Virgen Embarazada

Capítulo 16.

Capítulo 16.

Miley

 

El tono de llamada logro despertarnos a ambos y para mi mala suerte, ya había pasado la hora del desayuno. Con algo de fastidio, alcance a descolgar la llamada.

—¿Hola?

Nada. Tal parece que marcaron mal.

O al menos eso pensé, hasta que la voz de un hombre se dejó escuchar.

—¿No vas a invitarme a tu boda?

—¿Y a usted quien le…? — Mi pregunta quedo inconclusa al caer en cuenta que nadie aparte de la familia de Liam y quien manejaba todo esto tenía idea de la boda.

—¿Qué es lo que quieres de mí? ¿Por qué me haces esto? —Pregunte sintiendo un nudo en la garganta invadirme en cuestión de segundos.

Liam debió notar que algo andaba mal, pues sentí como apretaba mi antebrazo y buscaba mis ojos.

Unos que se habían comenzado a llenar de lágrimas sin que yo pudiera hacer nada para evitarlo.

—Porque si no pude con tu madre, lo hare contigo. —Respondió cortando la llamada de inmediato.

Sin poder evitarlo, las lágrimas abandonaron mis ojos una tras otra. Y antes de darme cuenta, Liam me abrazaba como hice con él minutos atrás pidiéndome que le explicara que había pasado. Apenas y pude ponerlo en corriente, lo sentí abrazarme con más fuerza mientras repetía una y otra vez:

—Perdóname, por favor. No sé qué hacer para detener esto.

Como era de esperarse, no salimos de la habitación ese día. De hecho, no nos movimos de la cama para nada. Ni siquiera para tomar un baño o comer algo.

Ese día, nos dedicamos a ser tan solo dos adolescentes revolcándose en su propia miseria. Sin ganas de tener esperanzas o de intentar pensar que nos guardaría el futuro, porque nuestro presente era un desastre lo suficientemente grande para dejarnos agotados por un buen tiempo.

 




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