Verdad Silenciosa

El Miedo a la Verdad

El miedo que la invadía comenzaba a asentarse como una niebla espesa que nublaba sus pensamientos. Había algo en su vida que no encajaba, y esa intranquilidad crecía con cada minuto que pasaba. Cada vez que cerraba los ojos, la imagen de la niña frente al espejo reaparecía, como una sombra acechando en las profundidades de su mente. Se pasó las manos por el rostro una vez más, cansada, pero sabía que dormir no era una opción. Ya no.

Mientras permanecía inmóvil en el coche, las memorias de su infancia comenzaron a surgir como flashes desordenados, eventos que hasta ese momento había considerado insignificantes. Recordaba los paseos con su madre por el parque, cuando siempre había una figura en la distancia que parecía seguirlas. En ese entonces, había sido solo un detalle menor, algo que su joven mente había descartado como coincidencia. Pero ahora, con todo lo que había descubierto sobre el Proyecto Epsilon, no podía evitar cuestionarlo todo.

Recordaba también las veces en que su padre desaparecía por largos periodos, sin explicaciones. Cuando era niña, simplemente había asumido que eran viajes de trabajo. Sin embargo, al recordar esas ausencias, algo no encajaba. Su madre siempre tenía una respuesta preparada, algo que decía sin dudar, como si hubiera practicado la mentira una y otra vez. Ahora esas respuestas parecían frías, calculadas.

La paranoia se extendía en su mente como un veneno. Las llamadas telefónicas que su madre respondía con voz baja, los susurros que apenas alcanzaba a escuchar. Los días en que despertaba sintiéndose extrañamente desorientada, como si hubiera olvidado algo importante. Momentos que siempre había considerado normales, pero que ahora, bajo la nueva luz de la sospecha, cobraban un significado perturbador.

Lucía intentó recordar si alguna vez había mencionado el Proyecto Epsilon en su casa, pero no podía estar segura. Sabía que había algo más, algo que su subconsciente se negaba a desenterrar. Había detalles oscuros, enterrados en lo más profundo de su mente, que parecían esquivarla a propósito. ¿Había sido su infancia una construcción, un engaño elaborado para ocultar la verdad?

Sus pensamientos volvieron a la fotografía en la sala 12. La niña en esa foto, la versión más joven de sí misma, le resultaba extrañamente desconocida. La expresión de la niña era neutral, casi vacía, pero había algo en su mirada que le resultaba inquietante. ¿Era realmente ella? Y si lo era, ¿por qué no recordaba nada de esa época? La sensación de que algo muy importante había sido borrado de su memoria se hizo más fuerte.

Había leído antes sobre los experimentos de manipulación de la memoria, pero siempre los había considerado ciencia ficción. Sin embargo, ahora, todo lo que alguna vez había descartado como fantasía o teoría conspirativa parecía demasiado cercano a la realidad. El Proyecto Epsilon no era solo un nombre. Era algo tangible, algo que había afectado su vida desde el principio.

El recuerdo de su conversación con el hombre en la tienda de antigüedades le vino a la mente con una claridad sorprendente. Había algo en su mirada, en la forma en que había bajado la voz cuando mencionó el Proyecto Epsilon, que la había puesto en alerta. Al principio, no había entendido completamente la gravedad de sus palabras, pero ahora todo encajaba de una manera que le erizaba la piel.

Lucía recordaba cada detalle de esa conversación. El hombre, un anciano de aspecto frágil, la había recibido con una sonrisa educada cuando entró en la tienda, pero tan pronto como mencionó el Proyecto Epsilon, su expresión cambió. Los ojos del hombre se habían estrechado, y su voz adquirió un tono sombrío, como si estuviera compartiendo un secreto que podría costarle la vida.

"¿Cómo te enteraste de eso?", había preguntado en voz baja, mientras miraba a su alrededor, como si temiera que alguien más pudiera escucharlos. "No deberías estar aquí. Ellos te están observando."

Lucía sintió un escalofrío en ese momento, pero se mantuvo firme. "¿Quiénes son 'ellos'? ¿Qué es el Proyecto Epsilon?", preguntó, su voz temblando un poco, aunque intentó sonar segura de sí misma.

El hombre no respondió de inmediato. En cambio, sacó una pequeña llave de uno de los cajones detrás del mostrador y se dirigió a una puerta en la parte trasera de la tienda. "Ven conmigo", susurró, haciéndole un gesto para que lo siguiera. Lucía dudó por un momento, pero la curiosidad la empujó hacia adelante. Sentía que estaba a punto de descubrir algo crucial, algo que podría cambiarlo todo.

Cruzaron la puerta y se encontraron en una pequeña sala iluminada tenuemente por una lámpara antigua de mesa. Las paredes estaban cubiertas de estanterías llenas de libros viejos y documentos que parecían estar a punto de desmoronarse por la edad. En el centro de la sala había una mesa con una caja de madera tallada encima, similar a la que Lucía había encontrado en su casa. El hombre se sentó frente a la caja y la miró directamente a los ojos.

"El Proyecto Epsilon no es solo una teoría", dijo, bajando aún más la voz, como si las paredes pudieran escuchar. "Es una operación secreta, algo que comenzó hace décadas. Está relacionado con el control, la manipulación de recuerdos, de identidades. No eres la primera en buscar respuestas, pero créeme, si sigues por este camino, puede que no te guste lo que encuentres."

Lucía sintió un nudo en el estómago. "¿Qué tiene que ver eso conmigo?", preguntó, tratando de sonar desafiante, pero sus palabras salieron en un susurro.




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