Venganza Navideña: el inicio de la pesadilla

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Llegados al árbol, el alcalde de Cornville les dio la bienvenida, les brindaron chocolate, galletas y una manta, para que se sintieran a gusto. Los niños Blossom se sentaron al lado de los chicos que los habían invitado, uno de ellos, Jason Sprouse, trato de entablar conversación con ellos preguntando si habían escrito su carta a santa, solo para ser fulminado por dos pares de ojos negros como la noche.

Ya iniciada la reunión, uno de los pueblerinos, un anciano de 70 años conto su primera historia. En realidad, una leyenda.

- Desde hace siglos – comenzó a narrar el anciano - existe una leyenda, que dice que entre el 5 y 6 de diciembre, cuando todas las personas del mundo empiezan a anhelar la llaga de la navidad, se llenan las calles de luces de colores, se impregna con el olor a galletas recién horneadas, se llenan las aceras de nieve y empiezan los niños a hacer angelitos y hombres de nieve, entra a nuestro mundo desde las llamas del mismísimo infierno, un ser maligno, un demonio. El Krampus. Dicen, que su rostro diabólico está adornado con cuernos en la frente, una larga lengua roja y una cabellera negra. Tiene el cuerpo cubierto por un tupido pelaje oscuro, y sus patas son de cabra, similares a las de un fauno. Se pasea por las calles en las horas más oscuras de la noche, arrastrando cadenas oxidadas, sonando campanas y cencerros, esperando olfatear niños. Niños que, en las famosas listas de santa, están catalogados como malos, de los peores que hay, los más impuros de corazón. A esos temerosos dias le llaman, el Krampusnacht, la fiesta del enemigo de Santa Claus. Los que han llegado a oírlo y hasta verlos, dicen que en su espalda lleva una canasta, donde mete a los niños malos para llevárseos a los confines del infierno. Y devorarlos vivos.

De repente, se escucha un fuerte grito. Uno de los Blossom, furioso por haber ido a esa reunión, creyendo que esta era una trampa para echarles en cara lo que hacían, sus travesuras, con una tonta historia de terror, solo para recalcar que todos creían que ellos eran malos, había tomado del bolsillo de la chaqueta de Jason su preciada carta a santa.




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