Capítulo 5

Me levanto del asiento y observo por la ventana a Erik jugar con los niños de la aldea. Sonrió al verlo. Tiene una enorme sonrisa y con sus brazos sostiene a los niños dándole vueltas.

―No sé si está bien que me case con ese gigante― Susurro más para mí que por la mujer que está a mi lado observando la misma escena que yo.

―Nuestros destinos están marcados y por más que quieras que no pasen, deben pasar― La miro sin entender.

― ¿Qué quiere decir?― Ella me observa sonriente.

―Porque no te dejas llevar y disfrutar del momento― Hace una pausa ―Al fin ya tienes una decisión tomada, así que ¿Cuál es el problema? ― Desvía su mirada al gigante ―Vive este momento y disfruta de esta experiencia―Se voltea y camina por la sala ―Aunque yo ya sé cuál va a ser tu final ― Murmura.

Abro la boca para preguntar, pero soy interrumpida por mi gigante quien entra por esa puerta buscando de nuestra presencia. Me burlo un poco al ver que tiene que bajar la cabeza al pasar por el marco de la puerta, este hombre es tan grande que no logra pasar sin tropezar. Su mirada recorre el lugar hasta que da conmigo y una pequeña sonrisa se asoma en sus labios, pero la borra de inmediato.

―Debemos irnos― Dice y se acerca hasta donde estoy ―Debes alistarte para la boda― Mira a la mujer a mis espaldas ―Te espero para empezar el rito.

― ¿Qué acaso vamos a sacrificar a la virgen?― digo en tono de broma, pero ambos me miran serios.

―Ya hicimos el sacrificio a los dioses, no entiendo para qué vamos a sacrificar otra por nuestra boda― Dice en tono neutro y yo me quedo con la boca abierta.

― ¿Acaso de verdad sacrifican a las vírgenes?― Inquiero nerviosa y él solo me da la espalda y sale de la cabaña.

―Es mejor que no hagas ese tipo de bromas y comentarios― Dice la mujer a mis espaldas ―Ve y sigue a tu prometido que hay mucho que organizar.

―Pensé que era esta noche ¿Para qué tanto afán?― Digo caminando hacia la puerta ―Ni siquiera es una boda verdadera.

¿Cuándo me vaya seré una divorciada?

Salgo de casa sin esperar respuesta y veo a mi futuro esposo montado en su caballo. Extiende su mano y me acerco y como si nada me alza para sentarme en su regazo y cabalgar a no sé a dónde.

La verdad es que no considero esta boda de verdad, no hay un ministro, un sacerdote o un juez para dar originalidad a la boda. O eso creo.

Además, no va a estar notariada, así que más en seguir con este teatro.

Cuando lleguemos a casa había varias mujeres afuera de ellas. Cada una cargando cosas en sus manos.

Sin entender qué sucede, mi vikingo me deja y sale en su caballo dejándome con estas desconocidas. Algunas me miran con una sonrisa y otras me miran con recelo. Encojo mis hombros y me dejo llevar.

― ¡Pero qué mierda! ¿Cómo llegaste tan rápido?― Doy un grito al entrar a casa y encontrarme con la bruja.

 Ella me sonríe y me hace señas para que pase y observo una enorme tina en medio de la sala.

―Vamos pasa y déjate llevar― Me sonríe y doy un brinco cuando siento las manos de las chicas por mi cuerpo.

― ¡Alto ahí!― Digo alejándome de las chicas ―No me gustan las mujeres, si esto es parte de su rito, pues lo siento, pero no―Cruzo mis brazos.

―Ellas no quieren tocarte, solo tratan de quitarte la ropa― Susurra la bruja.

― ¡No, pues sí!― La veo sonreír.

―El ritual consiste en consentir a la novia, ellas― La señalan y las chicas inclina su cabeza ―Te bañaran con esencias naturales― Susurra en mi oído― No como lo de tu época― Se separa y observo que toma un jarrón y vierte un contenido blanco en la bañera ―Esto son para la prosperidad y traer abundancia en su hogar ―Una chica se acerca con otro jarrón y ella lo toma y lo vierte en la bañera y es de color rojo ―Esto es para que la pasión siempre esté en su matrimonio y tenga abundante sexo― Guiñe su ojo y se acerca otra chica y pasa otro jarrón y ella lo toma y empieza a verter en la bañera y el agua es color verde ― Este es la salud― Toma otro jarrón y es color negro― Este es para dar fuerza y victoria y alejara la mala energía― Toma otro y vierte y es color rosa― Y este por los hijos que vendrán― Hago una mueca.

―Eso parece que estás tratando de cocinar algo, ósea a mí― Digo señalándome ―En serio hasta la comida de Glory se ve con mejor pinta― Me volteo ― Mejor nos vemos al rato e iré a darme un baño en algún río.

Las chicas que estaban entregando los jarrones se interponen en la puerta y yo ruedo los ojos. A la mierda todo, digo mentalmente y me dejo llevar. Me sacan la ropa y me hacen meter a la bañera y me relajo un poco al sentirla caliente.

Me acuesto dentro y siento como las chicas empiezan a cantar a mí alrededor y empiezan a esparcir flores dentro de la tina. Bajo mi rostro y huelo el agua y la verdad es que huele muy bien a pesar de que le mezclaron todos esos colores. La Bruja me sonríe y empieza a cantar algo que no entiendo y las chicas le siguen mientras danzan sensualmente a mí alrededor.

Mierda, o me están cocinando o haciendo alguna brujería. Sonrió por las estupideces que salen de mi cabeza y de inmediato me imagino a mis amigas acá y siendo burlas de ellas.

Después de un rato en la bañera, las chicas toman esponjas y empiezan a lavar mi cuerpo. Por alguna razón siento sudar a pesar de estar dentro del agua y lo peor es que una calentura va subiendo por todo mi sistema. Cuando las chicas ven mi vagina rasurada empiezan a murmurar entre ellas y les aclaro que no soy una cría.

La bruja se encarga de secar mi cuerpo con pequeños roces y hace una especie de oración mientras lo hace. Me incomoda cuando su mano ha quedado en mi vientre y siento algo caliente entrar por mi estómago y como los ojos de ella se ponen blanco, me pongo nerviosa, pero esa sensación desaparece al instante y una tranquilidad me invade. Las chicas sirven unas copas de vino que al principio pensé que me iba a desgarrar la garganta y a la tercera copa ya no sentía esa incomodidad, poco a poco me fui sintiendo relajada ya con el trago en la cabeza.