Las fichas se mueven mientras que los jugadores esperan su turno.
Todo es tan confuso y aterrador.
Nadie tiene idea de quién ganará ni perderá.
Un movimiento en vano puede condenar al contrincante.
Tratas de sobrevivir, tratas de ganar, tratas… tratas de lograrlo pero, no tienes idea de sobrellevar la partida.
Las piezas se mueven mientras tu solo procuras no verte débil.
Y fallas.
Al final, tratas pero jamás lo consigues.
Y lamentar es tu última salida de esta macabra partida.
Z.
Editado: 29.08.2020