Veneno en el corazón

Capitulo 17

Poco tiempo después, la puerta de su oficina se abre y un elegante hombre de traje color negro ingresa en la oficina. Siendo el mejor amigo de Elian, no espera a ser invitado a tomar asiento, simplemente se acomoda frente a él.
– ¿Encontraste lo que te pedí?
–Soy como un Dios, ¿Cómo puedes dudar de mi?–replica fingiendo indignación–. En este pequeño aparato puedes encontrar todo lo que querías saber y mucho más, encontré cosas muy interesantes.
–No dudo, es por ello que te entregué esta misión, el dinero está en tu cuenta–indica tomando la USB de manos de su mejor amigo.
–Un placer hacer negocios contigo, por cierto, ten cuidado.
–Siempre lo tengo, no debes preocuparte tanto, todo lo tengo bajo control–expresa con una sonrisa llena de confianza, ir un paso delante de todos es su especialidad y aunque su amigo ha tardado en entregarle lo que le pidió ha investigado por su cuenta, sabe bien lo que hace.
–Elian, te lo digo como amigo, realmente debes tener cuidado.
–Mejor no digas tonterías y usa el dinero para un terapeuta, cada vez estas peor con tu paranoia–comenta con tono bromista, sabe que la petición de su amigo tiene que ver con lo que ha encontrado pero deberá esperar para saber cuál es la razón de la preocupación del joven.
Ellos permanecen en la oficina conversando por algún tiempo, a pesar de ser los mejores amigos no se ven con frecuencia, cada uno tiene sus respectivos pendientes por atender y problemas que resolver, es por eso que aprovechan las oportunidades para ponerse al día con las novedades de sus vidas.
La hora indicada por Elian se aproxima, Ishtar se encuentra en la sala del departamento completamente preparada para el evento de esa noche, por una razón que desconoce se siente sumamente inquieta y pensativa. En realidad, sus pensamientos no revelan nada, simplemente la llenan de melancolía, en ese momento el timbre suena, actuando de manera automática se pone de pie y se encamina a abrir la puerta, encontrándose con el atractivo joven al que debe acompañar.
–Estas hermosa y lo más increíble, a tiempo– expresa bromista y sorprendido al mismo tiempo, realmente se encontraba preparado para esperar media hora a la joven como acostumbraba.
– Gracias– responde con amabilidad sorprendiendo aún mas a Elian, quien se encuentra acostumbrado a que siempre objete alguna cosa.
– ¿Te encuentras bien?–inquiere preocupado por ella.
– ¿Qué? Ah sí, estoy bien, ¿Vamos?
– Si no deseas acompañarme lo entiendo, no te preocupes, puedo inventar alguna excusa.
– ¡Que considerado! ¡Déjate de patrañas y vamos, antes de que me arrepienta!–indica con molestia por la actitud del joven hacia ella, se supone que es un trabajo y ella debe cumplir.
– ¡Eso, esa es la Isis que conozco!–expresa sonriendo, su manera de ser tan particular le divierte mucho.
– Es decir que te gusta la mala vida, ¿No?
– Comienzo a tener esa sospecha pero no me juzgues–responde con una sonrisa llena de inocencia, « ¿Quién pensaría que es un demonio con esa carita angelical?» piensa Ishtar elevando una ceja–. Vamos a la reunión. En realidad... se trata de una bienvenida, mi hermano mayor ha regresado esta mañana de su misión imposible, como siempre, consiguió el éxito, mis padres no se lo pensaron dos veces y decidieron hacer una gran fiesta en su honor, es por eso la premura que tuve al avisarte, fue repentino y bueno, aquí estamos.
–Comprendo, vamos.
Juntos se encaminan hacia el elevador, el corazón de Ishtar mantiene en su interior una angustia que le resulta incomprensible, en poco tiempo se encuentran en el interior del vehículo de Elian. De manera inmediata, él conduce hacia la salida del estacionamiento subterráneo, una vez en el exterior se incorporan al tránsito en completo silencio, la realidad es que acudir a ese evento es algo que a Elian no le entusiasma e Ishtar completamente ajena a la situación se limita a cumplir con su papel al lado del joven.
– No pareces muy feliz por la bienvenida– comenta Ishtar de manera casual.
–Lo estoy, echo de menos a mi hermano, es solo que… no sé–responde Elian con evidente desanimo para acto seguido perderse en sus pensamientos.
– ¿Cómo es tu hermano?– pregunta Ishtar con curiosidad al percatarse del semblante tenso de Elian.
–Perfecto, esa es la única manera de describirlo, es muy guapo, educado, encantador e inteligente, el hijo perfecto ese que todo padre desearía tener, obediente, dedicado y servicial, el hermano perfecto siempre ayudando a su pequeño hermano a salir de problemas, aconsejándolo y haciéndolo vivir bajo su protección, si yo fuese mujer diría que es el hombre perfecto, galante, caballeroso y detallista–expresa Elian con un tono bastante complicado de describir.
– Ahora entiendo porque la gran bienvenida, es el favorito, ¿No?
– Es el ideal, todo lo que lo que yo nunca podre ser pero ya no importa porque me cansé de intentar que me notaran, siempre recuerdan mi existencia según sus propias conveniencias, si Elian es útil existe y si no lo es, olvidemos que respira, digamos que mi hermano es perfecto, mi hermanita es la favorita, la dulce, la adoración de ellos y yo, bueno, soy yo, el rebelde, mis padres ya no esperan demasiado de mi y es mejor para mí.
– Pensé que querías a mucho tu hermano–musita enfocando su mirada en el joven que conduce y que al escuchar el comentario de la joven sonríe.
–Lo quiero mucho, nos llevamos increíble pero eso no quita el hecho de que sea el hijo perfecto, tan perfecto que me hace sentir nauseas–responde con tono bromista–. En realidad, mi hermano y yo éramos inseparables hasta antes de su viaje pero se fue molesto conmigo, no sé como reaccionará al verme y yo no sé cómo debería reaccionar, peleamos, ambos dijimos cosas que nos hicieron daño.
– Imagino que esas cosas suelen suceder entre hermanos, soy hija única pero Aina es como mi hermana, cuando discutimos siempre nos perdonamos después de algún tiempo, seguramente tu hermano te ha echado de menos de la misma manera que tú a él.
–Lo descubriremos ahora, linda, hemos llegado, al parecer el invitado de honor nos gano, te lo dije, es perfecto.
–En ocasiones, el más perfecto, resulta ser el peor–expresa Ishtar con amargura al recordar ese día gris que destruyó su corazón.
Elian le regala una pequeña sonrisa sin percibir el tono lleno de amargura y melancolía empleado por la joven, ingresan en el estacionamiento del lugar, Elian estaciona su automóvil, desciende con elegancia y se dirige a abrir la puerta a Ishtar. Ella sonríe de la manera en la que se encuentra acostumbrada a hacer en cada ocasión que debe desempeñar su papel como novia de Elian Wright, tomada del brazo de Elian se deja guiar por el joven hasta el interior del hogar de los Wright.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.