Ishtar no espera ni un segundo mas, baja rápidamente del automóvil y se aproxima hasta donde se encuentra un grupo considerable de personas, en poco tiempo llega hasta la cinta de seguridad que resguarda la zona del siniestro. Sin pensarlo, la cruza y avanza, hasta que se percata que alguien la sujeta por la cintura evitando que se aproxime más y se ponga en peligro.
– ¡Suélteme, suéltame!–grita llena de desesperación con lágrimas corriendo por sus mejillas sin detenerse.
– No puede cruzar, señorita, es muy peligroso–informa una voz varonil.
– ¡Usted no comprende, es mi casa! ¡¿Dónde están mis padres?! ¡Mamá! ¡Papá!– exclama Ishtar sin parar de llorar.
–Estamos haciendo todo lo posible por controlar el fuego, hasta el momento nos ha sido imposible ingresar en la vivienda para saber si hay alguien en el interior.
Aina llega hasta donde se encuentra su amiga, « Esto debe ser una pesadilla, no puede ser real, no puede serlo». Piensa Isthar en estado de shock tras escuchar las palabras del bombero que la ha detenido. Ishtar se ha quedado completamente inmóvil mientras sus lágrimas corren por sus mejillas, su mirada se mantiene atenta en su hogar, el cual está siendo consumido por inmensas llamas.
– Señorita–habla alguien tocando ligeramente su hombro, haciendo que vuelva a la realidad–, ¿Puede acompañarme, por favor?
Aina avanza al lado de su amiga que parece actuar de manera automática, lo que sus ojos presencian, es una verdadera pesadilla, una muy terrible pesadilla de la que Ishtar desea con todo su corazón despertar, los bomberos por fin han conseguido controlar el fuego e ingresar a la casa. Ishtar se encuentra por llegar a donde la guía el oficial que le había hablado, cuando se percata de que extraen dos cuerpos del interior de su hogar, sabiendo perfectamente bien que en el interior no había más personas, no es necesario que le comuniquen nada para saber a quién pertenecen esos cuerpos.
– ¡No!–exclama llena de dolor y tristeza, Aina tuvo que hacer uso de todas sus fuerzas para sostener a su amiga que se tambaleo sintiendo sus piernas desfallecer–, ¡Mamá, Papá!
– Lo lamento, señorita, se hizo todo lo que nos fue posible.
Ishtar escucha todo como si hubiese algún tipo de eco en el lugar, todo parecía estar ocurriendo en cámara lenta, sabe que debe ser fuerte, por lo que buscando esa fortaleza que necesita en su interior, respira de manera profunda. No es sencillo pero consigue controlarse un poco para enfrentar la situación y poder comprender que es lo que ha sucedido para terminar en esa situación tan desafortunada.
– ¿Qué fue lo que sucedió?–pregunta a los encargados.
–Todo parece indicar que ha sido provocado, y lo que más llama la atención, es que todo comenzó en las habitaciones pero es muy pronto para asegurar algo.
–Eso no puede ser– musita Ishtar sin poder comprender lo sucedido.
Algunos minutos más tarde, Ishtar, quien ha logrado tranquilizarse por completo para poder hacer lo que debe, gracias a que tiene su identificación que la acredita como mayor de edad, puede hacerse cargo de todos los trámites necesarios. Se siente destrozada pero se esfuerza por ser fuerte, « ¿Por qué habrás hecho esto, padre? ¿Por qué me dejaste sola?» se cuestiona, después de escuchar el reporte y al recordar su conversación con su padre,
consiguió unir las piezas, llegando a la conclusión que fue él, su padre, quien comenzó el siniestro; sin embargo, no consigue comprender los motivos que lo llevaron a actuar como lo hizo.
Aina se aleja un poco para permitir que su amiga se encargue de los trámites y aclaraciones que debe hacer, en eso, ella no puede ayudarla, por lo que decide esperarla cerca de su automóvil, con atención observa todo el caos, debe mantenerse atenta en caso de que su amiga la necesite, de pronto recibe una llamada.
– ¿Sí?– responde enseguida.
– Soy Math, me quede preocupado, ¿Se encuentra todo bien?–pregunta el joven al otro lado de la línea con evidente preocupación.
–No, es una verdadera desgracia, Math, Ishtar lo ha perdido todo, su hogar se ha incendiado y sus padres se encontraban en el interior, desafortunadamente no consiguieron salvarlos–informa Aina con suma tristeza.
– ¡No puede ser!–exclama alarmado, sorprendiendo a su primo que se encuentra a su lado–, ¿Cómo se encuentra mi angelito?
– Muy mal, Math, completamente destrozada pero ha tenido que sobreponerse rápidamente, recuerda que es hija única, ahora se encuentra con algunos oficiales, debo volver con ella, te mantengo informado, ¿De acuerdo?
– Si, muñeca, estoy pendiente, dile a mi angelito que aquí estamos para ayudarla en lo que necesite–indica refiriéndose a él y a su primo.
– Gracias a ambos.
Aina termina la llamada y regresa al lado de Ishtar, quien a pesar de su dolor y tristeza, ha tomado el control de la situación y se encarga de todo lo necesario. Mathew se encarga de explicarle lo sucedido a Enzo, quien lleno de estupefacción, escucha todo. El resto de la noche y parte del siguiente día, Ishtar lo pasa resolviendo pendientes para el funeral de sus padres, ella no debe preocuparse demasiado por ese tema. Su padre siempre fue un hombre precavido por lo que había resuelto el tema de los funerales hacia tiempo y todo lo que faltaba eran únicamente trámites. Definitivamente no es nada sencillo superar el obstáculo que la vida le ha colocado en el camino; sin embargo, hace todo lo posible por conseguir hacerlo y contar con el apoyo de su mejor amiga, lo vuelve mucho más llevadero.
Al día siguiente, por la noche, en la sala de velación, se encuentran muchos conocidos y amigos de su padre y su madre, Ishtar se siente abrumada por la gran cantidad de personas que se encuentran ahí, por lo que decide salir para poder tomar un poco de aire. Llega hasta el exterior, se cruza de brazos y observa la estrellada noche sobre su cabeza. En esa soledad deja escapar las lágrimas que había estado controlando, se siente perdida y sola, « ¿Qué voy a hacer sin mis padres?» se cuestiona sintiéndose completamente sola, de pronto, se percata de que alguien se toma la molestia de cubrirla del frío.
–Es una fría noche y no deseo que te enfermes–expresa una voz conocida para ella, Ishtar enseguida se gira y lo abraza fuertemente, realmente lo necesitaba–. Tranquila, estoy aquí, llegué hace poco, te busqué en el interior y tu amiga me comunicó que habías salido.
–No quería continuar dentro… sentí que me ahogaba–responde entre sollozos liberándolo de su abrazo para poder mirarlo–. Gracias por venir, Enzo, tu presencia aquí me hace sentir tan bien.
– ¿Cómo podría dejarte en un momento tan difícil como esté, Ishtar? Es imposible–indica abrazándola nuevamente–. Sé bien que nos conocemos hace poco, no sabemos nada el uno del otro pero eso no impide lo que siento por ti, quiero estar a tu lado, estoy aquí y aquí permaneceré para lo que necesites.
–Realmente gracias, eres lo único bueno que me ha sucedido en estos días– expresa depositando un suave beso en los labios del joven para después volver a abrazarlo, él la rodea con sus brazos esperando con ese gesto transmitirle todo lo que siente por ella y su apoyo incondicional.
El teléfono de Enzo comienza a sonar de pronto, interrumpiendo ese mágico momento, Ishtar lo libera de su abrazo para que pueda responder, él busca su teléfono, lo toma y mira el identificador, sintiéndose molesto de inmediato.
–Lo siento, debo responder pero no te alejes de mí–pide atrayéndola hacia él, haciendo que ella lo abrace y rodeándola con su mano libre mientras que con la otra desliza la pantalla para aceptar la llamada–, ¿Qué sucede?
–Disculpe que lo molesté a esta hora, señor, surgieron algunos problemas importantes, es urgente que usted mismo se encargue de supervisarlos–informan al otro lado de la línea.
–Ahora mismo, me resulta imposible, encárgate–manifiesta con tono serio y profesional.
–Señor, he hecho todo lo que se encuentra en mis manos para resolverlo pero ha sido imposible, si no fuera urgente, no lo molestaría– insisten provocando aún más la molestia de Enzo.
– ¿Tienen que ser tan ineptos? Siempre debo estar resolviendo los problemas que ocasionan, por una vez en la vida resuelvan algo que para eso les pago– replica sumamente molesto.
–Lo comprendo, señor, disculpe pero realmente debe hacerlo usted– responden con nerviosismo, conocen el carácter fuerte de Enzo y si no fuera urgente de verdad, no sé atrevería a molestar.
– No puedo hacerme cargo ahora, tengo un asunto de verdadera importancia que debo atender y no lo dejaré por culpa de sus impericias– contesta con tono severo, Ishtar se sorprende al escucharlo hablar de esa manera tan inusual para ella pero se siente bien al saber que él es capaz de dejar algo importante únicamente por quedarse a su lado.
– Puedes ir– susurra en el oído del joven con tono comprensivo, lo que menos desea es causarle problemas, él medita por un momento para acto seguido mover su cabeza de manera afirmativa.
– Estaré ahí en una hora y más te vale que sea algo realmente importante de otra manera considérate despedida–responde con seriedad para después terminar la llamada sin esperar respuesta–, ¿Te encuentras convencida, bonita?
– Sí, no te preocupes, estaré bien, tienes mi número y puedes llamar si lo deseas.
– ¿Qué dices, niña bonita? Por supuesto que te llamaré y créeme que bastará una palabra tuya para que mande al diablo todo y regrese a tu lado que es el único lugar en el que quiero estar– expresa haciendo que ella lo mire para después besar suavemente sus labios.
– Muchas gracias de verdad, resuelve tus problemas y quédate tranquilo, Aina y Mathy, estarán conmigo.
Enzo mueve su cabeza de manera afirmativa y besando la frente de la joven se marcha olvidando el abrigo que colocó sobre los hombros de Ishtar, ella permanece por algún tiempo en el exterior, observando lo que la rodea. Realmente jamás se imaginó que le podría suceder lo que en ese momento vivía pero entre todo lo malo, tenía una luz en su camino y esa luz, era ese joven que el destino había colocado en su vida en el momento en el que más lo necesitaba, una vez que se siente más tranquila ingresa nuevamente y se reúne con Aina y Mathew.