venganza romántica

2

Al día siguiente me preparo rápido para el colegio, no tenía ganas de tocar el tema con mamá, creo que ella tampoco, después de esa charla el ambiente estaba más denso.

Salí de mi casa con mis audífonos y lentes de sol, tenía que apurarme porque el transporte pasaba en quince minutos.

Logré llegar a tiempo y me senté alado de la ventana divisando las personas que pasaban.

Mi tranquilidad se rompe cuando un hombre aproximadamente de 36 años se sienta muy cerca con las piernas abiertas de extremo a extremo, como si yo no estuviera. La situación era soportable, pero noté que me miraba constantemente y en esas miradas me tocó la pierna con disimulo, en estos momentos normalmente me cambiaba de asiento, hoy esa no era mi intención, sentía que tenía que hacer algo y eso hice

cuando me intento tocar nuevamente le agarré un dedo y se lo doblé con todas mis fuerzas

el hombre solo pego un grito e intento pegarme, pero un joven lo sujetó mientras le decía imbécil, yo lo miré y me pareció lindo, tendría mi edad, con ojos verdes y pelo castaño

me quería reír del hombre, pero simplemente me quede callada, el chico quería decirme algo, aunque se vio interrumpido por la llegada de mi parada hacia el colegio.

Me bajé apurada, sin embargo, le dije gracias mientras el transporte se marchaba, miré en todas direcciones en busca de mi amiga, una sombra con una coleta en su pelo aparece con rapidez, en efecto era ella, siempre risueña

—Hola, ¿cómo estás? Ayer leí tu mensaje y...

—si perdón fue un desastre ayer, todo se me vino abajo

—¿pero ¿qué pasó?, ¿estás bien Soka?

—resulta que mi papá es un violador maltratador de mujeres y todo este tiempo mi mamá estuvo escondiéndose de él, ya que tiene un cargo en la policía y con sus influencias sería capaz de hacerle cualquier cosa

—que horrible Soka, lo lamento mucho debió ser muy difícil para tu madre ocultarte todo esto mientras tú tenías la ilusión de verlo una vez en tu vida

—Todavía planeo verlo

—¿para qué?, es muy peligroso y si le hizo eso a tu madre no es conveniente que te acerques a él 

—si tienes razón, olvida todo lo que dije.

En realidad, si lo quería ver, poder ponerle una cara a ese infeliz que tanto soñé conocer, quería mirarlo a los ojos y mat...

Dejé de pensar un rato y Saya no demoró en agarrarme de la mano para arrastrarme hacia el salón de clases, siempre hacía eso, lo vio en un manga para después replicarlo en mí.

No sentamos juntas desde primero y ahora ya estamos terminando la secundaria, mi pasión desde que era chica fue ser modelo, pero a mi mamá nunca le gusto, ella tenía la ilusión de que yo sea médico o abogada, cualquier trabajo que me asegure el futuro, económicamente claro

Saya siempre me apoyó para que sea modelo, aunque tengo que admitir que no me siento tan linda para serlo.

—¿Soka quieres ir a una fiesta en la casa de Alex?, es esta noche a las 9.00

—¿no lo sé?, ¿quién es?

A estas alturas en lo que menos pienso es en una fiesta, pero creo que no sería tan mal despejarme un rato

—está bien, voy, pero un rato nada más

—si claro nos vamos a divertir.

Ya regresé a casa, caminé hacia la habitación de mamá y en el suelo me encontré 2 botellas

y en el rincón se escuchaban sus lamentos, me acerco para levantarla y abrazarla

ella hizo lo mismo, no pensé en lo difícil que podía ser para ella, solo me concentraba en mis sentimientos.

La llevé al baño porque su estado de embriaguez no le permitía mover correctamente sus pies

la miré a los ojos y le dije que se acostara, ella estaba borracha, pero podía entender lo que estaba pasando y se dejó caer a la cama sin problemas.

Subí a mi cuarto y me quedé observando una novela de asesinatos mientras comía unas frutas con avena, en el libro explicaban crímenes sin resolver y muchas tácticas que usaban los asesinos como los policías, no sé por qué, pero me dije a mi misa que esto me serviría más adelante.

En ese momento recibo el mensaje de Saya" a qué hora llegas".

Qué tonta me olvidé por completo de la fiesta, salgo corriendo de mi cuarto y me ducho en cinco minutos, me puse rimel y me vestí con lo primero que encontré

caminé despacio para que mamá no escuchara nada, aunque es su estado, no creo que ni una bomba la despertara.

Antes de salir me puse a pensar sobre papá, más bien porque hizo todo esto y entonces se me ocurrió buscar respuestas, Saya me iba a matar, pero no planeo ir a la fiesta, más bien a otro lugar... 

 




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