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Virindia Homiterra: El Guía del Futuro

“El futuro era un oscuro infinito de incógnitas expectantes a un guía, alguien cuya moral y creencias fueran intachables, alguien que sacrificase todo por el bien mayor y así te he creado, para que lo veas todo y actúes cuando sea el momento”.

– El destino.

Virindia Homiterra: El Guía del Futuro

Se cuenta desde los inicios de los tiempos, entre aquellos que están sedientos de respuestas a interrogantes informulables, la historia de un gran creador, un ser poderoso destinado a guiar el futuro, a iluminar el rumbo de miserables individuos, a dar respuestas a los curiosos, y luz en la oscuridad de los perdidos, alguien incapaz de actuar con maldad, pero si capaz de castigar justamente a aquellos que caen bajo el pecado de la violencia y la avaricia, alguien justo y decidido.

Cada lugar, raza, especie y cultura desarrolla sus propias teorías amoldadas a sus necesidades, creencias y tiempo, pero entre tantas versiones de una misma historia, entre tantos personajes protagonizando los mismos actos es normal preguntar ¿cuál es la teoría correcta? ¿quién fue el que comenzó todo? ¿quién fue el creador del futuro? ¿quién es Virindia Homiterra?

Pues si te acercas a los bajos callejones de la calle central en el gran planeta podrías escuchar alguna que otra historia repetida, caer de los labios de los mayores. Hay quienes se convencen de que estas son únicamente fábulas para niños, por ejemplo, nunca escucharías a la realeza de aquel paraíso admitir que si quiera una palabra de esto es real y ¿cuál sería el sentido de negar un apólogo para niños?

A pesar de esto, nosotros no nos dejaremos engañar por aquellos que prefieren sus tranquilas realidades protegidas por las gigantescas murallas de sus mentes cerradas y nos atreveremos a investigar por fuera de todo lo que conocemos, para descubrir la historia de un joven, de nuestro propio pasado.

Una historia que marca el inicio, no el inicio de los tiempos claro está, la naturaleza y el planeta existían hace miles y miles de años, eso mismo provoco que aquellos colosales cuerpos celestes estuviesen afligidos dada su soledad en la inmensidad del espacio, siendo este un lugar tan frío e íngrimo. De este modo y con un peso de responsabilidad por un futuro tan abstracto, junto a una pequeña necesidad narcisista de formar parte de este, decidieron que darían una parte de su energía y su esencia para generar a los primeros seres con una misión predilecta que fuese más allá de la supervivencia insustancial, ellos serían forjados con un fin que estaría definido desde antes de su nacimiento, si es que se le puede llamar nacimiento.

De este modo la madre tierra uso todas sus habilidades y su destreza para crear a un ser, producto de ella misma; así fue como durante una tempestad como nunca antes se había visto sobre la tierra, el más antiguo, fuerte y majestuoso de los árboles que se hallaba sobre el pacífico planeta localizado donde hoy en día encontraríamos África, fue derribado por la tormenta, fue relegado de su propia vida para dar inicio a una nueva y más importante en ámbitos de lo que sería la historia y el destino.

Una vida dando comienzo a otra de una forma tan natural que no era difícil distinguir la esperanza en el aire, fe por el nuevo comienzo de esta etapa, como si todo el universo supiese que algo importante estaba sucediendo y eso colmase de alegría y plenitud a cada uno de sus habitantes.