Verdades Ocultas

• CINCO •

Ivy

No vuelvo a beber más.

«Eso dicen todos e igual siguen bebiendo»

Ignoro a mi conciencia.

Siento que mi cabeza va a explotar y lo peor es que tengo que ir a trabajar. Me preparo un sándwich de jamón y queso para comerlo en el trabajo porque ya voy tarde.

Me miré en el espejo del baño y no pude evitar reírme de lo desaliñada que me veía. Mis ojos parecían dos círculos morados, tenía el pelo hecho un desastre y se notaba que me había maquillado a toda prisa. Pero no tenía tiempo para arreglarme. Así que decidí arreglar lo poco que podía y tratar de llegar lo más temprano posible a mi trabajo.

Mientras me apresuraba hacia la puerta, mi teléfono sonó. Miré la pantalla y vi que era Jake, mi compañero de trabajo. Lo conocí hace dos días mientras sacaba unas copias y se nota que es un buen amigo, el es de esas personas que agarra confianza contigo al segundo 1 de conocerte, pero hoy no tenía ganas de hablar con nadie. Lo dejé sonar y salí de casa.

El trayecto en el taxi fue un suplicio. Cada movimiento parecía empeorar mi dolor de cabeza. Finalmente, llegué a la oficina.

—Quiero decirte algo pero creo que es un poco inapropiado y probablemente me grites.

—Dime qué es.

Jake me miró con una ceja alzada y una sonrisa burlona.

—¿Tuviste una noche de pasión? —preguntó—. Porque parece que te hubieran dado sin descanso.

—Jake, será mejor que te calles y me des café —le contesté con tono cortante.

—Como que no te dieron porque estás demasiado amargada.

Mientras me sumergía en mi trabajo, luché por mantener mi concentración. El día se convirtió en una serie interminable de teléfonos, correos electrónicos y reuniones.

Recordé que Dereck anoche me dijo que nos veríamos hoy en la oficina pero todo esto está tan tranquilo y tenso a la vez que me estaba empezando a sentir incómoda.

De repente, la puerta de mi oficina se abrió con un golpe y Jake irrumpió, gritando:

—¡Te necesitan en la sala de juntas!

Sin pensarlo, me levanté de mi escritorio y salí corriendo hacia la sala de juntas. Al llegar, me encontré con una escena inesperada: Dereck, Lukas Hartmann, el director de finanzas, Odette Seidel, la jefa de recursos humanos, y cuatro hombres de traje que nunca antes había visto.

El director se puso de pie y todos guardaron silencio.

—Ivy, te presento a John —dijo señalando al hombre que estaba a su derecha— un representante de la división de adquisiciones. Y ellos tres son Alexei Novikov, Matteo Mancini y Logan Leroux, representantes del mercado de sus respectivos países.

Me sentí abrumada por la presencia de estos hombres influyentes. Mi mente comenzó a dar vueltas, tratando de comprender por qué me necesitaban en esa reunión tan importante.

El director continuó:

—Estos caballeros se ofrecieron a colaborar con nosotros para la expansión de la empresa así que ahora en adelante trabajarás con ellos. Puedes retirarte a tú oficina.

Asiento y salgo de la sala de juntas.

Esto me hará más fácil continuar el proyecto ya que le preguntaré a cada uno de los representantes los pro y los contra de sus mercados.

Cuando voy llegando a mi oficina me llega un mensaje.

Es de Dereck.

Te espero en mi oficina en cinco minutos.
09:25 AM

Tienes que joder la vida tan temprano.
09:26 AM

Su respuesta llegó inmediatamente.

Si es a ti si, no te demores.
09:26 AM

Me apresuré a llegar a su oficina.

Al entrar, me encontré con Dereck mirando fijamente la pantalla de su computadora. Su expresión seria me indicó que la situación era seria.

—Tenemos que hablar de lo que ocurrió anoche —dijo, sin rodeos refiriéndose al beso—. Sé que estuvo mal lo que hice pero debo decirte que no me arrepiento de nada.

Me quedé callada por unos segundos. No sabía qué responder. No esperaba esta conversación.

—Por favor, no me digas nada hasta que te haya hablado —dijo Dereck, interrumpiendo mis pensamientos.

«Ni que le fueras a contestar»

Permanecí sentada en silencio mientras Dereck me explicaba cómo había sentido una conexión inmediata cuando me vio en la fiesta. No podía quitarme las manos de la cabeza. Nunca había experimentado nada así.

Dereck continuó hablando y yo solo estaba allí, escuchándolo. Me preguntaba si estaba cometiendo un error. Estaba empezando a sentir cosas por Dereck, pero no sabía qué hacer. Por un lado, tenía sentimientos por él, pero por otro, sabía que no era buena idea. Después de todo, éramos jefe y empleada, además él me trató mal. ¿Qué pasaría si las cosas no salían bien? ¿Qué pasaría con mi carrera?

Mientras me estaba hundiendo en una profunda confusión, Dereck me interrumpió.

—Ivy, necesito saber qué piensas. ¿Me estás escuchando?

Me di cuenta de que había estado mirando al vacío mientras pensaba en lo que estaba pasando. Me volví hacia Dereck y comencé a hablar.

—Lo siento, estaba pensando. Creo que no debemos darle vueltas a esto. No quiero comprometer mi carrera, ni arriesgarme a perder el empleo. Además, no sé si estas emociones son reales o solo se basan en la emoción del momento.

Dereck asintió en silencio y permaneció sentado frente a mí. Pude ver en sus ojos que no estaba de acuerdo, pero no dijo nada.

—Pero hay algo que necesito decirte —siguió Dereck—. No te engañé, Ivy. Estoy atraído por ti y quiero que sepas que no te estoy manipulando.

Yo me quedé paralizada. No estaba segura de cómo sentirme al respecto. Una parte de mí sentía alivio por saber que Dereck no estaba jugando conmigo, pero otra parte se sentía desconcertada. ¿Era esto lo que yo quería? ¿Estaba segura de querer esto con Dereck? Aún estaba confundida y empezaba a sentirme abrumada.



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En el texto hay: romance, secretos, enemiestolovers

Editado: 09.05.2024

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