Estaba claro que él me beso y no dijo nada más, así que nos subimos a la limusina y nos fuimos al llegar a su casa, se supone que allí tenía que quedarme, solo entre y hay estaba su perro moviéndome la cola, como si quisiera que lo abrazara, así que me acerque y bese al perrito.
Mario—Quisiera ser un perro.
—¿Qué? —respondí asombrada.
Mario—Nada ve a dormir.
Ok buenas noches, gracias por la habitación y me puedo meter a tu piscina mañana.
Mario—si —siéntete como en tu casa—.
Está bien—respondí.
Al día siguiente.
Lo primero que vi cuando abrí los ojos fue a Mario, hay estaba él viéndome, me di un sobresalto que me caí de la cama y pregunto —¿Qué rayos haces?.
Mario—La comida esta lista, y la discográfica te aprobó para que hagamos nuevo álbum de canciones tú y yo, es una buena noticia.
No me hagas reír, después del espectáculo que se armó ayer, tú y yo no nos casaremos, simular y mentir que somos novios sí, pero casarnos olvídalo no y punto, y no debiste besarme anoche, que no te enseñaron a ser educado y avisar o era parte de tu actuación, la verdad que me estoy estresando.
Mario—Quieres calmarte, no es para tanto, aparte vamos a cenar juntos.
Claro que sí, pero como amigos—respondí.
Come linda dijo Mario sonriendo.
No me llames linda que me hierve la sangre —respondí.
Mario—No estés de mal Humor, es malo para la salud —Me dijo sonriendo.
Gracias por el desayuno está muy rico, y perdón si soy así es que no me acostumbro a que un hombre clave su mirada en mí, recuerda somos novios, no me vengas con que me tengo que casar —respondí.
Es tarde para eso mira mi celular estamos en primera plana dice que nos casaremos en 1 mes me dijo Mario.
¡Queee, ¡no puede ser!, no me casaré contigo, ni al caso, primero muerta que viva, sobre mi cadáver.
Mario—Si nos casamos la prensa y todo dejara de molestarlos.
Tocan la puerta.
Mario abre la puerta y me dice —Tus amigas están aquí.
Me van a matar —respondí.
Mario—¿Qué tiene que se enteren de lo nuestro?
No es real, y está mal hacer esto, yo no sé ni cómo hacer para firmar esos papeles y fingir que somos algo, depende si lo actuamos bien, aún no lo sé, solo tengo miedo, y no me gustaría mentir en algo que no es real, aparte que todo forzado como que no mucho —Conteste molesta.
Mario abre la puerta y las miradas de mis amigas eran que casi me matan con la vista.
Pasen amigas, Mario les prepara algo de comer ¿Verdad? —Respondí.
Mario—Sí.