando distraer la atención de su amiga para que se relaje un poco.
– Y él a mí, Aina, es un hombre maravilloso–admite Ishtar sonrojándose sin poder controlarlo.
– ¡Eso sí que no me lo esperaba! ¿Te haz enamorado de él?– pregunta Aina sin ocultar la sorpresa que le produce escuchar esa respuesta.
–Creo que sí–musita al tiempo que deja escapar un suspiro–. ¿Es una locura, verdad? Esto que siento por él es demasiado nuevo para mí y sumamente sorpresivo, creo que he encontrado al amor de mi vida, Aina.
– ¡Es lo más increíble del mundo!–exclama Aina sumamente emocionada.
Ishtar se encuentra igual o más emocionada que su amiga, pensando en ese joven consigue relajarse un poco, le parece irreal sentirse de la manera en la que se siente a causa de un hombre al que no había visto bien y que sería incapaz de reconocer a plena luz del día. Una gran sonrisa se apodera de su rostro al pensar en cada momento de ese encuentro que aunque ha sido breve, ha sido sumamente intenso, hasta que de pronto la sonrisa de su rostro, se borra.
– ¡Mi hogar!–exclama sintiendo las lágrimas acumularse en sus ojos y correr por sus mejillas al parpadear sin que sea capaz de controlarlo.
– ¡Qué diablos!–grita su amiga estacionándose.