Capítulo 7.

Capítulo 7.

Liam

Respire profundo antes de tomarme un trago de Whisky y luego estampar el vaso contra la pared. No puedo creer lo que acabó de hacerle a Miley. Tal parece que lo único que hago con cada decisión que tomo es lastimarla.

Unos toques en la puerta me hacen fruncir el ceño. Me limitó a soltar un gruñido como se está haciendo costumbre en mi desde que Miley llegó a mi vida.

Es tan frágil que en cierto punto me hace querer abrazarla y alejarla de todo aquello que le hace mal. Ella ha sufrido tanto sin merecerlo que logra desatar un extraño sentimiento en mí.

Abro la puerta de manera brusca al escuchar que vuelven a tocar, sólo para encontrarme con la mirada molesta que me dedica mi padre.

—¿Qué es todo este desorden, Liam?

Bufo y me dispongo a servirme otra copa de Whisky en el minibar para luego tomármela de un trago y sentir un escozor del líquido en mi garganta.

Esto arde, carajo.

—¿Estás así por esa chica, no es cierto? — cuestiona aparentemente tranquilo mientras me observa.

—¿Qué quieres que te diga? — le preguntó mientras tomo asiento.

— Quiero que me digas la verdad Liam. Y que dejes de tomar, no estas en edad para ello. — murmuró tomando asiento a mi lado.

—No en edad para tomar, pero si para embarazar a alguien. — dije en tono burlón.

—Lo haces sonar peor de lo que es. — dijo para luego pasarse una mano por el cabello.

—No voy a tener un hijo con ella. No queremos estar juntos. — murmure intentando sonar decidido.

—Esa no es una opción. — dijo mi padre luego de un suspiro.

—¿A qué viene todo esto? Prácticamente me estas mandando a violarla. Yo no quiero estar con ella ni ella conmigo. Déjanos en paz. — dije molesto mientras me ponía de pies para servirme otra copa de Whisky.

—No es violación, es solo…Créeme que quisiera tener otra opción, quisiera...— dijo mi padre mientras me quitaba la copa y bebía su contenido.

—Entonces ¿Por qué no lo haces? — cuestione mientras tomaba otra copa de Whisky.

—Eso no es algo que está en mis manos. — dijo sirviéndose otro trago.

—¿Y quién está detrás de todo esto, según tu? — pregunté mientras tomaba asiento nueva vez.

—Sólo sé que es alguien que supo jugar muy bien sus cartas. — dijo y pude notar la frustración en su voz.

—Eso me ayuda muchísimo. — espete con sarcasmo.

—No puedo decirte algo de lo que no tengo idea, debe ser alguien que la odia. — dijo encogiéndose los hombros.

—¿Quién podrá ser? — cuestione en voz alta.

—No sé quién sea Liam, pero no me gusta que seamos parte de este juego. — dijo mirándome sincero.

Si hay algo que Edwart Smith odia es no tener control de la situación, y este parece ser el caso.

Celebraría este momento de no haber estado involucrado yo también.

—Ya somos dos. — murmure con la mirada perdida.

Me puse a pensar en todo lo que pasó hace unos minutos. El rostro de Miley, sus lágrimas cuando me mostro todo lo que se veía de ella en redes sociales e incluso medios de comunicación. Cada titular peor que el anterior:

‘’La actriz Miley Miller y su intento de suicidio’’.

‘’Madre de Miley Miller anuncia que fue engañada y explica las mentiras de su esposo e hija’’.

—Pero no puedo dejar embarazada a esa chica, no de esta manera. — dije volviendo mi vista hacia mi padre.

—Entonces lamentó informarte que no es lo único que harás con ella. — dijo mientras rascaba su cuello y desviaba la mirada.

—¿A qué te refieres? — cuestione algo nervioso.

—Tienes que casarte con ella. — Respondió mirándome serio.

—¡¿Que?!— grité.

—Quieren que te cases en dos meses. — dijo haciendo caso omiso a mi grito.

—Mira el lado bueno hijo. — murmuró al verme pasar las manos por el cabello, frustrado.

—¿Se supone que esto tiene algo bueno? — cuestione mientras tomaba un trago directamente de la botella.

—Eso es subjetivo, el punto es que ahora tienes dos meses para dejarla embarazada.

—Qué emocionante. — solté con sobrada ironía.

Si Miley ni siquiera quiere verme después de lo que le hice ¿Cómo va a querer casarse conmigo?

¡Jodida sea mi suerte!