Luego de terminar el informe de Química Allison se retiró hacia su casa.
Hace una hora se fue y hace dos minutos me envió un mensaje diciendo que viene de regreso.
¿Porqué? No lo sé.
Me levanto del sofá al escuchar el timbre sonar.
Al momento que abro la puerta Allison se adentra tomándome del brazo y me arrastra hasta la sala de estar.
—Vamos, debo contarte algo— chilla con emoción.
—¿No podías esperar a entrar calmada, a que yo cerrara la puerta principal y eso?— Me cruce de brazos observando a las esferas azules de mi amiga.
—Eh... no— responde luego de parecer pensarlo unos segundos.
—Bien, ¿Qué tienes que decir?
—¡Tengo un chico lindo qué presentarte!— chilla en la forma que una adolescente lo hace y me hace entrecerrar los ojos y fruncir el ceño con confusión.
—¿Qué? ¿Cómo? ¿Porqué? ¿Acaso te convertiste cupido?
—Es un chico que conocí cuándo estaba de vacaciones en casa de mis tíos, casualmente se mudará aquí. Y de seguro te caerá bien—. Sus cejas se movían rápidamente abajo y arriba mientras en su rostro había una sonrisa pícara. La miré extrañada. Sí recordaba esas vacaciones, pero jamás el que me dijera que conoció a alguien importante.
—¿Porqué pones esa cara?
—Sabes por qué —canturreó.
—No, no sé por qué— canturreé en respuesta.
—Pronto lo sabrás— se encogió de hombros— pero ese no es el punto. Se mudará aquí—. De nuevo me miraba pícara.
—¿Aquí aquí, o aquí en el pueblo?— pregunté señalando mi casa con la incredulidad agravada en mis gestos pero en mi interior reprimiendo una carcajada.
Sabía a lo que se refería.
—¡Ay! ¿No puedes ser menos idiota, Lilly?— preguntó agarrándose el puente de la nariz y cerrando sus ojos tratando de reunir calma.
—Es idiota de tu parte preguntarle a un idiota si no puede ser menos idiota.— dije en tono divertido y me crucé de brazos.
—Ok, no entendí ni mierda, sólo que te acabas de llamar idiota. Pero no es el tema. Su nombre es Ethan, es educado, con cuerpo moja bragas y... Simplemente es hermoso— El brillo en su mirada se hizo presente cómo si quisiera darme a entender la veracidad de sus palabras.
¿Le gusta?
¿Porqué me interesa eso?
¿Tal vez porque es tu mejor amiga, imbécil?
—Bien... ¿entonces?— hice un ademán con mis manos para que continuara hablando.
—¿Es enserio?
–¿Me ves cara de chiste andante?
—No me lo preguntes...
—Si, entiendo— En ese momento Ella soltó una carcajada que resonó en toda la casa.
—Algo no me cuadra. ¿Cómo se supone que se mudará a éste pueblo, alguien que conociste en unas vacaciones, a casi 4 horas de acá?
—Pues, no lo conozco específicamente desde "éstas vacaciones"— hizo comillas en el aire– mi familia y la suya son amigas, y en las vacaciones solían reunirse. Hasta entonces sólo había ido su hermano menor, Aiden.— se acercó un poco— por cierto, Aiden es mío—. Susurró como si alguien más la fuera a escuchar. Dió un paso atrás y prosigió a hablar.— Pero Ethan, es... No sé, no es el típico chico misterioso o grosero. Es de esos que muestran un desinterés fatal y saben cómo mandarte a la mierda con clase.
Ladeé mi cabeza con curiosidad, debía conocer ese chico.
Eres muy curiosa, Lilly.
—Eso aún no termina de explicarme por qué se mudará aquí.
—Bien, principalmente, no debería explicarte una mierda porque no es mi vida. Pero eres mi mejor amiga, así que sí te contaré— tomó aire y empezó a hablar de nuevo—. Como ya te dije, mi familia y la suya son amigas...
—Eso ya lo sé— la interrumpí.
Me miró mal– ¿Me dejarás continuar o te dejo a mitad de chisme?
—Bien— levanté ambas manos a modo de rendición.
Carraspeo para aclarar su garganta— pues, ellos ya no se les hacía cómodo donde vivían, consultaron con mi madre ya que trabaja en bienes raíces. Ellos como habían venido por acá, les gustó el pueblo, decidieron buscar casas por aquí y ¡tarán! Serán tus vecinos.
La escuchaba hablar atentamente hasta que dijo lo último.
—¿Mis qué?— pregunté exaltada. Seguro había escuchado mal.
—Vecinos, dije vecinos cariño. V-E-C...
—Entendí.
—Entonces ¿eres loca o te haces? Si escuchaste ¿para qué vuelves a preguntar?— Ella me miraba burlona.
—Sólo me sorprendí, es que, desde que tengo memoria de éste pueblo, pocas veces he visto vecinos. La mayoría de las casas duran más tiempo vacías que habitadas.
—Y eso no es lo mejor— la miré expectante— será en la casa de al lado, bella.
—¡Me lleva...
—Tranquila, ni que fueras a vivir metida en su casa. Probablemente ni siquiera lleguen a entablar una conversación. Tal vez sólo sea: Ey vecino, creo que su basura está 5 centímetros fuera de la serca de su jardín, por lo tanto, significa que está en mi jardín. ¡Mueva su basura!
Me reí por un buen rato, por la forma en que cambió su tono de voz para imitar la mía y por las expresiones de su rostro.
—¿Entonces eso quiere decir que prácticamente no me forzarás a hablar con él?
—Oh no, cariño. Nunca dije que no lo haría. Sólo que tú por más curiosa que seas, jamás le hablarías, entonces vas a parecer una acosadora, tipo Raquel 2.0.
—¿Raquel?— pregunté confundida.
—No lo entenderías cariño.
— Está bien, está bien. Entonces ¿Aiden es tuyo?— era mi turno de mover mis cejas rápidamente de arriba, abajo.
Inmediatamente sus mejillas se tiñeron de rojo y bajó su mirada—. Ese es otro tema.
—Oh sí cariño, ese es otro tema del cuál debemos hablar. ¿Cómo es posible que te guste alguien y no me lo hayas dicho?— pregunté con indignación tiñendo mi voz.
—Es que... Aún no estoy segura si le gusto, pero ahora será más fácil comprobarlo.— sonrió animadamente.
—Debo conocerlo, ¿Si?— dije señalándola con un gesto acusatorio, al mismo tiempo que una sonrisa de complicidad se abría paso en mi rostro, ella sólo asintió.
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Editado: 11.06.2020