Virgen Embarazada

Capítulo 5.

 

Capítulo 5

Miley


Cuando estaba por llegar hacia ella alguien me tomó por las caderas inmovilizando mi cuerpo. Patalee para que me soltará, pero no hizo más que afianzar su agarre.


—¡Suéltame, Liam! — grite mientras seguía tratando de librarme de su agarre, aunque debo admitir que aún sentía mi cuerpo adolorido.


—¡Que me sueltes, joder! — chille furiosa al ver que ella salía de la habitación con una estúpida sonrisa.


—Miley, Miley, tranquilízate...no vale la pena, tranquila— murmuró Liam en mi oído.


Me removí un poco más, aunque tuve que desistir de la idea rápidamente ya que mi cuerpo protestaba a cada movimiento que realizaba. 


Suspire intentando no llorar, pero mi mente no me ayudaba en lo absoluto. Al contrario, se empeñaba en mostrarme la razón por la que he estado sola casi toda mi vida. Recordé cada momento en el que intenté llamar la atención de mis padres con calificaciones escolares, el piano, el violín, la guitarra, el canto, las tareas del hogar, mis dibujos, mis acciones, mis posturas, todo. Al fin se porque nunca les fue suficiente.


Al fin me doy cuenta de que todo lo que creí tener ya no está, no tengo absolutamente nada. Creía tener una madre, pero resulta que no es así. Creí tener un padre, pero los padres no actúan de esa forma. Creí tener una vida, sin embargo, fui vendida como si fuese esclava.


No tengo nada que perder, ni siquiera tengo algo porque luchar.


No me di cuenta de que estaba llorando hasta que Liam se dedicó a limpiar mis lágrimas. Para luego recostarme en su pecho y acostarse conmigo en la camilla.


—Todo va a estar bien, Ally. — Susurro despacio, repetía una y otra vez, pero aun así no creo que eso sea posible.


Lo que serían minutos después mis párpados pesaban, así que me deje caer en los brazos de Morfeo respirando el aroma del perfume de Liam.

 

 

 

 

 

 


Desperté escuchando murmullos a mí alrededor, pude distinguir la voz de Liam y la de mis supuestos suegros, gruñí para mis adentros con fastidio y me dispuse a abrir los ojos.


—Veo que despertaste.


Miré algo confundida a la madre de Liam, pues tenía una sonrisa plasmada en el rostro un tanto perturbadora.


—Mamá, no es el momento. — murmuró Liam mirando a su madre un tanto nervioso.


—Claro que lo es, Liam. — dijo su padre mirándolo autoritario.


Liam murmuró algo entre dientes que no logré entender y desvió la mirada.


—¿Qué pasa? — cuestione mientras me incorporaba en la cama, sentía mi cuerpo algo cansado, pero sin duda mejor que hace un rato.


—Tienes qué quedar embarazada. — murmuró el padre de Liam dejándome aturdida.


—¿Qué? — murmure conteniendo el aliento, esto debe ser una broma, ¿No?


—Tienes un mes para quedar embarazada de Liam. — dijo la madre de Liam observándome autoritaria.


—¿Cómo esperan que quede embarazada? Además, está es una conversación absurda, no pretendo quedar embarazada de nadie. — dije decidida.


—No me importa en lo más mínimo si tienen que pasar todo el mes encerrados en la habitación para que puedas concebir a mi nieto, tienen un mes. — dijo el padre de Liam para dirigirse a la puerta junto a su esposa.


—No voy a quedar embarazada. — refute molesta y asustada, muy asustada debo agregar.


—Eso no es una opción.




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