24 Octubre 2018, Mashville.
Lilly
Octubre.
Han pasado casi tres meses desde el incidente en la puerta de mi habitación y sí, estoy segura de que esa chica no fue producto de mi imaginación.
Sé que es real.
Pero ¿cómo es posible?
—¿Lista?— pregunta Allison interrumpiendo mis pensamientos.
—Recuerdame las razones por la cuál debo acompañarte—. Me incorporé en la cama mientras veía como balanceaba sus piernas con nerviosismo y giraba en la silla del escritorio al mismo tiempo.
—Porque casi es halloween y queremos lucir ardientes para los dos chicos que tienes de vecinos— Puso los ojos en blanco mientras sonreía burlona.
—Recuerdame también el por qué acepté salir con Ethan— la miré unos instantes y ella soltó una carcajada.
—¿Será porque él te gusta?
Ladeó su sonrisa mostrándome su perfecta dentadura.
Negué mientras una pequeña sonrisa se abría paso en mis labios.
—Vamos—. Ella sonrió ampliamente y se paró de un salto.
***
—¿Se supone que debo llevar eso toda la noche?— miré con una mueca el disfraz que Allison había elegido para mí.
—Tampoco será toda la noche, recuerda que a las 9:30PM debes estar en casa.
—¿Debo de todos modos usar eso?— señalé el traje que se suponía era de una ninja, pero que mostraba más de lo que debería.
Al menos para mí.
—Por Dios, Lilly— me miró mientras se cruzaba de brazos—. Ésto es más cubierto que mi traje de Harley Quiin.
Enarcó una ceja y me miraba con una sonrisa burlona.
De pronto escuché algo vibrar y Allison me miró confundida, empezó a tocar sus bolsillos y finalmente sacó su celular. Descolgó la llamada sin mirar tan siquiera quién era.
—¿Si?— preguntó mientras fruncía el ceño.
Su rostro se suavizó casi de inmediato al escuchar (al parecer) una voz reconocida.
—¿Todo está...
—¡Cielito!— chilló emocionada interrumpiendo mi pregunta e inmediatamente supe que se trataba de mi hermano.
Hermano.
Suena tan raro luego de vivir 17 años siendo hija única.
Ella frunce el ceño derrepente. Tanto que puedo jurar que está enojada.
—Allison...
—Pero si quedaste de recogernos luego de comprar los trajes— gritó enojada— ¿qué es tan importante como para que dejes tu compromiso de recoger a tu novia y hermana?
Pobre Aiden.
Es hombre muerto.
—Está bien, puedo pagar un taxi—. Intento calmarla pero ella levanta una mano en mi dirección en señal de que pare de hablar para escucharlo.
—¿Sabes qué? Mejor hablamos después— y colgó la llamada.
—¿Está todo bien, Ally?— puse una mano en su hombro mientras veía como golpeaba con nerviosismo levemente el celular en su palma.
—Necesito hacer algo— me mira a los ojos seria.
—Claro, puedo ir...
—N-no, necesito i-ir sola— veo como sigue golpeando con nerviosismo su celular en la palma de su mano y entiendo que necesita realmente hacer lo que vaya a hacer totalmente sola.
Asiento y le doy una sonrisa Tranquilizadora.
—Está bien, pagaré los trajes y me quedaré un rato más mirando en las tiendas.—Ella me sonrió agradecida
— ¿Está bien si te dejo sola aquí?
Solté una risita mientras asentía nuevamente— tengo 18 Ally, me sé cuidar perfectamente.
Ella asintió y dió media vuelta mientras yo seguía preguntándome la razón de su repentino nerviosismo.
***
Allison.
No lo quería pensar, no quería que esos pensamientos invadieran mi mente inmediatamente colgué la llamada, pero fue imposible. La interrogante de si Arien me engañaba o no me estaba comiendo el cerebro.
Hace varios días atrás lo notaba extraño.
Él no puede, pero, ¿por qué? ¿Acaso no soy suficiente para él?
Hace unos minutos había salido del centro comercial y realmente no sabía a dónde me dirigía, ni siquiera tenía idea de dónde estaba él.
El centro comercial no quedaba tan lejos de su casa, así que lo primero que se me ocurrió fue dirigirme a su casa.
Estaba cerca, a sólo unas cuadras de su casa, y derrepente lo veo.
Vestido completamente de negro. Miró a ambos lados y cruzó a la otra calle en donde empezó a caminar por esa acera.
¿Qué?
¿A dónde irá? Nadie camina por esa acera a menos que se dirija al bosque, y si es así ¿qué hará ahí?
Me escondí rápidamente tras la pared de una de las desoladas casas y esperé a que esté a una distancia prudente.
Me escondía detrás de los árboles o en los callejones oscuros mientras silenciosamente le seguía el paso a Aiden.
Estoy más que segura que me está engañando.
Veo como se dirige hacia el bosque y mi ceño se frunce a causa de la confusión.
¿Qué hará a éstas horas en el bosque?
Crucé al otro lado de la calle en dirección a la acera en donde él caminaba y me empecé a adentrarme al bosque siguiendo sus pasos con sumo cuidado, no quería que supiera que lo había seguido.
¿Aquí se ve con alguien más?
Veo como saca su celular del bolsillo trasero y enciende la linterna.
—¿Dónde estás?— pregunta en un susurro que parece ser para sí mismo.
Cansada de estar escondida decido salir y enfrentarlo.
—¿Qué haces aquí?— pregunto derrepente haciendo que soltara el celular dando un leve salto.
—Carajo Allison, me has asustado.
Se agacha a tomar el celular y verifica que la pantalla esté bien, mientras yo me cruzo de brazos y lo miro desafiante esperando una respuesta de su parte.
—¿Me vas a responder?— le pregunto alzando la voz— ¿Qué carajos haces en el bosque a ésta hora Aiden? Sabes lo que está pasando ¿como te atreves a...
Mi pregunta queda en el aire mientras analizo la situación. Él me mira confundido por mi repentino silencio.
—¿Allison? ¿Todo bien?— da dos pequeños pasos hacia mí, y yo doy dos zancadas hacia atrás alejándome de él.
—T-tú eres... Oh Dios.
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Editado: 11.06.2020