Capítulo 18.
Alfred.
El regreso a la casa de Liam fue silencioso. Por primera vez mi hermano mantuvo la boca cerrada durante mas de quince minutos. Sin embargo, no es el momento de celebrarlo. Puedo ver por el retrovisor como la mirada de Liam parece perdida, y lo mismo pasa con Miley.
Toda esta situación me parece extraña. ¿Miley estaba embarazada? ¿Por eso se casarían tan pronto?
Suspire llegando a la mansión de los padres de Liam.
—Chicos, prefiero que no comenten nada de lo que paso en la mansión.
La voz de Miley hizo que todos dirigiéramos nuestra mirada a ella, especialmente Liam que parecía confundido.
—¿Estas segura? — Cuestione girándome hacia ella para observarla de frente, a lo que ella respondió:
—Claro. Por cierto, necesitaremos mas ayuda de su parte para la fiesta de compromiso.
—¿Seguirá en pie? — Pregunto Ángel sin ocultar la sorpresa en su voz.
—¡Claro! El show debe continuar.
Sus palabras me dejaron algo asombrado, pero me limite a asentir y entrar junto a ellos a la mansión para asegurarme de que al menos en esta fiesta, todo saliera bien para ellos.
Miley
—¿Estas segura de esto Ally?
Antes de responderle a Liam, Sali del baño ya cambiada y me encontré con Liam sentado en la cama. Su rostro aun lucia preocupado, así que me senté a su lado y procedí a explicarle lo que haríamos:
—Nadie sabe que la fecundación In vitro fallo, así que lo mantendremos así. Aprovecharemos la fiesta de hoy para mostrarles a todos que estamos juntos y fingiré uno que otro síntoma de embarazo para que tu familia crea que funciono.
—¿Y luego qué? — Cuestiono observando interesado, por lo que continue:
—Tenemos que escapar. Solo nos estoy consiguiendo algo de tiempo. — Murmure algo insegura de como conseguiríamos salir de aquí sin ser vistos.
Me concentre en acomodarme en la cama, dispuesta a dormir hasta que fuese el momento de la fiesta, cuando Liam se recostó apoyado en su brazo y dijo:
—Usemos la boda para hacerlo.
—¿A qué te refieres? — Cuestione genuinamente confundida.
—Pidamos que lleven todos los regalos de la boda a nuestra habitación de la luna de miel. Allí podremos tomar todo el dinero y la ropa que encontremos para huir. — Lo escuche decir con seriedad, como si realmente estuviese contemplando la opción.
—¿Y si en los regalos no viene dinero?
—Te aseguro que sí. Mamá fue quien hizo la lista y es siempre lo que pide. Eso, o ropa y zapatos de marca.
—Aun así, es muy difícil que logremos salir del hotel sin ser vistos…— Respondí, negándome del todo a llenar mi pecho con la esperanza de…escapar.
—Entonces, ¿Qué sugieres?
—Hagámoslo en el crucero. Escuche mencionar a tu padre que tendrá múltiples paradas en varios sitios del Caribe. En una de esas solo tenemos que…perdernos entre la gente. — Murmure algo insegura, pero deseando que esto funcionara.
—Suena como un plan. —Dijo al tiempo que tiro de mi para que estuviese mas cerca. Algo que se estaba volviendo costumbre en él últimamente.
—Cruza los dedos para que funcione.
Liam
Unos toques en la puerta casi hacen que rocié el perfume en mi cara, cosa que parece causarle gracia a Miley, porque la escucho reírse por lo bajo mientras termina de trenzar su cabello.
—Hermano, tú y Miley pueden esperar hasta la boda para hacer sus cochinadas.
La voz de Ángel se hace escuchar del otro lado, seguido de un ‘’Auch’’ que parece provenir del golpe que seguro recibió de Alfred por impertinente. Esos dos nunca cambian.
—¿Miley, estas…? Whoa! Miley, estas…pareces un sol.
—Espero que no lo digas por lo amarillo del vestido. — Contesto entre risas, pero yo solo pude observarla embobado.
—¿Por qué me miras asi? Ya tenemos que salir, llos invitados esperan. — Comento mientras se dirigía a la puerta, pero logre detenerla por el brazo.
—Ally, falta tu anillo.
—¡Oh, mierda! — Chillo mientras comenzaba a buscar en las gavetas algo para resolverlo, supongo.
—Ally…¡Miley! — Grite para que me escuchara.
—¡¿Qué?! — Grito de vuelta, sorprendida de verme hincado ante ella con una pequeña caja entre manos.
—Liam, ¿Qué…?
—Se que somos tan solo un par de chicos jugando a ser fuertes, pero nada me hace sentir mas seguro que estar a tu lado aun sin saber que nos depara el futuro. Quiero darte este anillo, como promesa de que arriesgare mi vida si es necesario, para hacerte sentir segura a mi lado. No siempre tendré en mente que hacer o como cuidarte, para ser honestos, muchas veces no tendré idea de como lidiar con mi propia mierda, pero aun así ¿Me permites ser tu compañero de vida?
Mi declaración la dejo anonada por unos segundos, unos en los cuales realmente parecía considerar la posibilidad de si seria o no sensato comprometerse conmigo de esa manera. Los nervios me invadieron, hasta que finalmente contesto:
—¿Hasta que la mierda nos separe?
—Hasta que la mierda nos separe.
—Entonces sí, claro que quiero ser tu compañera de vida.
La sonrisa tan hermosa que me dedico en aquel momento, trajo una calidez a mi corazón que no sabía que podía llegar a sentir con anterioridad. Así que, lleno de emoción puse el anillo en su dedo y la abracé con fuerza, sintiéndome seguro en aquellos brazos.